Saturday, May 07, 2022

Masterchef junior

 En palabras Llanes


 

Este espacio también es para escribir sobre cosas que nos gustan; además de leer y escribir, otra de las grandes pasiones es cocinar. Uno de mis programas favoritos ha sido masterchef, he visto todas las temporadas, me dio un algo cuando mi chef favorito: Benito Molina, le dijo adiós a este proyecto, hace ya unas dos o tres temporadas atrás. Sin embargo, masterchef se reinventa y el pasado viernes, por la cadena de televisión que ya conocemos, arrancó la nueva temporada ahora dedicada al público infantil, pero eso no es todo, trae consigo varios cambios…

              Sabíamos que Anette Michel ya no iba a estar al frente de la conducción, nos quedó claro cuando la conductora firmó, hace un par de años, para Televisa y se fue a buscar otra oportunidad laboral allá, en su lugar, para la temporada Celebrity del mismo masterchef, se contó con la presencia de Rebeca de Alba. Al momento Anette Michel no ha hecho nada en Televisa.

              Esa temporada Celebrity, que es la más reciente, estuvo un tanto atropellada, varias celebridades resultaron contagiadas de Covid-19, por lo que se tuvieron que ausentar como: Aida Cuevas y Patricia Manterola; la misma Rebeca de Alba estuvo ausente algunos programas por eso y, bueno, resultó así, atropellada y a la mitad ya había cansado, de esa temporada el ganador resultó Germán Montero, cuando mi gallo, por el nivel de cocina que mostró fue Paco Chacón, el exárbitro de futbol.

La anterior temporada, donde resultó ganadora Adriana Salcedo, se dijo, desde antes de arrancar las transmisiones, que ella iba a ser la ganadora. Cierto es que masterchef ha perdido algo de credibilidad, desde la pandemia por el Covid-19 donde las audiciones tuvieron que hacerse en línea, desde ahí algo se ha roto.

Para esta nueva edición, la temporada número diez u once, donde otra vez toca el turno de los pequeñines, trajo consigo varios cambios, de entrada ya no estará más el chef Herrera con su humor característico, así que de la tripleta que arrancaron este proyecto, chef Betty, chef Benito y chef Herrera, sólo quedará Betty; Herrera se fue con todo su humor a conducir masterchef latino junto a Benito Molina, un reality que, para mi gusto, no ha terminado de despegar en su segunda temporada en curso.

Otro de los cambios que trajo consigo este estreno de la nueva temporada de masterchef junior, es que se incorpora el chef Franco Noriega, un empresario, modelo y chef peruano, en los controles está nada más y nada menos que Tatiana, resurgiendo como el ave fénix desde sus cenizas, claro, para enganchar con el público infantil.

Por otro lado, los niños, con su ingenio, su creatividad, sus comentarios, nos sacan la risa, nos presumen sus sueños, nos presumen sus platillos, los más pequeños tienen ocho años y los más grandes doce y es justo lo que debe estar haciendo un niño o una niña, realizando sus sueños, llevando a cabo lo que les gusta hacer… no como en Colima, donde me tocó, el otro día, estar en medio de un simulacro sobre lo que se tiene que hacer en caso de estar en medio de una balacera. Masterchef junior viene a refrescar un poco la barra de entretenimiento de la televisora del Ajusco, aunque se puede seguir a través de YouTube.

  Apenas fue el primer programa del reality infantil más visto en México y ya van dos expulsados. Seguro que podrán continuar con sus sueños de convertirse en grandes chefs o en lo que quieran ser, menos en niños que se ocultan pecho tierra de alguna bala perdida, como lo hacen los niños y las niñas en #NuestraColima…

Foco rojo en la alfombra roja

 En palabas Llanes


 

Yo no sé si fue actuado o no. El caso está en boca, ojos, manos, textos de propios y extraños, quizá más extraños a propios. Mucha gente ha comentado el hecho. Unos a favor, otros en contra. Hay quienes sólo han visto el hecho, impropio, de Will Smith al levantarse de su asiento, en el Dolby Theatre de Los Ángeles, California, donde se estaba llevando a cabo la entrega de los premios Oscar, en su edición número noventa y cuatro y propinarle tremendo golpazo a Chris Rock.

