Monday, December 08, 2008

No es un adiós, sino un… hasta luego

No es un adiós, sino un… hasta luego


Alberto Llanes


Muy temprano, a eso de las nueve y media, recibí una llamada telefónica. Aún no me instalaba detrás del computador cuando, del otro lado de la bocina, la escritora colimense Guille Cuevas respondía a mi “Bueno o saludo inicial”. Seguido nos hablamos para tratar asuntos de trabajo o algo similar. Sin embargo, algo en su voz me decía que su llamada no se trataba para asuntos del trabajo, sino para algo más serio.
“Hay malas noticias” /me dijo sin reparo/. En micro mili segundos pensé: “Guille nunca habla para dar malas noticias”. Aunque también se me vino a la mente que la noticia fuera en torno a la beca que nos tiene que dar el Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de Cultura, y que a la mejor no iba a salir.
“Murió Beto Meza” /dijo en seco/. Quedé un rato en completo silencio. No se me ocurrió nada más que el hirsuto y casi por default “Cómo” (completamente sorprendido por lo que acaba de oír). Las razones no las voy a decir, no me compete a mí y la información que se maneja desde Matamoros (ciudad en la que laboraba, como locutor de Exa FM nuestro querido Beto Meza) es muy escueta.
Sólo quiero decir que Beto Meza deja un ramillete de amigos en la tierra que lo vio crecer, desarrollarse, hacer sus pinitos en el ámbito de la locución como lo fue su amada Colima. Todavía, en la biografía de identificación de Beto Meza en la página de Exa FM se puede leer algo así:
Llegué a Matamoros junto con EXA FM desde Colima aunque nací en Apatzingán, Michoacán bajo el nombre de José Humberto Meza Mora Cortez García.
Toco la guitarra, colecciono y escucho música. Soy fan de los Red Hot Chilli Pepers, U2 y Depeche Mode. Adoro el cine y los martes de billar con los cuates.
Dicen que en mí vive el espíritu de Mauricio Garcés y que parece que nací en Matamoros porque me gustan los huapangos, las tortillas de harina y los tacos con aguacate y queso… la realidad es que ¡extraño los sopitos, la tuba y el ponche! De Colima.
Y como dijo el primo de un amigo: ¡Arriba Las Chivas, las cheves y las chavas
Ahí queda el buen humor, la magia, el talento de este joven amigo, al que seguramente recordaremos siempre. Beto Meza, jamás olvidaré las mañanas de tu programa “El despertador”, transmitido por Magia 91.7 FM, estoy hablando de hace muchos años. Cuando a todos, los que estudiábamos el bachillerato, nos alegrabas el día con tu elocuencia, tus bromas, tus chistes y la buena música que siempre te caracterizó. Descanse en paz, Beto Meza.

Nuevo libro de Nadia Contreras

Bueno, pues muestro a todos la portada del nuevo libro de la colega Nadia Contreras, editado por la Universidad de Colima, a través de la Dirección General de Publicaciones. Este no es un libro de poesía más, sino de escritura narrativa de y para los libros. Escribo a continuación, una breve reseña del mismo, el libro ya lo pueden encontrar en las librerías universitarias:





"Pulso de la memoria aborda desde muchas perspectivas (a manera de ensayo literario) las características y estilos más representativos de varios autores mexicanos del siglo XXI.
Igualmente incluye entrevistas a poetas sobresalientes de las nuevas generaciones, donde hablan de sus motivos para escribir, sus fobias, sus gustos artísticos, pero sobre todo, le dicen al lector cómo son sus propios procesos creativos. De eso trata este libro. De meternos de lleno al gusto por la literatura con los mismo literatos como personajes... como guías... como protagonistas de este interesante compendio de una joven poeta colimense".
***
"En este libro el tema principal es la literatura en sus diversas manifestaciones: comentarios de novelas, cuentos, poemas, escritores, formas estéticas, anécdotas personales de la autora y de escritores reconocidos, y entrevistas con poetas de Guadalajara, Jalisco".

Portada de: Woendolyne Hernández Corona.

Saturday, December 06, 2008

Los Chargers vencen a los Raiders 34-7

LaDainian Tomlinson se redime en el partido de jueves por la noche de la semana 14, el jugador aún tiene un increíble potencial para correr el balón acumulando una impresionante cantidad de yardas. Finalmente los San Diego Chargers vuelven a jugar como un equipo potencialmente grandioso. Desafortunadamente sus estadísticas de la campaña les dificultan el pase a los playoffs considerablemente.

Los Chargers lograron vencer a su archirival por onceava ocasión consecutiva en una campaña, récord que inició en el año de 1960. En esta ocasión también ayudó a romper una deprimente racha de tres derrotas al hilo, ganando entonces su segundo partido de los últimos siete que ha jugado el equipo. Mientras los aficionados aún esperan ver un milagro a favor de los Chargers, la AFC oeste sigue liderada por los Denver Broncos quienes aventajan a San Diego por 2 partidos y medio.

“Es algo que necesitábamos desesperadamente, pero lo logramos, pudimos ganar. Aún así no queremos adornarlo más de lo necesario” Dijo Tomlinson. “A fin de cuentas, después de nuestros últimos partidos, sólo queríamos demostrar que nosotros somos mejores que eso. Afortunadamente ha sido una semana corta, debemos seguir mostrando a la gente quiénes somos como equipo.”

Por otro lado, el equipo de Oakland virtualmente bloqueó cualquier esperanza de llegar a la post-temporada; por si fuera poco el quarterback JaMarcus Russell, quién fuera interceptado dos veces en el partido por Stephen Cooper, sufrió de una grave lesión que lo rezagó a las bancas por el resto del partido, aún no se sabe en que condición se encuentra el mariscal ni si podrá regresar a los últimos juegos de la campaña regular.

“Está claro que no estamos siquiera cerca de alcanzar una meta” Dijo el cornerback Nnamdi Asomugha. “No hemos jugado bien, simplemente no lo hacemos. Hemos sido un equipo totalmente indisciplinado y sólo puedo imaginar cuanta gente en verdad se encuentra molesta por nuestro desempeño y a cuanta gente al menos le importa.”

Los Raiders ganaron un total de 163 yardas, una de las peores estadísticas de ésta temporada. “Estoy arto de perder, especialmente de esa manera.” Dijo el tight end de los Raiders, Zach Miller. “No hemos logrado controlar la ofensiva, cuando intentábamos hacerlo nos detenían por penalidades, balones sueltos o intercepciones. Como línea ofensiva volvimos a caer en la ineptitud”



Los San Diego Chargers aseguran la segunda posición en la AFC oeste, dominan a los Oakland Raiders 34-7

No lo puedo evitar



En la foto: La buenísima Jessica Simpson, amigovia, según dicen, de Tony Ramiro Romo.

