Monday, May 06, 2019

Oralidad literaria para la infancia en ¿Cómo nacieron las estrellas?

Café exprés La oralidad es una historia que ha pasado de boca en boca, ha surcado la brecha generacional del tiempo y ha llegado a nosotros transformada en mito, leyenda, pero es una historia escuchada por ahí. Me sorprende gratamente que una autora nacida en Chechelnik (Ucrania) en 1920, como lo fue la escritora brasileña Clarice Lispector, se apropie de todo lo latino (o de este lado del mundo), para darlo a conocer; claro, la autora es brasileña por adopción, puesto que sus padres desde muy pequeña (a los dos meses de nacida) la llevaron a vivir a Recife, aunque la ciudad que se le quedó marcada fue, sin lugar a dudas, Río de Janeiro. Clarice, en sus escritos, buscaba adentrarse en la profundidad de los sentimientos y las sensaciones humanas, tocándonos a todos los que ahora somos sus lectores. ¿Cómo nacieron las estrellas? es del libro que platicaré en este escrito, donde la oralidad de las historias de un pueblo quedan como testimonio del profundo amor que la autora tenía por la tierra que la vio crecer y desarrollarse amén de haber nacido en la antípoda, es decir; del otro lado del mundo. Clarice falleció en Río de Janeiro en 1977 siendo una autora netamente brasileña. En 2014 el grupo editorial V&R Editoras, sacó a la luz pública para américa latina el título ¿Cómo nacieron las estrellas? de Clarice Lispector; una edición hermosa en su diseño, imagen, imágenes, concepción y contenido. El documento recaba doce cuentos, como doce son los meses que tiene un año. Cada cuento da muestra de un mes y en enero descubrimos exactamente ¿Cómo nacieron las estrellas?, que a mí en lo particular es una de las formas geométricas o no geométrica que me fascina por su encanto titilante y su forma aguda y de picos; en febrero conoceremos la historia de una Fiesta en el cielo, donde sabremos de las victorias regias que son lirios o nenúfares de agua también conocidos como Victoria amazónica, nativo de las aguas profundas del río Amazonas. Quiero hacer hincapié, antes de proseguir con todos los demás meses, que en estos cuentos se revelan leyendas de Brasil y conoceremos del mismo modo su paraje exótico, flora y fauna característicos, donde el verde de la selva, su exuberante belleza y su vasta geografía nos van a dar pleno en el rostro hasta sentir, incluso, una pequeña asfixia tan natural que ninguna ciudad cosmopolita nos puede ofrecer; amén del sentido del humor tan agudo que tiene cada una de estas bellas historias. En el mes de marzo llega El pájaro de la suerte que es el uirapuru, que según la leyenda el canto de ese pájaro trae bendiciones a quien lo escucha y vive en las ricas selvas de la Amazonía; en abril llegan Las aventuras de Pedro Malasartes que no quiero hacer ningún tipo de spoiler para que el lector/a busque este título y conozca la buena o mala suerte de Pedro Malasartes, según se quiera ver. En mayo conoceremos a La peligrosa Yara, una especie de sirena sin aleta que vive en las profundidades de las aguas y surge de lo hondo, magnífica; adorna su cabello negro con flores acuáticas en tanto busca pececitos mientras juegan a perseguirse y huir. Yara siempre está en busca de novio y parece ser que con uno solo no le es suficiente, ¡cuidado hombres!, Yara anda suelta; en junio hay Fiesta en la selva porque se encienden las hogueras de San Juan y hace fresco, la gente de la Amazonía come batatas (un tubérculo de los países de Latinoamérica que puede pasar como papa dulce, camote o boniato), en la fiesta de la selva se oye el canto del sabiá (un ave sudamericana, similar al zorzal colorado); julio es el mes donde conocemos a una criatura bastante extraña Curupira el travieso hace de las suyas. Los indios nativos llamaban curupira a una criatura fea como el Tiñoso y peludo como un oso, pero mucho