              Todo marchaba tranquilo, sin contratiempos y ningún tipo de exabrupto, cuando de detrás del escenario (tras bambalinas como suele decirse), salió la figura de Chris Rock, el actor y comediante quien iba a presentar, justamente, una de las ternas al mejor largometraje documental; al arrancar su rutina y casi en medio de esta, Chris Rock hizo un chiste de mal gusto sobre la alopecia, a consecuencia del estrés, de la esposa de Will Smith, Jada Pinckett. El chiste versa en torno a una película de Demi More donde la actriz, para entrar al ejército, se rapa el cabello al estilo G.I. Joe. Rock mencionó que ansiaba verla en esa secuela. El auditorio rompió en carcajadas, la cámara hizo un acercamiento al rostro de Jada Pinckett Smith haciendo una mueca molesta e incómoda tras la broma de Rock…

              Repito, yo no sé si actuado o no (hay quienes opinan esto), el actor de películas como: Yo, robot, Los hombres de negro, En busca de la felicidad, entre otras, se subió al escenario a acercarse a Chris Rock y cuando lo tuvo lo suficientemente cerca, le propinó una cachetada que dejó a la concurrencia atónita y, seguro estoy, a Rock viendo estrellas. Regresó tranquilamente a su asiento en el teatro y vociferó, ya sentado en su lugar y dirigiéndose a Chris Rock en quitar de su maldita boca el nombre de su esposa, lo dijo en un par de ocasiones y la última gritando muy encolerizado. Rock, sólo hizo hincapié en la bofetada de Smith diciendo que le dio una buena… y siguió en lo suyo, el auditorio no daba crédito.

              Las opiniones están divididas, hay quienes dicen y sólo ven la actitud exagerada de Will Smith al propinar un golpazo y generar violencia; en un evento visto por millones de personas en el mundo entero, dejando en tela de juicio la imagen del actor y de paso la imagen de la academia de los premios Oscar; otra parte del público opina sobre la reacción de Smith fue la idónea porque no se pueden normalizar estas cuestiones disfrazándolas de “bromas, a final de cuentas es también violencia y violencia verbal” y mucho menos en estos días donde tendemos a conducirnos política y socialmente con coherencia y siempre poniéndonos en los zapatos del otro.

              Más adelante, Smith recibió la estatuilla a mejor actor y, en su discurso, además de pedir disculpas: a la academia y a los demás nominados (nunca mencionó a Chris Rock), agregó: “en esta industria tiendes a soportar faltas al respeto y actuar como si aquí no hubiera pasado nada y seguir con una sonrisa y ver siempre hacia adelante”; sin embargo, hay días donde el cuerpo, la mente y el ánimo, no están para aguantar nada y, en un mundo normal (quizá utópico), no deberíamos aguantar absolutamente nada de nadie (todo esto lo agrego yo).

              El hecho fue televisado, grabado y quedará ahí, para la posteridad. La violencia siempre generará más violencia. No se pueden seguir haciendo este de violencias verbales, disfrazadas de chistes. La academia debe replantearse bien todo esto y analizarlo a fondo. Tan mal hizo Smith al levantarse y externar su molestia, como mal lo hizo Rock al hacer este tipo de “bromas” y, mucho más mal lo hizo la academia si previo a todo esto, hay días, semanas, meses de ensayo… Sin duda hay foco rojo ahí y en otros episodios (como el de Kirsten Dunst y otros más) donde se deben replantear muchas cosas…   

 

Hoy, como casi todos los días

 En palabras Llanes


 