Friday, December 05, 2008

Un héroe de leyenda




Un héroe de leyenda


Alberto Llanes


La leyenda es oralidad. Lo que se cuenta de boca en boca, de generación en generación y crea un mito, que, como el teléfono descompuesto a que solemos jugar, la información llega a nosotros (generalmente separados por la brecha del tiempo) un tanto tergiversada o simplemente no sabemos a ciencia cierta, qué será verdad o qué será mentira de lo que nos están contando o estamos leyendo. Así la leyenda.
Mitos hay un sin fin.
Desde la muerte de Pedro Infante “el inmortal” (un personaje de leyenda), hasta lo que ocurre alrededor de una banda legendaria de rock and roll.
Que si Gene Simons (líder de Kiss), tenía un injerto de lengua de vaca porque ésta era larguísima. Que si Paul Mcartney en realidad está muerto, y un largo etcétera más. Todo esto, claro, surgido de la cultura popular.
Lo que es cierto es que un pueblo sin historia no es pueblo. Y sin historias no puede haber leyendas, tampoco mitos. También es cierto que un escritor funciona o recrea, habla o transmite, expresa o describe, narra o comenta sobre lo que conoce, sobre lo que le rodea, sobre lo que oye, lee, ve, siente o tiene urgencia de expresar porque lo vive. Y de ahí se nutre.
Hay testimonios fidedignos de que Juan Rulfo se paseaba por el jardín de Comala, y de ahí quizá podamos entender el por qué de:
“Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía un tal… Pedro Páramo…”.
Pero quién lo sabe verdaderamente, ¿será acaso sólo uno de los tantos mitos que han surgido en torno a él?, que si conoció Comala, que si su Comala es la Comala de Colima. Sólo él lo sabía verdaderamente.
Así que el escritor no puede escribir de lo que no conoce, ha vivido o le es completamente incierto.
En la película de “Il postino”, o “El cartero”, escrita por el autor chileno Antonio Skármeta, y basada en el poeta, también chileno, Pablo Neftalí Ricardo Reyes Basoalto, mejor conocido como Pablo Neruda, se menciona que el poeta escribe a partir de lo que percibe, de lo que lo mueve para hacerlo, de lo que conoce y siente.
Sobre todo cuando Mario Roupulo (el cartero de Neruda y personaje central de la trama), le pide al poeta del amor que le escriba un poema para su amada Beatriz, mujer a la que obvio, Pablo Neruda no conoce, y entonces Pablo le dice:
“El poeta debe conocer al objeto del deseo para su inspiración”.
Por eso es que haya versos tan desgarradores como:
“Voy por tu cuerpo como por el mundo”, de Octavio Paz.
O aquel otro que dice:
“Lleno de mí, sitiado en mi epidermis por un Dios inasible que me ahoga”, de José Gorostiza.
O ese otro que dice:
“¡Todo era amor... amor! No había nada más que amor. En todas partes se encontraba amor. No se podía hablar más que de amor. Amor pasado por agua, a la vainilla, amor al portador, amor a plazos”.
Del escritor argentino Oliverio Girondo.
Y ya que de Pablo Neruda nos atrevimos a hablar, está ese otro que dice:
“Puedo escribir los versos más tristes esta noche”. Así el poeta, como dijera otro grande de la poesía, el chiapaneco Efraín Bartolomé.
El narrador, máxime el de leyendas, no está exento de esta premisa, esa de que el escritor tiene que narrar y hablar, eso sí, con cierta verbigracia, sobre las cosas que ha vivido, le han pasado o mejor aún, le suceden, y si es en su terruño qué mejor.
Claro que siempre está la cuestión del engaño, del artificio, la trampa, el ardid. En una novela o libro de cuentos, no sólo tenemos, sino que es importante engañar al lector. Que se enganche. Que haya un elemento que lo haga no dejar de leer hasta el final.
La leyenda es un género que lleva implícito este artilugio. ¿Qué será verdad, qué será mentira?, sólo lo saben los pobladores más antiguos de cierto terruño, en este caso Yahualica. Y que han pasado la información de boca en boca y que ahora tenemos en papel.
Pero aún nos queda el artificio de recrear, recuperar, agregarle, quitarle, confrontar diferentes versiones de una misma historia, y escribirlas.
Es en ese proceso cuando la leyenda, como el átomo, que no se crea ni se destruye sino sólo se transforma, aunque quizá en este caso podamos decir además que la leyenda sí se crea y se recrea y transforma, que el recuperador-escritor de leyendas se fascina con su trabajo y conoce el terruño que lo vio nacer.
Y es qué, ¿qué poblado, que se diga poblado, por mínimo o pequeño que sea, por habitado o no habitado que esté, no tiene por ahí un leyenda olvidada, o ya no digamos olvidada, sino simplemente una historia que necesite ser contada?
Aquí quiero responder a una interrogante planteada por el Dr. Miguel Romero Morett, en el prólogo del trabajo de nuestro buen amigo Juan Frajoza y que esta noche estamos presentando. Que dice:
¿Por qué las leyendas de los pueblos rescatan la parte más triste de sus antiguos moradores?
Y me atreveré a decir que porque esas son las historias verdaderas; es decir, son las que se deben rescatar, las tristes, las dramáticas, las amorosas hasta el tuétano, las trágicas; y es que un elemento lleva implícito al otro, si hay amor puede que haya tragedia y viceversa.
Esas son las historias de las que siempre se habla, las que dejan huella en sus moradores para bien o para mal, ¿o que caso tendría, por ejemplo, rescatar, escribir, narrar una historia donde todo sea felicidad, donde no pase nada, o donde un duende mágico, una hada madrina con un simple movimiento de su varita mágica y luego de una retahíla de palabras igual de mágicas cambie para bien la situación en que se encuentran o encontrarían inmersos ciertos personajes a los que les está o estaría pasando tal o cual acción de la que no saben cómo salir adelante?, haber, qué caso tendría rescatar eso.
Las historias verdaderas son las trágicas, donde se hable de la vida atormentada de un personaje.
O qué sería, por ejemplo, de Guanajuato sin la historia, fatídica en su momento, hermosa ahora, que envuelve al callejón del beso, y que con el paso del tiempo se ha convertido en mito, en que se dice que si una pareja de novios llega por casualidad o no al tan conocido callejón (que dicho sea de paso sirve so prextexto para viajar a tan hermosa ciudad), y no se da esa pareja un beso, una maldición (amorosa por supuesto), les caerá encima por siete o quince largos años, no lo recuerdo bien. Y eso sólo por mencionar una de las tantas historias que envuelven a la ciudad de Guanajuato, convertida en patrimonio cultural de la nación.
Las historias-leyendas-hechos que nos ofrece Frajoza nos hablan antes que nada de la tierra que habita que es Yahualica (historia con que abre el compendio) y que él conoce mejor que yo, y quizá muchos de nosotros.
Ahí habla de los personajes que la pueblan, parte importante de una leyenda porque son a ellos precisamente, a los personajes, a los que les pasan las cosas. Situaciones de aparecidos, de mujeres que enseñan los pechos como la caballona que se aparecía en el puente viejo y que con la cabellera como crin de caballo la caía hasta los tobillos y decía:
“Yo soy la caballona, caballona, algunos aseguran que sirena soy, pero soy la caballona, mitad mujer mitad animal”.
Acá en Colima no se llamaba caballona, pero cosa curiosa, su sobrenombre también era parecido al de un animal. No era una aparición, dicen, los que la vieron, que era real, tan real como nosotros. A la mujer la apodaban la delfinera, mujer que dicen se aventaba maromas con o sin calzones y que estaba completamente loca.
Y así es como surge la historia, que puede ser leyenda y convertirse en mito. ¿Quién sabe esos detalles con precisión?, sólo los que vieron a la delfinera aventarse esas maromas en pleno centro de nuestra ciudad.
Hay otra leyenda estilo la de la caballona, rescatada por el maestro Gregorio Torres Quintero en su libro de Cuentos colimotes, descripciones, cuentos y sucedidos y me refiero a la del “Gentil”, un texto hermoso que surge a partir de la oralidad (leyenda) de unos pescadores que decían que por las costas y a altas horas de la madrugada, un hombre fornido, excesivamente guapo y altísimo salía de las profundidades del mar para llevarse al fondo del mismísimo océano carne fresca y joven, porque según dicen, al gentil le gustaban los hombres y hay de aquel que se dijera hombre y caminara por esa playa en la madrugada, si mal no lo recuerdo, de Cuyutlán, porque no se le veía jamás.
Otra de las leyendas que vienen en el libro es la de “El chan”, ahí Frajoza nos retrata a María, que desde el nombre tiene una fuerte carga de simbolismo cristiano importante.
María es la virgen eterna, la que sólo entregará su pureza y su himen al verdadero amor, al que venga sin ambages de ningún tipo y desborde amor total por y para ella. Y no pide más. El tiempo va pasando poco a poco y María se va quedando solterona, no llega a desposarse y ese amor total nunca se asoma siquiera y termina como virgen eterna. Tiene pretendientes, sí, pero todos quieren lo mismo y no siente nada por ninguno de ellos.
Indudablemente esta María me recuerda a la eterna y virginal Tía Chofi de Jaime Sabines, poéticamente hablando.
“Yo no sabía que a cien leguas de aquí estabas muerta con tus setenta años de virgen definitiva, tendida sobre un catre, estúpidamente muerta. Hiciste bien en morirte, tía Chofi”
Ora que si nos vamos a la narrativa, y por el manejo de los santitos a los que María les reza de cuando en cuando, me recordó también a la pobre de Esperanza, que en el nombre lleva la penitencia.
Esperanza es el personaje creado por la escritora mexicana María Amparo Escandón en la novela “Santitos”, y que recorre pueblos implorando, rezando a sus imágenes y poniendo de cabeza a cuanto santo se le ocurre para poder recuperar o dar con el paradero de su pobre hija, muerta extrañamente a causa de una simple operación de las anginas. En una historia de realismo mágico muy singular.
Así las leyendas que podemos encontrar en este libro. Escritas con el trazo firme de un joven autor que se dio a la tarea no sólo de leer, o buscarlas, sino de rescatar todas estas historias de su poblado natal, y escribirlas para el disfrute de todos nosotros, y así, de una forma un tanto poética (que también la hay en su escritura), podamos conocer un poquito más de esa bella tierra que es Yahualica.
Enhorabuena entonces para nuestro joven autor.