más pequeño y con los dientes muy muy verdes, como claro reflejo del verdor de la selva del Brasil. Además de todo esto, el curupira tiene las orejas afiladas, pero no, no es un adefesio, está lejos de serlo… es una criatura traviesa y nada más y lo único que pide a cambio (a cambio de no hacer tantas travesuras es un poco de tabaco para poder fumar). En agosto llega El negrito pastor, un esclavo Negrito, Negrito de nombre y de color que cabalga un caballo bayo (bayo es igual a una variedad de pelaje de los caballos, de color blanco amarillento con crines y cola del mismo color o, a veces, más oscura) toda esta historia sucede en Pelotas, un municipio en la costa sudeste de Brasil, en el estado de Río Grande del sur; septiembre es el mes en Lo que me da miedo que es el Saci Perê que se esconde entre los matorrales y es medio-hombre pero también medio-bestia y no es de hacer grandes maldades, pero las hace pequeñas y maliciosas porque es capaz de volver agria la leche hervida y, si hay una mosca en tu sopa, no dudes que la culpa fue de Saci Perê, que asusta a las gallinas (ya de por sí de naturaleza asustadiza) y las hace huir aterrorizadas para no dejar en paz al cuidador o dueño. El Saci Perê también se pasa de malo con las amas de casa porque es quien les quema los frijoles en la olla, todo esto lo hace el muy canalla por venganza o para divertirse de armar y crear estas confusiones en la familia. El mes de la niñez en Brasil se celebra en octubre (el día doce para ser más exactos), en octubre, este libro maravilloso nos regala la historia-leyenda-mito El fruto sin nombre que relata la historia de un árbol que no daba frutos, pero cuando los dio el fruto era desconocido. Todo esto generó un rumor: «En la selva amazónica crecía un árbol especial». La gente corrió a preguntar a Tupá (dios supremo de la cultura guaraní) por el nombre de este árbol y por ende del fruto y el Tupá les dijo que el nombre del fruto era: «Muça, muça, muça»… todo esto sucede en octubre. En noviembre Clarice Lispector nos cuenta de estas leyendas que ella retomó y reescribió con su talento y nos narra Cómo aparecieron los animales. En la leyenda-mito-historia, aparecen Maués (una tribu aborigen brasileña, también conocida como Sateré-Mawé), hay una parvada de Mutum (que es un ave conocida también como urumutum, mitu o mitua, que habita en la región amazónica), encontraremos también Sarucuras (aves que habitan en los bosques húmedos de Brasil); por ahí nos puede sorprender una parvada de Macucos (que es un ave que vive en los bosques del este brasileño, cerca de Pernambuco y la historia no podría estar completa sino cierra con un poco de guaraná (planta trepadora, originaria de la Amazonía y de fruto comestible) pero el guaraná ahora nos lo venden incluso, en los refrescos de famosas marcas comerciales… En diciembre tenemos Una leyenda verdadera, un hermoso texto sobre el nacimiento de Jesús, la estrella que guía e ilumina, el pesebre, los reyes magos y todo lo demás. El silencio de Dios hablaba dice maravillosamente esta frase que recupero de este texto. Este niño (refiriéndose al niño dios, pero que puede ser cualquier niño o niña que nace…)… «Este niño, que renace en cada criatura que nace, querría que fuéramos fraternos en nuestra condición humana y delante de Dios». (página 52). ¿Cómo nacieron las estrellas? es un libro que no sólo es para niños (por sus gráficos, dibujos, colores e historias); sino que es libro que se debería disfrutar en familia, siendo cómplices todos de los mitos y leyendas de la Amazonía, verde Amazonía que se respira en cada una de las doce historias que componen este maravilloso libro de leyendas que se vuelven mito, que se vuelven oralidad, que se hacen historia y que se disfrutan al leer... Gracias Clarice. 66 años de la Acpe.

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