Las borras del café




Las borras del café


Alberto Llanes


Se dice que el ser humano es el único ente capaz de tropezar no sólo dos, sino como infinita es la numeraria con la misma piedra. Y en efecto, yo he tropezado de esa forma. ¡Vaya que sí!
Mis múltiples descalabros en esta vida me han llevado a tomar, literalmente, cartas en el asunto.
Primero fui con una señora dedicada a este arte, destreza o habilidad. Entre sus muchos decires predijo que iba a tener un accidente muy fuerte, dos hijos y morir joven. Nada bueno me deparaba el destino según la cartomancista.
Sin embargo no ha pasado nada de esto. Por eso creo que este tipo de personas a veces engañan a la gente, y es que aún, a mis veintitantos años de edad no logro comprender en qué forma un simple juego de cartas (barajas) españolas puedan predecir nuestro futuro.
El futuro tú mismo te lo construyes, le dijo el Doc a Marty Mcfly en la última parte de una de mis películas favoritas: Volver al futuro.
Insisto, no lo entiendo.
Esa vez tuve que desembolsar mil pesos para que la pitonisa me tomara literalmente el pelo. Predecir puras desgracias y para colmo ninguna me ocurrió.
Mi vida siguió su curso normal. Pero me volví a encontrar con hechos de suma importancia que me obligaron a volver a las andadas, pero esta vez de manera diferente.
Aquí es donde digo que el hombre es capaz de tropezar las veces que sean necesarias con la misma piedra. Y no aprende la lección.
Digo, tampoco soy un ferviente admirador de bagatelas de estas. No. Las circunstancias y amigos en común (a este tipo de prácticas) me han llevado a hacerlo. Pero para mi mala fortuna, el destino, caray con el destino, me llevó otra vez a intentarlo de nuevo.
Siempre he vivido solo. Mi madre murió cuando yo era muy joven. A mi padre nunca lo conocí. Me hace falta una mujer que soliviante, aunque sea medianamente, la soledad, el letargo e infortunio en que vivo.
De pronto vi algunos resultados favorables en mi compañera de turno del trabajo. Y opté por volver a probar suerte en las cuestiones de la adivinación y el azar. Ya dije que no creo en bagatelas de esas, pero también es cierto que en algo o en alguien hay que creer.
Como todo buen solitario trabajo en un lugar que, dicho sea de paso, me viene, como a cualquier solitario supongo yo, al dedillo.
De entrada es una labor nocturna, sin más compañía que la oscuridad, la música, el tabaco y mi compañera de turno.
Entonces empezó mi calvario.
Mi trabajo es el más aburrido del que se pueda tener nota. Pero es apasionante para mí: soy programador musical en una estación de radio.
Es verdad, es una labor que apenas me da para comer.
Rosaura y yo somos los únicos trabajadores en la madrugada en la estación. No hay ningún programa a esa hora así que puedo poner y hablar por micrófono a un grupo reducido (supongo) de radioescuchas. Rosaura es la vigilante de la estación.
Decía que en la noche puedo programar cualquier tipo de música. Es raro que un noctámbulo (máximo si es viernes o sábado) llame a la estación pidiendo oír algo “especial”.
A mí me gusta el rock duro, el heavy pues. Así que programo a las bandas que han dejado huella en este género. Rosaura me dice que oyendo este tipo de música no voy a llegar a ningún lado, ni siquiera a encontrar una mujer para esposa, ya no digamos novia o amante.
Rosaura es viuda.
A ella le gusta oír la estación del barrilito esa que de cortinilla de presentación dice: Estás escuchando la sinfonola la estación del barrilito. Y tiene un gingle que va más o menos así: “Sinfonola… sinfonola… la estación del barrilito”.
Ella tiene dos hijos y prácticamente trabaja todo el día. Por eso, cuando la veo que empieza a clavar el pico le pongo una almohada que tenemos por aquí y la dejo dormir placidamente.
En las mañanas, Rosaura trabaja haciendo la limpieza en una clínica del Seguro Social. En la tarde hace la comida para sus hijos. Y en la noche me hace compañía, además de vigilar y dormir, a mí, gran perdedor en esta pinche estación mediocre de radio.
Por eso la dejo dormir a sus anchas. Porque su carga laboral está pesada. Por las mañanas, me ha contado, usa una especie de radio-diadema donde oye su música favorita: Bronco, Los tigres del norte, Los tucanes de Tijuana. Cosas así. Nombres completamente desconocidos para mí.
El otro día llegó entonando una melodía que dice más o menos así: “Bailemos con el tuca, bailemos con el nazo, bailemos con el tuca tuca tuca nazo”. Canciones sin nada de cerebro pero ella es feliz así y yo la respeto.
En cambio, en la estación, tiene que chutarse la música que me gusta a mí.
Y ella no respinga nadita, sólo me dice que con esa música no voy a encontrar mujer. Deep purple, Led Zepellin, Black Sabath, Skid Row, AC/DC, Kiss, L.A. Guns, Mötley Crüe y grupos de ese estilo son los que tiene que oír. Nombres completamente desconocidos para ella.
Rosaura dice que nada mejor que una buena taza de café para permanecer despierto toda la noche. A mí me repatea. Simplemente no lo tolero. Ya sea de Veracruz, Comala o Colombia no lo soporto.
No niego que huele bastante bien. El aroma del café recién hecho es inigualable, casi puedo decir que es muy similar al del tabaco. Son aromas inenarrables. Pero de ahí a que me tome una taza es otra cosa. Simplemente mi estómago, maltrecho por el trato que le ha dado en la vida no lo soporta, y al primer trago ya pide esquina, y eso que aún no llego a los treinta años aunque poco me falta.
Rosaura ha de andar por los cuarenta a lo mucho… no más…
Rosaura y yo nos contamos nuestras desavenencias. De fondo siempre hay una guitarra estruendosa que nos acompaña, Nirvana por ejemplo. Ella enviudó gracias al azar. Fue con una cafeomancista a que le predijera el futuro y le dijo que pronto iba a enviudar y que cuidara a su marido.
─Qué le voy a cuidar a ese guevón, ─pensó Rosaura─, que se muera siguió pensando mientras la adivinadora seguía hablando.
Y es que Rosaura amaba mucho a su marido. Pero éste de pronto, de un día para otro le empezó a pegar. De la noche a la mañana, sin decirle agua va: tun tun tun y moretón. Tun tun tun y sangre en la boca. Por eso Rosaura quería que se muriera (y cuanto antes mejor). Fue el tiempo, también, en que su marido se dedicó más al trago que al trabajo.
Por eso Rosaura fue con la lectora del café. Su consigna era bastante buena. No cobraba nada hasta que no hubiera resultados, y si éstos no se daban el trabajo era gratis. De fondo musical sonaba una canción de Pink Floyd cuando me lo contó.
Entonces la pitonisa le leyó el café. Le dijo que su marido iba a sufrir un accidente, que tendría que buscar (obvio) trabajo, y que uno de sus hijos quizá la sacara pronto de trabajar primero y de pobre después. A veces creo que estas personas dicen lo mismo en cada sesión.
Seis meses después, y ya cuando Rosaura pensaba en no pagarle nada a la pitonisa esta. ¡Zas! Sucede que pasó todo lo que le había dicho que le iba a pasar. Su marido en efecto sufrió un accidente y se murió. Era maestro albañil e iba hasta el gorro de borracho y allá fue a dar. Suelo. Cayó de un décimo piso y no vivió para contarla. Dicen, los que vieron el patético espectáculo, que ni las manos metió y que nada más se fue de boca.
Meses antes Rosaura halló trabajo. Primero aquí en la radiodifusora. Trabajar de noche le permitía no ver llegar borracho a su marido. También le evitaba algunos golpes o gritos y cosas de esas. Porque cuando ella llegaba, después de ir a recoger a sus hijos a la casa de su mamá. Rodolfo estaba prácticamente muerto, en calidad de bulto por decir lo menos.
Sin embargo, Rodolfo pensaba que su mujer trabajaba de puta.
─¿Quién que se diga decente trabaja de noche?, ─le reclamaba Rodolfo a Rosaura. Y lo que más coraje le daba a Rodolfo es que su mujer todavía estaba de bastante buen ver.
Luego, una comadre de Rosaura, Lupita, la metió al Seguro Social. Rosaura ocupó el lugar de Donaciano que falleció días antes de un ataque fulminante al suyo cardio. Y como vivía solo nadie lo atendió.
Lupita es trabajadora social. De esas que se enteran santo y seña (el huevo y quien lo puso) de lo que pasaba en el hospital. Así que en cuanto se enteró de la muerte de Donaciado, rápido propuso a su comadre para el puesto. Y Rosaura, un lunes del mes de abril ya estaba trabajando en la flamante clínica del Seguro Social.
Así la adivinadora cobró sus dos mil pesos por sesión. Pero los valía y vaya que sí.
La muerte de Rodolfo no fue entonces nada sorpresivo para Rosaura. Se podría decir que la esperaba. El día de la velación ni parecía sufrir, al contrario, se le notaba en el rostro un gesto malicioso como si le hubieran quitado un peso de encima. Y vaya si se lo quitó.
En cambio sus hijos eran un mar de lágrimas. Ella los consoló con un: “Qué le lloran a ese ingrato desobligado”. Y cuando bajaron la caja a lo más oscuro de la fosa, Rosaura sólo atinó a decir: “Pues a otra cosa mariposa, muerto el perro se acabó la rabia”. Se dio media vuelta y esperó a sus hijos a la entrada del panteón.
Cuando me contó esto los Iron Butterfly sonaban de fondo con su éxito In a gadda da vida. Dio una fumada a su tabaco y lo apagó estrellándolo con cierta rabia dentro del cenicero. Me acordé de una greguería de Ramón Gómez de la Serna: “La saña de una mujer está en la forma en que apaga un cigarrillo”. Y había quedado más que demostrado el odio que sentía aún por Rodolfo.
Rosaura le tomó mucho aprecio y fe a su adivinadora “de cabecera”. Que con una simple taza de café podría predecir el futuro. A ella le cambió la vida.
─Y podría ser la oportunidad de que te le cambie a ti, ─me decía cada que tocábamos el tema.
Sólo faltaba que uno de sus muchachos la sacara de trabajar primero y de pobre después. Y la “nena”, hija mayor de Rosaura estudiaba medicina. Si todo iba como hasta ahora ella podría ser su posibilidad. Si se encontraba a un hombre bueno pensaba de cuando en cuando Rosaura.
A mí me insistió a que me diera una vuelta con la adivinadora. Nada perdía y a la mejor mi vida mediocre cambiaba.
─Al fin que no le tienes que pagar hasta no ver resultados ─me dijo─.
Y bueno, tenía de pronto razón. La cuestión es que necesitaba tomar una taza de café, y en los residuos que quedaran al fondo, entonces sí, la adivinadora podría predecir mi futuro según las borras del café.
Yo por alguna razón siempre me había negado. Hasta ese día que decidí ir. Ya no quiero que me vean la cara. A la mejor lo que le pasó a Rosaura fue pura suerte de la buena. Y yo nunca me caracterizado por tenerla. Nunca me gané nada en nada. Y mi suerte no iba a cambiar ahora, no tenía porqué cambiar. Además, odio el café. No lo soporto, y aunque no he negado que huele bastante bien. No logro creer cómo con su lectura (como me pasó con las cartas), me puedan decir mi aciago futuro.
No concibo esa extraña relación. En que con su lectura salga del letargo en que vivo, si desde que tengo uso de la memoria he cometido siempre los mismos errores, dijera José Alfredo. Y no sólo una vez, sino varias como según lo indican las sagradas escrituras.
Sin embargo fui. Me acompañó Rosaura. La adivinadora, en su papel, nos recibió en el quicio de su puerta. Artilugio en cabeza, ojos pintados, cejas remarcadas, miles de pulseras en muñeca izquierda, ropa holgada y nos hizo pasar. Con voz sepulcral dijo que esperáramos nuestro turno. Rosaura, con un gesto, me dijo que todo estaba bien.
La casa se encontraba a oscuras. En la pared colgaban miles de cosas. Supercherías de adivinación no sé describirlo bien. La cuestión era tomar una taza de café. Platicar con la adivinadora sobre mi peculiar situación actual, terminarlo y dejar que ella hiciera el trabajo.
La taza era enorme. Para mí que no tomo café la sentí grandísima. La mujer se sentó frente a mí esperando que le contara algo. Por ejemplo; qué me había llevado a tomar la decisión, quién me había recomendado con ella, y varias cuestiones más.
La adivinadora veía que no ingería nada.
Yo pensaba que al primer trago me iba a doler el estómago. Y así pasó. El café era negrísimo, cargado, fuerte y calientísimo. Tampoco me gusta por eso, se acostumbra a tomar caliente y a mí me escalda la lengua.
Todo pasó. Ni me tomé la taza a gusto ni me predijo nada porque concluyó que las borras del café no estaban del todo nítidas. Eso sí. La adivinadora me dijo, según lo que escuchó de mi patética situación actual, que con esa actitud y esta vida que llevo (pero sobre todo con esa música que oigo) no iba a encontrar a ninguna mujer para compañera, ya no digamos novia o amante.
Tomé entre mis manos la mano de Rosaura y salí de ahí. Por supuesto no iba a pagar por algo que ya sabía (de antes) y que además me produjo dolor de estómago durante toda la noche. Lo que me obligó irremediablemente a permanecer despierto, y programar la música (aunque no encuentre nunca mujer) que más me gusta oír.

Bueno... está bien




Luego de que he sido duramente criticado por mis imágenes. Pondré, para beneplácito de mis visitantes, algo más bonito. Pero eso no quita que de vez en cuando vaya a subir porquería y media a mi página, por que así soy, chingue a su madre, que viva la puerquez.
Y seguiré subiendo imágenes de viejas que cojan con uno... dos... tres... ene weyes Cin-cuenta). Pero bueno. Por lo pronto anuncio (apostólico), que he recibido ¡por fin!, mi dotación de libros onde participé; es decir, los del Colectivo de Café. Onde aparece un cuentito mío de mí. Mismo que subiré también a esta maldita (V)ágina, para que no anden diciendo, y mucho menos pensando, que no más subo puras viejas cogidas...cogiendo y con las patononas abiertas, enseñanado hasta las amigdalas, a mí dalas... pero bueno... por lo pronto subo una imagen de la portaduca del mentado libraco (que ya sabes mi Yovan, precioso, mi héroe chingadamadre, un ejemplar es para ti, mi rey). Saludos y si alquien quiere ejemplares. Bara bara bara...

Tuesday, December 02, 2008

Dime vaquero

Vaquero a morir

Siempre Vaquero




Un hombre no hace a un equipo. Eso es cierto. De lo contrario el término no sería entonces "equipo" o grupo o clan, tribu, sino uno, y una persona no se puede denominar grupo. Lo que sí es cierto, es que desde que regresó, luego de tres partidos sin actividad tras una lesión en el dedo meñique de la mano derecha, el quarteback titular de los Vaqueros de Dallas, Tony Ramiro Romo, ha llevado al equipo de la estrella solitaria a tres victorias de manera consecutiva. Lo que Brad Jhonson no pudo hacer frente a rivales como los Gigantes de Nueva York. Es innegable que Tony Romo es el alma del equipo favorito de américa. Pases seguros, movilidad en la bolsa de protección y una efectividad del 800 por ciento en cada partido, son sólo algunas de las cualidades que ofrece el joven titular de los Vaqueros de Dallas y novio oficial de la cantante Jessica Simpson. Le viene un cierre complicado al equipo de américa. Midiéndose ante rivales de grupo como los Gigantes de Nueva York y las Águilas de Philadephia. Pero los seguidores del equipo de la estrella solitaria estamos convencidos que de la mano de Tony Romo, seguido por Marion Barber que mueve el balón hasta 20 veces por encuentro para 300 yardas (promedio) por encuentro, y acompañados por el ataque aéreo del polémico y controversial TO (Terrel Owens), podemos decir que equipo está listo para los juegos de Play Off. Primero tendrán que dar cuenta del archirival (por años) que son los Acereros de Pittsbourgh y después un gane ante Gigantes, lo que meterá de lleno a esta escuadra a los juegos de Play Off de la temporada de 2008. Ahora lo que viene es definir si Tony Romo está listo para un partido de ese calibre, hay que recordar que los últimos dos años en que Tony Romo ha estado al frente del equipo de la estrella solitaria, y jugaron los play off, fueron liquidados en sus respectivos cotejos, lo que demuestra que le falta un poco de madurez al líder indiscutible de este equipo. Esperamos que este año haya sido de aprendizaje y podamos ver a un Tony Romo más solvente en el ataque vaquero, si logra eso, podrá entonces estar listo para llegar al máximo encuentro: el Súper Bowl, y por qué, a levantarse con el trofeo Vince Lombardy, que hasta el día de hoy, pertenece a los todavía campeones, Gigantes de Nueva York, con Eli Manning como timonel.

Friday, November 21, 2008

Después del éxito no obtenido




Bien. Pues después de unos cuantos meses de duro y das, llegó a su fin el taller de poesía intitulado "Sensibilidad y apertura poética", que impartí por varios mesesillos en las instalaciones del bachillerato número uno. El taller sirvió para recolectar material poético (y algunos narrativos), de los chavos del bache para su edición en la colección Experimentales, que si mi memoria no me falla, será el número cuatro. En el trancurso de las sesiones, los alumnos se dedicaron a su creación poética, pero también conocieron y leyeron a otros poetas como: Oliverio Girondo, Roque Dalton, Cintio Vitier, José Lezama Lima, Rubén Bonifaz Nuño, Jaime Sabines, Juan Gelman, Federico García Lorca, Pablo Neruda, Nicolás Guillén, Ricardo Castillo, Efraín Huerta, José Eugenio Sánchez entre otros. El propósito del taller es acercar... sensibilizar... y abrir la brecha poética para que los estudiantes puedan andar el camino. El taller-ciclo poético, me permitió a) Demostrar que hay que más que solemnidad en la palabra P-O-E-S-Í-A; b) Conocer gente diferente y con ganas de aprender; c) Entender un poco el pensar y sentir de los jóvenes; d) Mostrar los dotes de profesor y e) Iniciar a varios chavos en este camino del cual, no hay retorno. El ciclo cerró con el disfrute de la película "Il postino", "El cartero", que trata la vida y las peripecias de Mario Rupoulo y su encuentro con el poeta chileno Ricardo Neftalí Reyes Basoalto, mejor conocido como Pablo Neruda. Y con después al éxito no obtenido, de terminar hasta diciembre, el cierre del ciclo poético se tuvo que adelantar puesto a que tengo, a partir del sábado venidero, un curso de Indesing, que a decir verdad, aún no entiendo en qué me podrá servir. Fonos.

Calaverota




Calaverota
(para todos mis compañeros de publicaciones
con todo respeto y cariño de este niño).


La muerte rondó publicaciones
y entre libros, papeles y correcciones
a todos les fue dando sus arremangones.
Empezó con Guille, nuestra jefa
que siempre con el teléfono en la oreja
le dijo simplemente:
─Jefa, no pongas tanta queja
agarra tus chivas y a la reja
para que descanses tú y tu oreja
que cada día noto más rejega
ante tanto telefonema.
Y sin más que hacer
y ante tanto placer
nuestra jefa no pudo comparecer
a los designios de tan normal parecer.
Fue entonces con Inés
a quien se le notaba cierta palidez
porque con tanto informe
no se hallaba conforme
de que se publicaran tantos nombres
de personas que a veces ni conoce.
La muerte la vio tan ocupada
que pensó mejor llevársela de pasada.
Después de dar el rondín
por todo publicaciones
tocó el turno de Doña Mary
que desde temprano
con teléfono en mano
atiende todas las llamadas
que entran a la dirección
la muerte la llevó en volandas
cuando con cierta emoción
daba a un escritor
la nota de su dictaminación.
A carlitos la muerte lo agarró en el cuarto oscuro
mientras la parca le estaba pidiendo un ósculo
que ni tardo ni perezoso carlitos no dudó en dar
sintiendo el frío aliento que la muerte tiene al matar.
Para don Pedro la cosa fue singular
la muerte lo tomó de sorpresa
cuando salía Del taurino y sin pagar
donde se le vio por última vez tomar.
Horacio estaba dormido en la silla presidencial
cuando la muerte le vino de sopetón a reclamar
y aunque reclamara, la muerte no se pudo acordar
de lo que Horacio, con tan buen decir
le trataba de explicar
y sin más reclamos la muerte lo empezó a arrastrar.
Don Migue limpiaba los espejos
cuando la muerte llegó
y aunque la visualizó en el reflejo
en un solo movimiento se lo llevó.
Adolfo quedó boquiabierto
y bastante perplejo preguntó:
─¿Es mi turno?
Y sin tanto aspaviento la muerte lo recogió
olvidando que también era bombero
Como su buen compañero:
Benjamín
quien trabajando en el PRED
la muerte no pudo entender
qué cosa era eso de PRED
que estaba lejos de su entender
y entre sistemas computacionales
y dígitos abominables
la muerte detestable
no le dio el punto y aparte.
Contando estaba Martha cuando la calaca llegó
venía atiborrada de folios que Martha contabilizó
y entre cuentas y cheques y firmas
a Martha se le acabó la vida
de contar números sin medida.
A Guille Cuevas también le tocó
y eso que nada más venía de volón
a recoger un libro para su revisión.
Entre tanta intromisión, a Miriam la muerte sorprendió
cuando revisaba casi con emoción
un nuevo libro para su edición.
Beto Vega estaba muy quieto
cuando la muerte lo nombró
con tinta roja hacía la corrección
del libro de computación
del cual no tiene ni tantita emoción
de trabajar como siempre lo hace él, con mucha pasión.
Entre rizos, peinadas rápidas y diseños
la muerte llegó con el Chino
a la muerte le gustaron tanto sus diseños
que frunciendo un poco el ceño
el Chino no tuvo más que seguir su mismo sendero
llevando ya en la mente,
un nuevo diseño que haría para la muerte.
Gloria tomaba un extraño refresco
cuando la muerte llegó en seco
Jajaja, río Gloria con respeto
─Esto no es un refresco.
Y cuando iba a aclarar que era cerveza
la muerte actuó con certeza
y se la llevó con mucha presteza.
A Víctor la muerte le quería tomar del pelo
pero sabiendo que no usa cabello
mientras trabajaba en su compu
de modo muy perplejo la muerte le hizo una jugarreta
y éste creyendo que era un programa nuevo
bajó el archivo completo.
Pero era la muerte que de nuevo
usando la tecnología,
venía en archivo adjunto entero.
Deysi hacía un complejo diseño
cuando la muerte llegó sin empeño
al notar que eran líneas extrañas
la muerte sin patrañas
se la llevó sin marañas
y con guadaña en mano,
no hay quien ponga resistencia
ante fiera presencia.
A don Memo no le causa escalofrío
tan vil complacencia
y tecleando y transcribiendo
la muerte le dijo:
─Anda Memo, vamos para que conozcas el camino.
Y caminando y escribiendo para no hacer charco
muerte y memo se fueron muy tomados de la mano.
A Paco se le veía un poco cansado
cuando la muerte con saco en mano
le llegó. Estaba jugando al solitario
y sin hacer tanto preámbulo
la muerte indiferente
puede tener muy buen contendiente
en todo el continente.
“Alguien tiene que trabajar y ese soy yo”.
Dijo Jimy sonriente cuando la muerte
diempre presente le dijo:
─Jimy, si te llevo a ti, ¿Quién hará el trabajo en publicaciones
te parece bien que lo dejemos a la suerte?
Si tú ganas te dejo, si pierdes te llevo.
Y creyendo que la muerte no hacía trampa
Jimy aceptó la transa
y en un abrir y cerrar de latas
Jimy se encontraba con San Pedro
dándole ahora él lata.
Cuando Carmen llegó, esto era el acabose
unos tantos por allá otros por acá
la muerte había terminado su rondín, pero aún faltaba más.
Carmen tose y tose
a la muerte llamó
no bien había prendido su máquina
cuando ésta por la espalda le llegó.
Tú de esta no te salvas
fue la sentencia que dictó.
Y se llevó a Carmen sin que diseñara la portada
del nuevo libro de Microfinanciamiento,
que no es que vaya lento
sino que ha tenido mucho impedimento.
En eso estaba la muerte cuando de volada
se acordó de pasar por Inés que seguía muy ocupada.
Ahora hacía el POA
que no es que sea broma
la muerte ya no puso soportar
y entre papales la empezó a cargar.
Para el Llanes todo fue ficción (aunque no tanto)
escribía una narración
cuando la muerte, como personaje se le apareció.
Infame Llanes que le creyó,
porque la muerte vestida de Alejandra lo engañó
y con todo y sus marañas por fin se le llevó.
Y así pasó en publicaciones
donde ahora las ánimas de todos los editores
diseñadores y trabajadores
rondan muy de vez en cuando
sobre todo cuando es día de pago.

Tuesday, October 07, 2008

¡Por fin!

Bueno, pues acabó altexto 2008. De hecho terminó desde la semana pasada. Miércoles de la semana pasada, para ser un poquito más exacto. Y terminó dejándome encamado. Esta vez sí me tiró. ¿Compré algún libro?, nada. Tanta actividad no me dio chance de ni siquiera darle una visitada (como a mí me gusta) a la librería. Y es que me gusta visitar la librería y tardarme horas y horas. Esta vez simplemente no pude. Vi por ahí un libro de cuentos de Alberto (tocayo) Dalal, pero de ahí a poder comprarlo, nada. Este año contamos con la siempre grata presencia de los bachilleratos de Colima. La noticia se corrió por varios campus, y cuando en el programa estaba indicado con quiénes íbamos (guille cuevas y un servidor) a trabajar, resulta que se dejaron venir ene cantindad de alumnos que salían, quién sabe de dónde. Resulta que todos los días teníamos hasta dos o tres charlas (o presentaciones). Sí, es divertido trabajar con estos chavos, pero también es muy cansado. Las chicas van con sus falditas cortas... cortas... cortas... pero cortas, y los caballeros pues simplemente van. Se presentaron las dos colecciones en esa semana y dos días de actividad con bachilleratos. Y entre habla y habla... mira y mira... cada alumno salió por lo menos, con un libro bajo el brazo, como dice la canción de Gavilondo Soler. Debo aclarar que las cuentas nunca nos salieron bien. Es decir, siempre faltaba dinero, poco, pero faltaba. Aunque de las cuentas yo no me hice cargo, carajo, por algo estudié letras, la matemática y yo llevamos mucho, pero mucho tiempo distanciados, y no se ve por dónde, ni cómo, lleguemos a entendernos. El caso es que estos libritos se han movido, vendido y revendido por aquí y por allá. Aquí quiero abrir un paréntesis para agradecer a dos amigos. Bueno, maestra y amigo, que colaboraron con nosotros. David Chávez y Lucila Gutiérrez, que desde tierras chilenas mandaron su colaboración para este nuevo proyecto editorial que ahora reunió el material de personajes bien leídos y bien importantes en la literatura universal, y que nuestroa amigos hicieron un epílogo para este material. Sinceramente muchas gracias. Y bueno, después de una jornada del libro universitario altexto 2008, me quedó una gripa que poco a poco se me está quitando, y un maldito dengue que, me impidió ir a trabajar dos días.

NO SE ME IMPORTA UN PITO...

NO SE ME IMPORTA UN PITO...

No se me importa un pito que las mujeres
tengan los senos como magnolias o como pasas de higo;
un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero,
al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de sorportarles
una nariz que sacaría el primer premio
en una exposición de zanahorias;
¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono,
bajo ningún pretexto, que no sepan volar.
Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase,
tan locamente, de María Luisa.
¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos?
¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo
y sus miradas de pronóstico reservado?
¡María Luisa era una verdadera pluma!
Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina,
volaba del comedor a la despensa.
Volando me preparaba el baño, la camisa.
Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...
¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando,
de algún paseo por los alrededores!
Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado.
"¡María Luisa! ¡María Luisa!"... y a los pocos segundos,
ya me abrazaba con sus piernas de pluma,
para llevarme, volando, a cualquier parte.
Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia
que nos aproximaba al paraíso;
durante horas enteras nos anidábamos en una nube,
como dos ángeles, y de repente,
en tirabuzón, en hoja muerta,
el aterrizaje forzoso de un espasmo.
¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera...,
aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas!
¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes...
la de pasarse las noches de un solo vuelo!
Después de conocer una mujer etérea,
¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre?
¿Verdad que no hay diferencia sustancial
entre vivir con una vaca o con una mujer
que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender
la seducción de una mujer pedestre,
y por más empeño que ponga en concebirlo,
no me es posible ni tan siquiera imaginar
que pueda hacerse el amor más que volando.


Oliverio Girondo

Tuesday, September 23, 2008

Jornadas Altexto 2008





Chamacos in-su-recto(s) denme un poquito de su tiempo para informales el calentario de las jornadas alsexo dos mil chocho. ¿Quieren verGA-lería Universitaria...?, mis chamacos... se los dejo caer... Óraleeeeeeeeee.

Tuesday, September 09, 2008

Puras mamadas




Puras mamadas
(crónicas defenestrantes)

Me da risa, pero también me da coraje. Me da risa, porque el gobierno del estado, a través de su secretaría de cultura, en el mes de la lectura y el libro se pararon el cuello diciendo que regalaron (y aparece una cifra exhorbitante de libros), y que pegaron (y aparece otra suma exhorbitante de calcomanías) y es verdad, lo hicieron. Qué desperdicio de papel, pineso yo, y no sólo yo, miles más. Qué derroche de dinero. Pero según ellos están trabajando. Está bien. No hay que quitarles la absurda idea.
Resulta que estaba el otro día caminando plácidamente (media hora de caminata diara), y observé dos camionetas, muy bonitas, muy del año, muy cafés, aparcadas (gringuismo españolizado) cerca de un conocido colegio popof, sí, de esos donde la crema y nata de Colima, llevan a sus respectivas natillas a hacerse hombres de bien. Pura pinche postura, pos qué.
Decía pues, antes de que me azotara este exabrupto. Que yo estaba myu campante. Sábado de mañana. Caminaba rumbo al bachillerato número uno a dar mi taller de poesía (sí, suena como a putito recién cogidó, pero qué quieres my deivid, tenía que tener un nombre).
Así, libro en mano (el que estaba leyendo en ese momento, para los que no me conocen estaba leyendo Chiquita de Antonio Orlando Rodríguez) pasé por donde estaban esas dos camionetonas. En la parte posterior, de cada camioneta, se leía la leyenda "AL LEER VIVES MUCHAS VIDAS". Repito, en las dos.
Me dio orgullo y pensé que la secretaría estaba haciendo bien su chamba (eso no está en duda), ellos regalan, pegan, pintan paredes, hacen pendones, giran por todos los municipios, hacen lo posible, pues, pero no basta.
El niño, hijo del magnate dueño de la dichosa camioneta. Quería, (a fuerzas de la voluntad de su padre), que fueran al Zentralia a que le comprara un libro. Fue lo que alcancé a oír al paso. El padre, todo osco, huraño, de esos "nuevos ricos", con mucho folklore en la forma de vestir, y sendo reloj, pulsera, anillo y collar o cadena (sólo los perros y otros animales usan cadena al cuello), le dijo que no. Rotundamente no. No para qué. No. No. No. Y nada más que no. Ese fue el fallo.
Entonces me quedé pensando ¿y dónde queda esa calca de que al leer vives muchas vidas?, el niño le estaba pidiendo un libro, no un maldito juego de video, no una chingadera peor, un ofensivo y tierno librito. Vale verga.
Su excusa final fue que, como ya había pasado el mes del libro juvenil e infantil, los libros ya no iban a estar en oferta. Y volví a pensar, ¿y todo ese lujo, camioneta acá, joyas acá, pantanlón acá?
Y agregó -si te portas bien, el año que entra vamos a esa feria y te compro lo que quieras-. Y me volví a quedar pensado. Ah, qué cosas. Y si la secretaría de cultura el año que entra no hace ni madres, el niño perdera otro año más sin su famoso libro.
Yo de plano mejor le quitaba esa calca a mi camioneta. Me dejaba de mamadas y le decía al niño la verdad...

Wednesday, September 03, 2008

Una flor para otra flor

Una flor para otra flor


Alberto Llanes


Me da mucho gusto escribir, para esta edición, un texto introductorio a la obra Flores de sal de la amiga Magda Escareño.
A Magda, como le llamamos quienes la conocemos dentro del ámbito de la cultura, la conocí hace algunos años cuando fui a ver al foro universitario Pablo Silva García, una obra de teatro donde ella era la única actriz (monólogo extenso de una pieza teatral que llamó mucho mi atención porque al parecer no iba para ningún lado pero que al final tenía su razón y que comprendí después, en la tranquilidad de mi casa).
Hasta ese momento yo no sabía nada acerca de Magda, pero poco a poco (como todo lo que se hace en esta vida) la fui conociendo y también a su trabajo.
Yo no sabía que tenía un grupo de teatro que se llamaba o llama Hiperestesia, que era la escritora de varias obras de teatro, que también sabe hacer cuentos y mucho menos, que escribía poesía.
Además de ser una excelente promotora cultural, sobra decirlo. Yo no sabía nada de eso.
Esto de lo que estoy hablando ocurrió hace ya varios años, cuando yo era apenas un incipiente joven Cedart (es decir, estudiante de Bachillerato).
Por eso me da mucho gusto que haya confiado en mí para escribir estas líneas a manera de introducción a su nuevo libro que lleva por título: Flores de sal, editado por nuestra máxima de estudios.
Uno más a la cuenta de nuestra versátil autora.
A mí, que me ha tocado la labor (por decir algo completa) de la hechura de este libro, puedo decir que lo he visto, junto con la poeta, desarrollarse y crecer.
Me ha tocado tenerlo en hojas tamaño carta (como llegan todos libros a la Dirección General de Publicaciones de la Universidad de Colima), verlo en su versión digital y de ahí tenerlo diseñado (en su primera etapa de formación), hasta el proceso de impresión, todo este ir y venir del libro para su formación Magda lo sabe y lo conoce bien (como autora de varios libros más) y se lleva mucho tiempo.
Entre que pasa por un proceso de dictaminación, un proceso de edición, uno más de diseño y otro final de de impresión. Todo para que al final quede conformado como libro.
Mientras todo esto sucede con la impresión de un libro, pasa el tiempo suficiente como para darle al creador (a Magda) la oportunidad de seguir haciendo lo que sabe hacer mejor: crear (poesía, teatro, cuento etc.) e incluso actuar (grandes pasiones sin duda de la autora de Flores de sal).
Así en este caso.
En este compendio vamos a encontrar una recopilación de textos que hablan de flores.
Yo no conozco mucho de flores. Pero sí conozco, sí he conocido (a lo largo de varios años ya) el trabajo siempre inagotable, siempre eterno de Magda Escareño.
Y en varios ámbitos: promotora, escritora, actriz y poeta, incluso vendedora de obra suya o de alguien más.
Estos poemas pueden llenar nuestro cuarto de flores, o el cuarto de quien sea.
Al leer cada uno de los apartados de este libro, es como si entráramos a un huerto, qué digo huerto, una florería, un sitio donde se encuentra el comprador con la más exquisita y variada colección de flores. Pero también nos topamos con la sala donde las flores se marchitan, y es cuando la poesía cambia drásticamente de tono, y se vuelve intimista, dolorosa, fuerte, sola.
El comprador a su paso por esta vereda va encontrar variedad, perfumes, tonalidades, olores, fragancias qué sé yo de cada una de las especies ahí reunidas.
Así es el viaje que nos ofrece Flores de sal, que de entrada, con el puro título nos regala una de las tantas y muy bellas imágenes que podemos encontrar dentro de este compendio.
Sin embargo, a la mitad del texto los poemas cambian, sigue el tono, los nombres, las citas a las flores pero no así su fuerza poética que nos embriaga por lo fuerte y lo profundo de la poesía que nos ofrece la autora, en un tono más confesional, íntimo y encarnado.
Este el juego que lleva intrínseco Flores de sal.
Ya el lector se dará cuenta de estos vericuetos que entreteje el poemario. No todo es la felicidad de los primeros versos, y esto se nota con los poemas más extensos, cambios de ritmo, de sentimientos y sensaciones que encontramos.
Dejo pues al lector con el regusto de las flores, pero también con su desencanto cuando pierden su aroma, su color, su esencia, su significado.
Gocemos su aroma, sus colores, su tamaño, su diversidad y su forma. Y también la otra parte, cuando se marchitan, cuando ya no sirven y nos duele verlas y nos lástima tirarlas y no queremos pero ya no nos ofrecen la hermosura, gracia y alegría de antes.
Así el poemario cuando se abre a ese lado dócil, profundo y de mucha soledad de la poeta.
Si uno tiene o quiere visitar a un pariente enfermo bueno sería llegar con el libro de Magda bajo el brazo, y como un ramillete dárselo a leer para que con este viaje al fondo de los más intrincados gustos florales recupere poco a poco la salud y el gusto por la vida, que aunque a veces amarga, fuerte, perversa y de cambios, también es parte de ella.

Wednesday, August 06, 2008

Remedios contra el estrés




Este jueves, a las ocho de la noche, en la Pinacoteca de la Universidad de Colima, se presentará el libro Remedios contra el estrés del escritor, ensayísta y columnista mexicano Juan Domingo Argüelles.

Veinticinco aniversario de un ojo vigilante




Veinticinco aniversario de un ojo vigilante


ALL


Es un gusto para la Universidad de Colima compartir con todos ustedes la poesía del poeta Efraín Bartolomé.
El maestro Miguel Ángel Aguayo López, rector de la Universidad de Colima, como promotor entusiasta de la lectura y de la mano de autores como Efraín Bartolomé ha asumido la tarea de publicar libros cada vez de mejor calidad, contenido y diseño.
En la Universidad de Colima estamos conscientes de la importancia de estas acciones si queremos llegar a más lectores; sin dejar de lado, claro está, la divulgación científica que aunque toca a un público especializado también es compromiso universitario.
Por lo mismo nos enorgullece la participación universitaria en este acto que promueve la Cátedra de Literatura y Artes Agustín Yáñez y hacemos extensa una felicitación para cada una de las prestigiadas instituciones culturales que la respaldan, así como a la familia de este reconocido escritor, uno de los más representativos de la cultura mexicana de la primera mitad del siglo XX, por haberla instaurado para la creación y promoción de la cultura y para honrar y recordar al magnífico literato, maestro, filósofo, político, Agustín Yáñez, muy vigente por sus novelas Al filo del agua, Las tierras flacas, Ojerosa y pintada entre muchas más.
Ojo de jaguar es el libro más grande que ha publicado la Universidad de Colima, en edad y en tamaño. Aunque consideramos que la poesía de Efraín Bartolomé no requiere esos grandes formatos, nos pareció que este gran libro, por su contenido, también debería destacar en el librero, en la mesa o en la cabecera de la cama porque es para ser leído y releído, para vivirse una y otra vez, para no perderlo de vista.
Además, los veinticinco años refieren crecimiento y como el mismo autor lo demostró al agregar textos hasta ahora inéditos, quisimos que se viera reflejado en el diseño.
Igualmente rendimos honores a la primera edición de Ojo de jaguar, publicado por primera vez en 1982 en las célebres ediciones de la revista Punto de Partida.
La visión de los coordinadores Sergio Briseño y Verónica Zamora y del editor Carlos Ramírez nos enorgullecen por que es talento netamente colimense.
Y por eso nos complace presentar y dar a conocer, esta edición de lujo y conmemorativa, realizada en la Dirección General de Publicaciones de la Universidad de Colima, y en coedición con la editorial MonteVenus, dirigida por los poetas Sergio Briceño y Verónica Zamora.
Que como bien lo dice en la presentación de esta edición el maestro Marco Antonio Campos: “en 1982 sólo unos cuantos admiraron a un poeta con la capacidad de hacer versos contundentes”. De crear imágenes inimaginables, aún incluso para el Ojo de jaguar mismo.

Ahora, veinticinco años más tarde y con la madurez que da el tiempo. El poemario vuelve a nosotros envolviéndonos en una atmósfera penetrante que nos asfixia de naturaleza, que nos empaña de selva y que nos recuerda que el poeta con su poesía es contundente, mordaz y feroz como el jaguar.

En esta edición, por su tamaño, los versos se pueden apreciar perfectamente.
Es confortable ver en hojas grandes los poemas del autor chiapaneco. Que nos empape de Chiapas, que nos ahogue con el aroma de la selva, porque es notable, y el poeta aquí lo deja ver muy en claro, que su preocupación es hablar de la tierra que lo vio nacer.

Dejemos que el poemario nos aprisione cantándonos con una danza lentísima la hermosura de Chiapas. Y dejemos que el jaguar con su canto, su rugido, su atenazado ojo nos vaya llevando por los recovecos de estas hermosas imágenes que nos regala ahora… aquí… el poeta.

La Universidad de Colima agradece a Efraín Bartolomé su confianza para la publicación y distribución de este gran libro, y a MonteVenus el compartir sus logros.

Enhorabuena por el libro, por el poeta y por quienes tendremos la fortuna de poseerlo (sólo se imprimieron 300 foliados y con firma del autor) para leerlo y releerlo, para vivirlo y por su contenido, tamaño y color, no perderlo de vista nunca.

Wednesday, July 30, 2008

Crónica de la melancolía infinita



Foto: Julio César Zamora






Crónica de la melancolía infinita

Julio César Zamora/Alberto Llanes

Dos infantes y un hombre de bronce frente a una fuente de piedra son el hechizo central del jardín. A un costado, decenas de niños se deslizan sobre los juegos mientras otros prefieren la arena.
Pero esto es relativamente nuevo, junto con las mesitas de metal que tienen la factibilidad de conectarse a un enchufe por aquello de que nuestra lap-top no trae batería. Y poder navegar y disfrutar de una tarde preciosa sí, calurosa también, mientras pájaros, bullicio, gente que va y viene y un pequeño mercadito artesanal nos ambientan mientras platicamos (vía net, por supuesto), con un amigo cien por ciento colimense que anda estudiando en la ciudad chilena de Concepción y nos pide que le describamos el jardín Torres Quintero de sus amores.
Si estuviera aquí David, lo primero que diría después de ojear el andador: “la de blusa anaranjada me gusta para madre de mis hijos”, o, “la de anaranjado me recuerda que siempre es mejor ver a las mujeres en un jardín que en un antro”.
Y es que ahora con la modernidad (que ya también le tocó al Jardín Torres Quintero) mujeres variopintas sacan sus computadoras portátiles y se sientan a disfrutar de una tarde que se antoja sudorosa pero gráciles enseñan también sus celulares y café en mano teclean, mueven el mause, platican, toman un trago, observan a su alrededor, saludan a los amigos (y es que acaba de pasar Rafael Araiza) y así son las tardes en el Torres Quintero, incluso podemos encontrarnos con algún político o alguien muy conocido o de renombre de la sociedad colimense.
Una señora felicita a dos jóvenes por ocuparse de “cosas positivas”, una familia completa bebe agua fresca mientras el niño corre a la fuente y regresa por sus papitas; una muchacha de piernas largas roba el aliento del grupo de señores con sombrero; dos turistas se toman la foto junto a la efigie de nuestro ilustre profesor Torres Quintero; y por allá, cerca de los contrafuertes de Catedral se distinguen los boleros como don Naranjo escuchando la XRL a la vez que trabaja con el cepillo y la grasa.
Pasa el paletero ofreciendo su producto. Y es que “el calor está bien fuerte edá”, edá le digo a mi colega que comparte su lap-top, su tiempo, su energía, su música y esta escritura conmigo. El desfile de chicas en prendas diminutas no termina, como el borboteo incesante de la fuente central. “Qué calorón hace”. “Ajá” respondo. Hace mucho mucho calor, mientras un vientecillo disipa nuestras ansias. Recuerdo que el edificio (palacio de gobierno), en sus mejores tiempos tenía más actividad de personas. Pero se ve bien así, con poco ajetreo de gente que va a arreglar asuntos varios. Y recuerdo que la librería Educal antes era receptoría de rentas. Y en eso pasa una señora con su hija y no tengo más remedio, que echarle una mirada a sus muy abultadas…
Las palomas ya forman parte esencial de la imagen en este jardín; a veces edén transformado los fines de semana con globos, payasos, artesanos, paletas, novios y familias; sin embargo, los días como hoy nunca terminan, nublado o con sol, es como una mañana eterna o una tarde extendida. Pero a cualquier hora hay una banca desocupada, un espacio para sentarse y dejar de pensar en las dificultades del mundo y las tormentas del hombre. A veces, es necesario abandonarse mientras pasa la tarde.
Me pregunto si llegaré a viejo. Mi madre y mi mujer creen que con el tren de vida que llevo no, que no lo voy a lograr. Yo no lo sé. Y me lo pregunto porque de viejo me gustaría sentarme en una banca y contemplar la tarde, la vida que para algunos apenas comienza y que para mí ya se está terminando. Y juntarme con los que ahora son mis amigos (que tendrán la misma edad que yo) y simplemente, como lo hacen nuestros viejos. Simplemente recordar nuestros días. Nuestras andanzas. Nuestra vida. Nuestros sueños. Y nada mejor que hacerlo sentado en una banca y con música de Edith Piaff de fondo, que salga de una de las computadoras. Como yo ahora hago lo mismo.
Hoy una mujer marina me ha dicho que soy “hombre de agua” por preferir a las “mujeres de fuego”, esas que en vez de alma tiene una brasa encendida y corazón de lumbre. Yo lo ignoro, desconozco si soy de agua, pero es necesario partir de aquí.

Friday, June 13, 2008

Fingidor

Subimos a continuación una colaboración del amigo Jorge Vega, publicada en el suplemento cultural del Ecos de la Costa: AltaMar.



SEXTANTE
FINGIDOR
Jorge Vega
Jaime Velasco, como uno de los heterónimos del poeta lusitano Fernando Pessoa, narró
en el escenario del teatro Hidalgo, este miércoles por la noche, su vida, la de su creador y la de todos los creadores verdaderos y anónimos del mundo y de Colima. El monólogo, que se llama Vengando a Pessoa, fue escrito por el novelista y poeta César Anguiano y es actuado con una tremenda honestidad por Jaime Velasco. Es un proyecto apoyado por la Secretaría de Cultura de Colima, en el que intervienen más de diez personas y que aún tiene más presentaciones por delante.
Fernando Pessoa, un hombre que sólo vivió 47 años, que no fue conocido por su obra mientras vivió, que jamás tuvo casa propia, novia conocida, que trabajó siempre como oficinista, y que en la actualidad es de los autores más vendidos en el mundo, fue un artista que logró entender y transmitir, como muy pocos, la soledad humana, la extrañeza de vivir y el absurdo de la existencia.
Tomando esos elementos, y tras un viaje profundo por la obra de Pessoa, César Anguiano redactó un texto donde articula la historia del máximo poeta portugués con la vida de los escritores colimenses y del país que aún respiran y que hablan desde su propia voz, aunque vivan en la pobreza. Además, el monólogo les sirve a sus
creadores para criticar situaciones de nuestra sociedad que les parecen absurdas, ofensivas y crueles, como la necesidad que tienen algunos profesores y gobernantes de callar a quienes cuestionan siempre las figuras y pensamientos de autoridad,
o la decisión que toman muchos de vivir como mulas de carga, yendo de la casa al trabajo y de allí a la casa, sin decidirse jamás a ser hombres o mujeres con gravedad propia.
Se llama Vengando a Pessoa porque en vez de poner a Jaime a recitar poemas bonitos, su autor habla de la vida difícil que llevó este gran poeta, de la vida dura que llevan los ceros-a-laizquierda que se dedican al arte y de lo fácil que nos engañamos todos para callar, para decir que todo marcha bien, que nuestra vida es perfecta y que aquí no ha pasado nada. Más que convertir la obra en un recital de poesía para no despertar a nadie, el autor quiso que el público tragara prosa,
que tragara realidad.
La obra combina el texto de César Anguiano con fragmentos en off tomados del Libro del desasosiego y de diferentes poemarios de Pessoa. Jaime Velasco, quien seleccionó los poemas, muestra su don para la actuación cambiando de un universo al otro sin perder la credibilidad. De ser durante un momento el Pessoa que recorre una buhardilla pobre, con el cigarrillo en la boca y una copa de licor en la mano, se convierte en seguida, ante la vista de todos, en él mismo, en un Jaime Velasco que narra su propia historia, sus accesos de locura, los más de treinta años que ha dedicado a la actuación y su escandalosa falta de dinero.
Aunque hubo momentos en los que pareció olvidar el texto, Jaime Velasco es capaz de llenar con su sola presencia todo un escenario como el del Hidalgo. Maneja, además, el lenguaje simbólico de la escena con naturalidad y frescura. Traza dos grandes escenarios, dos universos, uno actual y otro ubicado en la Lisboa de principios
del siglo veinte, que cruza al final para salir disparado hacia otros territorios portando un paraguas blanco.
La obra se apoyó en la escenografía de Alfredo Medina, la música de Miguel Ángel Cuervo y en la iluminación de Luis Enrique Jiménez. Este monólogo muestra cómo es posible dar el salto al vacío, dejar atrás los modelos de escritura exitosos o de moda, y comenzar a escribir textos verdaderos. En el monólogo es posible sentir,
gracias a la fuerza de César y Jaime, cómo palpita (tibio y un poco tímido aún), el corazón de Colima, el alma de nuestra ciudad, de la gente que ha nacido o que vive aquí. Tal vez por eso los asistentes sonrieron con las claves locales y algunos
hasta dejaron escapar algunas lágrimas.
Sí, al monólogo le faltan algunos ajustes,correrlo varias veces, pero ya muestra (y esto tal vez no lo entienda nadie, sólo unos pocos, quienes ahora escriben) que sí es posible crear, a partir de nuestras debilidades, de nuestras miserias, de nuestro provincianismo y falta de fe, universos capaces de dialogar en igualdad de ondiciones
con las grandes creaciones de la humanidad.
Digo esto porque se trata de una obra escrita por un colimense y actuada por otro, que aborda problemas universales con honestidad, y no sólo es
un trabajo "colorido" y "folclórico" para los extranjeros, para el turismo, un trabajo "experimental", ni la puesta en escena de obras y musicales extranjeros (en inglés, of course).
La obra, que puede ser considerada como una tragicomedia, termina en ritmo ascendente con el hermoso poema de Pessoa titulado "Autopsicografía":

El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
que llega a fingir que es dolor
el dolor que en verdad siente.
Y los que leen lo que escribe
del dolor leído sienten,
no los dolores que él tuvo
sino el que ellos no tienen.
Y así en los raíles gira
divirtiendo a la razón
ese trenecito de cuerda
que se llama corazón.

Se escucha a lo lejos un tren, que se acerca. Pessoa abre la ventana de su cuarto y salta al vacío con un paraguas blanco, hacia la muerte por cirrosis o hacia esos otros mundos que llegó a construir mientras tuvo vida, y que palpitan con fuerza cada vez que un lector abre uno de los libros escritos por sus múltiples heterónimos (no pseudónimos, sino poetas con su propia biografía y filosofía), entre los que destacan Bernardo Soares, Álvaro de Campos, Alberto Caeiro, Ricardo Reis y ahora Jaime Velasco.
La obra fue estrenada el miércoles 11 de junio, con una función extra el jueves 12, en el teatro Hidalgo de esta ciudad. Un día después, el viernes 13, Pessoa cumpliría 120 años de vida.

Vengando a Pessoa




Voy a ser humano por primera vez. Tan si quiera a comportarme como uno, pero... ¿cómo jijos se comporta un humano? Diario nos levantamos, preparamos el desayuno y salimos rápido para el trabajo porque se nos hace tarde. ¿Eso es comportarse... ser un humano? Esto lo hacen los animales, todos los animales hacen lo mismo. Cuidan a sus crías, las alimentan, pero viven bajo el yugo del jefe de la camada. Así el hombre.
Pues sí, Bunny y yo nos dirigimos al teatro al Hidalgo. Ahí, el amigo, el maestro, el actor, el polémico (pero bien admirado Jaime Velasco) presentó su más reciente trabajo.
Y como Chespirito, escogió los días once y doce para hacerlo.
Una obra fuerte sí, agresiva también que hacía falta en Colima, porque los artistas siempre somos los únicos que nos atrevemos a hacer cosas, y a decirlas, a escribirlas, a actuarlas, a pintarlas, a tocarlas, a disfrutarlas y la gente no sabe si escribiendo, actuando, bailando, cantando, tocando algún instrumento, pintando, restaurando (como nuestra buen amiga en todos los sentidos Wendy)podemos vivir, ya no vivir, comer un día.
Vengando a Pessoa (escrita por otro buen amigo César Anguiano), habla de todas estas desavenencias que sufre el artista.
Pessoa fue un genio, pero como genio vivió; es decir, en el olvido, en la miseria, acorralado en un Portugal que lo ahogó, que lo asfixió, que lo orilló a la soledad más terrible, más cabrona, más sufrible que se puede imaginar.
Y es que, con un sueldo miserable cómo se puede vivir, repito, ya no vivir, comer un puto día, ya no digamos una semana, una quincena, un mes carajo...
Pessoa fue un gran escritor (no para su época), porque no vivió de eso, sino después, como todos los genios, como Vincent Van Gogh que se hizo famoso, rico, millonario (antes de ver su sueño hecho realidad, vender un cuadro) cuando ya no le quedaba más vida que regalarnos, más cuadros que pintar, más colores que combinar, más locura que entregar, más vidas por pintar.
Así Pessoa, se hizo famoso una vez que murió, el año pasado fue el autor más leído, pero... ya para qué se preguntará él mismo. En vida sufrió lo que sufre cualquier genio, vivir solo, en la pobreza y para escribir sin publicar, para escribir sin ganar un centavo, para escribir sin que nadie en su tiempo lo leyera.
Cuando a Jaime Velasco le encargan hacer un trabajo sobre Pessoa su primera reacción fue: "Ja, el fracasado 3569 va a montar una obra sobre el fracasado 1223, qué irónica es la vida pero así es esto", dice Jaime, y tiene razón.
La vida es irónica. En Portugal y todo pero Pessoa fue un fracasado (para la sociedad), como quizá lo es Jaime Velasco en Colima (también para la sociedad), aunque para mí no lo sea pero... qué importa la opinión de un bloguero también fracasado que no tiene ningún comentario a las diatribas que escribe, a la pornografía que sube, a las encuestas que hace.
Jaime Velasco fue el maestro, el que me enseñó a hacer teatro, el que me enseñó el gusto por las obras (el verdadero arte junto con Miguel Ángel Cuervo, a quien admiro y estimo), para mí no es un fracasado, pero con un sueldo de mil 300 pesos a la quincena nadie, por muy chingón en su área que sea, pero nadie puede vivir chingadamadre.
Jaime también come. Jaime también viste. Jaime también paga renta. Jaime también necesita calzado. A Jaime también se le antoja una pinche mujer carajo, y las mujeres cuestan. A Jaime le gusta el cine (¿Cuántas veces Jaime Velasco no hemos ido al cine juntos, cabrón, aún incluso a riesgo de que la gente piense que somos putos, sí PUTOS).
Pero que se vaya a la mierda la puta gente. A Jaime lo quiero un chingo, sí, leyó usted bien, lo quiero un chingo porque ahora es mi amigo. Y de cuando en cuando compartimos la mesa juntos para comer y platicamos de lo jodidos que estamos, de que todo vale verga, de que la Secretaría de Cultura es una mamada, de que la cultura vale pito en México y en el mundo, de que todo está bien jodido y nosotros por platicarlo de esto estamos aún más.
Muy interesantes son nuestras pláticas. Muy interesantes...
La puesta en escena dice que por una vez (ni siquiera es tan exigente), pero que por una puta vez en esta chingada vida seamos gente cabrón, no simples y putos autómatas que actuamos con hambre porque ya es la hora de comer en el trabajo y después no vamos a poder, o si se nos antoja coger en lunes lo hagamos y no nada más los putos viernes o los fines de semana. Que sintamos ganas de escribir lo que queremos y si ofendemos a quien se sienta ofendido, ni pedo, así es la vida, pero nosotros también voz. Hay que actuar como personas. No desayunar a las nueve porque es la hora, sino desayunar porque tenemos hambre. Coger porque tenemos ganas. Beber porque además de estar pendejos y dedicarnos al puto arte somos unos pinches borrachos y ni pedo. Hacer las cosas por gusto, porque queremos y no porque nos ajustemos al horario de nuestras oficinas. Esas son patrañas.
Y si los artistas, o los que nos dedicamos a esto del arte (en cualesquiera de su expresión) somos los únicos capaces de decir y hacer las cosas y vivir del arte para el arte y a veces (muchas por cierto) por amor al arte (sino pregúntele a Guille Cuevas que se avienta chambas sin cobrar), no es porque estemos pendejos, o a la mejor sí y estamos bien pendejos, pendejísimos y además estamos locos porque creemos que en México, en Colima se puede vivir de ello, es porque nos gusta lo que hacemos y es, a decir verdad, un trabajo como cualquier otro.
Yo antes fui todo que escribidor. Barrendero, mecánico, lavaplatos, ayudante de laminero, cajero (es decir, movedor de cajas en Ley), intendente, reportero, fotógrafo, corrector, etc.
Sin embargo aquí estoy, no he dejado la labor y aunque hay comentarios varios sobre mi obra: que vale verga, que chinga a tu madre, que estás bien pendejo, que no mames, que no vas a salir de pobre escribiendo mamadas, que no sé qué, y un largo etc., a mí no me interesa, quiere decir que voy bien, que todo está a pedir de boca, que todo marcha sobre ruedas.
Me preocuperé el día que me digan: oye, qué chingón escribes. Porque ese día será el que me ponga a reflexionar y diré abiertamente: Alberto Llanes, vales verga, has perdido la esencia del verdadero artista.
Tomaré entonces las botellas de alcohol que tenga en mi casa, que, dicho sea de paso es también su casa. Y me hartaré de vicio hasta morir.
Felicidades a mis dos amigos: VelascoAnguiano por atreverse, por tratar, por demostrar, por exponer, por montar, por escribir, por vivir, por ser mis cuates y por todo lo demás... Ya me sentí humano aunque sea por primera vez en la vida... y los artistas no estamos locos, ni borrachos, ni pendejos (quizá esto sí), ni nos drogamos como piensa la pinche gente, simplemente somos humanos y queremos actuar como humanos alguna vez, en nuestro oscuro subsistir...

Espero con esto, haber vengado, aunque sea un poquito a Pessoa y a todos los artistas amigos míos...

Thursday, June 12, 2008

Hairspray (The musical)





Pues sí, Bunny y yo fuimos a ver Hairspray, el musical, puesta en escena montada por maestros y alumnos de la Facultad de Lenguas Extranjeras, de la Universidad de Colima. Con tres funciones: jueves, viernes y sábado, el musical resultó, al menos a mí, todo un éxito. Anteriormente había visto la película, estelarizada por John Travolta, pero no me pareció tan chic, sin embargo para un domingo la cinta estaba bien, pasable, nada de extraordinario y nada que no supiera ya. La trama es la siguiente: Tracy (hija de Travolta en la cinta), tiene en la vida una pasión, Bailar, y su sueño es salir en el "Show de Dorny Collins, el espectáculo más televisado en todo Baltimore. Tracy parece perfecta para el programa a no ser que es un poquito gordita. Problema que siempre la ha apartado de los grupos de moda del momento, cosa que su sobreprotectora madre le recuerda a cada momento, obvio, también de figura generosa. Pero, esto lejos de detener a Tracy la alienta más porque si algo sabe esta chica es que nació para bailar. El enfrantamiento entre clases sociales también es evidente en la película, delgados vs gordos, ricos vs pobres, morenos (negros) vs güeros, famosos vs impopulares. Pero Tracy junto con su amiga de la preparatoria arman toda una revolución social en la ciudad de Baltimore. Así la trama. Película pasadera para un domingo de ocio. Sin embargo el musical me gustó mucho. y me gustó porque los alumnos (que no son profesionales en el rollo de la actuación) lo hicieron bastante bien. Bailes constantes, canto, en fin, fue una puesta en escena bastante completa, a esto hay que agregarle fue toda, hablada en inglés. La banda que tocó en vivo se llevó un diez, las piezas originales de la película las tocaron en vivo. Las coreografías estuvieron muy adecuadas, el vestuario genial, los peinados (algo importante para el desarrollo de la historia) inenarrables. Todo combinado con el entusiasmo, ganas, fuerza y energía que mostraron los alumnos de la facultad de Lenguas Extranjeras para este musical. desde aquí mis más sinceras felicitaciones a todo el personal, maestros, alumnos, bailarines y a todo el campus por esta buena puesta en escena, que nos hizo reír, gozar con la excelente música. En fin. ¡Felicidades!

Friday, June 06, 2008

Manual de greguerías (de la A a la Zeta)

Manual de greguerías
(de la A a la Zeta)

Alberto Llanes


Este libro tiene
dedicatoria.
A mis padres por el apoyo,
a mi tía y abuelos
al Rufo por momentos
de sano esparcimiento
Y en especial para Alejandra:
sueño y pasión hechos realidad.



Greguerías, algo así como proesías


Con Ramón Gómez de la Serna
nace la poesía moderna de España e Hispanoamérica.
Nace hablando en prosa.
Octavio Paz


Género literario creado por Ramón Gómez de la Serna, la greguería no tiene definición exacta a pesar de su aparente simplicidad. Iniciada como Gómez de la Serna lo manifiesta, desde 1910 en su laboratorio de escepticismo de donde surgió para él la flor de todo lo que queda y de lo que vive, la greguería no es otra cosa que una composición breve en prosa y para nada un análisis o pensamiento crítico.
Las greguerías son interpretaciones humorísticas sobre aspectos y cosas de la vida cotidiana, son una mezcla de poesía y prosa; de humorismo y metáfora que dan como resultado la proesía irónica que se burla del concepto sintáctico y definido que tenemos sobre las cosas que nos rodean, y de las cuales dependemos a diario.
Para Gómez de la Serna, estas composiciones en prosa son tan breves, que significan mucho. Tan espontáneas como un relámpago en medio de la noche que provoca la lluvia. Una casualidad, que por su misma situación, permite la combinación de varios elementos y herramientas retóricas que dan como resultado una enorme variedad que se solidifica en una unidad esencial, es decir, en una expresión de ideas complejas y propias en pocas palabras, donde se unen la comparación, la paradoja y la hipérbole que el autor le imprime a cada greguería.
Así, teniendo como antecedente de este género literario, tenemos a Víctor Hugo, Luis de Góngora, William Shakespeare, José Zorrilla, Paul Verlaine y Antón Chéjov, que en algún momento de sus vidas y por consecuencia en sus textos, nos presentan las primeras greguerías que se escribieron antes de que el mismo Gómez de la Serna las hiciera, relativamente suyas, y las pusiera en práctica. Y quizá sea que gracias a estos autores, fue como Gómez de la Serna haya descubierto e iniciado este extraño género de la literatura breve.
Por otro lado, no son muchos los autores que hoy en día escriben greguerías, para algunos escritores contemporáneos no vale la pena dedicarse a éstas, y pareciera que le restan importancia ante géneros consolidados y de mayor seriedad como el cuento, la novela o la poesía. Por ello, resulta importante la labor de Alberto Llanes en retomar e introducir estos chispazos prosísticos a nuestra literatura colimense y por que no decirlo, a nuestras letras mexicanas.
A similitud que su maestro Gómez de la Serna, Alberto Llanes se burla, se ríe y desajusta los significados y el significante de las cosas. Desde la muerte y la poetiza, hasta las frutas que renacen con un nuevo concepto, son sólo algunos de los elementos que toma el escritor como parodia.
La muerte para Alberto Llanes no es la misma que nosotros conocemos, para el escritor de greguerías: “El insomnio junta los sueños para reponerlos al morir, por eso la muerte es eterna”.
Con respecto a las frutas, el autor dice que: “La granada es una fruta explosiva” y que “las uvas cuando llegan a la tercera edad se vuelven pasas”. Con referencia a lo material, Llanes afirma: “Las esferas son los aretes del árbol navideño” y “el polvo es el maquillaje de los muebles”.
La tarea prosística de Alberto Llanes abarca desde el significado de las cosas más insignificantes, hasta el significante de las cosas más significativas, para nosotros, utensilios, aparatos, frutas, verduras, enfermedades, ciencias, disciplinas, el cuerpo humano, la mujer, el hombre, las musas, las sirenas y el amor son retomadas para darnos otra idea muy diferente a la que teníamos anteriormente de ellas.
Los invito y los dejo para que disfruten de un buen platillo de greguerías, para que sientan el pinchazo de un alfiler, la mordida de una hormiga encabronada, de una pluma que es capaz de crucificar insectos, de un soplo que revienta burbujas de jabón, de un suspiro que lo deshace todo, de unas manos de brujo que inventan y reinventan la sintaxis del mundo.
En este compendio tenemos a la mano más de cien greguerías. La variedad es inmensa mientras que la composición en prosa es pequeña. Y es que una buena greguería, como lo dijo Alfonso Reyes, “No debe durar más allá de dos líneas”. O como lo aseveró en su momento Jorge Luis Borges, “Cada greguería es una revelación momentánea”.

Ihovan Pineda
Villa de Álvarez, Colima
Junio de 2006









El esqueleto lleva la muerte metida en los huesos


Marco es el nombre de pila para los cuadros


Víbora en papel es la serpentina


El lodo es el caldo de frijoles de la tierra y las piedras dentro del caldo, las albóndigas


Teutonas: las alemanas con grandes pechos


Adúlteras del deporte, las golfistas


La poetisa escribe versos que pegan de golpe


El incesto es una canasta entre hermanos


La perrilla es la mascota de los ojos


Francachela: cerveza muy sincera


El volteado holandés es un tipo de clavado pero también, un hombre que ¡por fin! se decidió a salir del clóset


La granada es una fruta explosiva


El tren de larga cola quiere presumir a su familia


La tortilla es el disco compacto de la comida pero sin música ni agujerito


Violador de las botellas, el sacacorchos


El abrecartas es un revela misterios


El locutor no es lo que parece, nos engaña con el misterio de su voz


Una buena planchada y el elefante podría verse juvenil


Por su paranoia múltiple los animales de concha esconden su cuerpo de ataques terroristas


La caricatura es la parodia de la vida


El ojal del saco extiende la visión humana


Quien se aplica crema humectante en el cuerpo, pareciera que le va a dar sabor al momento de su muerte


El canguro fue el pionero de guantera


Parece que el ascensor de los rascacielos es un servicio de transporte metro pero en vertical

A los que usan anteojos les encanta ver la vida en diferente dimensión


Parece que los estudiantes son soldados pequeños, cuando vemos que cargan pesados paracaídas en sus espaldas


Las greguerías son apenas una línea perceptible de canto gregoriano


El haikú es poesía, la greguería simplemente prosa


Lo que puede hacer llorar a una pieza de cera es un incendio


Definitivamente, en la tortillería, ¡no hay masa ya!

El balón de futbol americano es el huevo de un dinosaurio


Los hornos de micro hondas son pequeños televisores reparados por un mal técnico


La meseta es la madre de todas las mesas


Pasar las noches en vela es una cosa corriente; si no para qué tanto empeño en inventar la bombilla eléctrica


El reloj pulsera es homosexual, no sabe si es reloj o pulsera


El cocodrilo es la combinación perfecta del coco y el mandril, con algo de ginebra
La lámpara del buró se pone sombrero y da un poco de sombra a los objetos que tiene cerca


Los pupilentes son pupilas transportables


La carrocería oculta los huesos del vehículo


El sonámbulo lleva las manos paralelas a noventa grados para encontrarse con un par de pechos de mujer


Cuando oigo decir sonata me parece escuchar sotana y cuando dicen sotana se me figura percibir sonata


El medallista de plata es en realidad, el primero de los perdedores
La almohada quiere revelar nuestros sueños, por eso le ponemos funda


Corcho: corchea


Debido a su anemia, la moneda no es medalla


Los que llevan reloj de bolsillo pretenden ocultar que han envejecido y que el tiempo no pasa en vano


La cruz se puso roja cuando vio en paños menores al enfermo que transportaba


El que usa mancuernillas quiere presumir cuán largo es

El camuflaje del leopardo pretende esconder al gato que lleva dentro


Las esferas son aretes para el árbol navideño


La voz en off bien puede ser un pensamiento


Parece que el que susurra está hablando con un dejo de diarrea


El alfarero debería desayunarse con licuados de alfalfa


Los erizos no usan fijador para el cabello


La bagatela es un casimir pícaro
Parece que el tartamudo está hablando como carabina 30-30


La í acentuada, es una vela que está a punto de apagarse


Los fumadores de pipa ven a los bebés de chupón como si fueran sus hijos y los bebés de chupón ven a los fumadores de pipa como si fueran sus padres


Los Ríos tienen apellido, nada más les falta el nombre propio


Los cuadrúpedos lanzan flatulencias de sabores


Los fumadores de pipa destacan por encender pequeñas chimeneas

Lo único malo de los grandes pintores, es que no pueden comer la paleta de colores


El polvo es el maquillaje de los muebles domésticos


La nieve de barquillo pretende salvarse de un naufragio


El balón de futbol que tiene el color blanco y negro, conserva los tonos del cuero de la vaca con que fue hecha


Los torpedos tienen doble defecto, son torpes y están enfermos del estómago


Los epitafios minimizan vidas

¿Qué es lo primero que levantas del suelo después de un terremoto?

 En palabras Llanes     I Una vez más México hace historia; otro 19 de septiembre que « retiembla en su centro la tierra al sonoro...