Me levanto temprano. Oigo a lo lejos y mientras tomo un baño, el ulular de algunas sirenas, de coches que pasan con prisa. Pienso que ya pasó algo malo, que ya mataron a alguien, que ya hubo un suceso que involucra sangre. Quizá sólo sea una falsa alarma, pero es lo que persiste en el inconsciente colectivo de muchas personas y me incluyo. Todo lo que tenga que ver con patrullas, sirenas y ambulancias de inmediato y, casi casi en automático, se relaciona con un algún acto delictivo. Colima no era así. Colima era un lugar tranquilo, un paraíso (y lo sigue siendo el lugar) no así el ambiente que se vive. Conduzco por las calles para llegar a un laboratorio a temprana hora de la mañana. Un laboratorio que haga algunas tomas para un informe que requiero para mi hijo. Obviamente voy con mi familia. El cielo se torna claro pero todavía está oscuro a esta hora. Hay que recordar que ya cambió el horario y las siete de la mañana son, en realidad, las seis, a la naturaleza no podemos engañarla. A ella no. El cielo está más oscuro y sí, da miedo andar por la calle. Conduzco hacia el lugar, veo, a mitad de la calle, una patrulla atravesada con sus luces roja y azul. Pienso que algo malo pasó. Quizá los policías simplemente están haciendo su trabajo y nada más, pero la reacción primera es esa. Recuerdo entonces que muy temprano oí el aullar de las sirenas. La gente en Colima vive con zozobra. Ya no es lo mismo. Hace tiempo que esto ya no es lo mismo. Avanzo más porque tengo que pasar por ahí, quiera o no, ya no puedo regresarme. La patrulla sólo estaba detenida en medio del tráfico de las seis y media de la mañana. De nuevo viene a mi mente el recuerdo, mientras me duchaba, del ulular de algunas sirenas, quizá no se trata de nada malo y todo es producto de mi imaginación o del miedo o de la costumbre (qué feo que nos estemos acostumbrando a esto y no sé si uno pueda acostumbrarse a algo parecido). Oigo que alguien levanta la voz y volteo con miedo, oigo cuetes y tengo miedo. Un ruido fuerte me sobresalta, y tengo miedo. Se me empareja un motociclista y tengo miedo y quizá ese motociclista es una excelente persona, pero yo tengo miedo y mejor ni le dirijo la mirada, pero… y si no le dirijo la mirada y en realidad quiere hacerme algo a mí o a mi familia, entonces, ¿cómo me voy a dar cuenta? Uf, qué terrible es vivir así, con esta ansiedad. No se puede. Es mucho el estrés, mucha la inquietud, la incertidumbre, y sí, la zozobra. Y tengo miedo por mi familia, por mis hijos, por mi mujer, por mi gente, amigos y conocidos y por todos aquellos que han sido, sin conocerlos, víctimas de lo único que está bien organizado en este país... Ya no basta con lo cara que está la vida, que el dinero no alcanza, que los productos de la canasta básica están por los aires, inalcanzables, que las trasnacionales nos están matando con sus productos, que las medicinas son para pura gente que las puede pagar, que cada vez compramos menos y pagamos más, ya no basta con eso, ahora también hay que vivir cuidándonos la espalda, tener miedo del de al lado o estar alerta incluso del vecino (que muchas veces ni conocemos y, repito, puede que ese vecino o quien esté a nuestro lado sea la mejor persona del mundo) sí, con todo esto tenemos que vivir. Creemos o nos han vendido la idea de que todo aquél al que acribillan o lesionan en la calle es porque anda metido en “malos pasos” y no es así, no siempre es así; y entonces la gente nos voltea la historia y dicen que quizá lo mataron porque no pagó su “derecho de piso” y quizá tampoco sea así. ¿Derecho de piso? Tengo el derecho de pisar donde yo quiera porque México, que yo sepa, es un país libre. Muchas personas que tienen nombre y apellido han caído abatidas por quién sabe qué manos asesinas. Han caído dejando familia, gente desconsolada, dejan también un halo de misterio y de terror, sí, de terror en el resto de la población. Porque si yo algo quiero al terminar mi jornada laboral es llegar a la casa y ver a mi hijo, abrazarlo, verlo caminar, sonreír, ver su inocencia en medio de este mundo fiero que está en descontrol y del que ya, sin quererla ni deberla, forma parte y le estamos dejando no sólo a él, a todos. ¿En qué momento mi país se convirtió en un cementerio callejero? ¿En qué momento se nos hace tan fácil portar un arma y más fácil aún, apuntarle a una persona y todavía más fácil jalar de un gatillo y, por si esto no fuera poco, mucho más fácil todavía privarlo de la vida y se las pongo más fácil aún, hacerlo todo a plena luz de día y en plena avenida(s) súper transitada(s)? ¿En qué momento? ¿En qué momento nos estamos desmoronando como sociedad y matándonos a nosotros mismos? Stephen  Hawking en uno de sus tantos artículos predice las tres cosas que acabarán con la humanidad, una de ellas será por la inteligencia artificial; es decir, la tecnología y sus avances desmesurados; la segunda sería si alguna vez encontramos vida extraterrestre, esta no sería para nada amistosa con la humanidad y terminarían destruyéndonos por estar miles de años más avanzados que nosotros y; la tercera y que tenemos justo en la tierra y más cerca de lo que pensamos es la agresión humana, sí, la humanidad destruyendo a la misma humanidad, el hombre destruyendo al hombre, esto sin duda podría acabar con la especie hasta extinguirla y creo que ya estamos llegando a este punto. Qué lejos, literalmente, quedó aquel poeta y gobernante prehispánico de nombre Nezahualcóyotl que dice:

 


 

Amo el canto del cenzontle

Pájaro de cuatrocientas voces

Amo el color del jade

Y el enervante perfume de las flores

Pero amo más a mi hermano… el hombre.

 

 

Hemos llegado al punto de no amar al prójimo, como iguales, como humanos, como hermanos. Va este texto para todos y todas las víctimas que tienen nombre y apellido y que han caído abatidos. Va por todos ellos/as de los que no sé su nombre pero que sin lugar a duda son humanos, son hermanos, son iguales a mí. Vivimos con angustia, vivimos con miedo, vivimos con rabia e impotencia y no sabemos si este día en el cual traigo una playera con el calendario azteca sea la última prenda que vista y sea el último día que llegue con bien a mi casa.

Punto, fecha y firma, así lo dejo escrito…

Monday, February 28, 2022

Vienen buenos tiempos para…

 En palabras Llanes


 

 Poco se habla ya de pandemia; cierto, existen muchas burbujas de protección que hacen que el virus esté, digamos, controlado: está la vacuna, seguir con el cuidado extremo o no, que ya sabemos, lavado frecuente de manos, uso correcto del cubrebocas (el virus, si nos va a dar, nos dará con cubrebocas, sin él y a pesar de él), el uso del gel antibacterial y la sana distancia; aunque esto último, sobre todo en los centros escolares, es muy complicado de controlar…



              Sin embargo, las noticias parecen volcarse en los hechos violentos que han tenido a Colima en el foco de atención de todos los medios locales y nacionales. El covid-19 parece que ha pasado a segundo o tercer lugar. Lo que aterra ahora a la población es, que nos hallemos en el lugar y el día equivocados o que nos confundan con alguien y quedar ahí. Lo que aterra a la sociedad colimense es estar expuesta y, por desgracia, siempre lo estamos al salir a dejar a nuestros hijos a la escuela, al ir al trabajo, ir a recogerlos y llevarlos a sus actividades vespertinas, lamentablemente siempre estamos expuestos, siempre estamos ahí, en el ojo del huracán y no sabemos de dónde o por dónde nos pueda venir el ataque. La exposición es algo inevitable donde pagan justos por pecadores. Y donde tenemos, inevitablemente, que salir de nuestras casas en busca del sustento diario.

              A nivel nacional es ridículo que el presidente se enfrente o enganche en una reyerta de dimes y diretes con Carlos Loret de Mola, ¿cuándo se va a poner a gobernar?, ¿cuándo va a dejar de estar en campaña y ponerse a trabajar para todos/as los mexicanos?

Creo que la sociedad conoce a Loret de Mola (no lo voy a defender) y también conocemos a Obrador (tampoco lo voy a defender), es increíble que todo el poder, todas las fuerzas se vayan en saber cuánto gana y de dónde un periodista como Loret. Quiero creer a veces que lo de Obrador es una broma, que esto que hace es una vil broma, pero los índices van al alza: la delincuencia, la carestía e inflación nos dicen otra cosa, amén del mal manejo de la pandemia que nos tiene en números rojos y como el país con los índices más altos. Lo bueno es que viene la famosa revocación… y ahí podremos ajustar cuentas.

              A nivel local, acontecimientos policiacos que aumentan cada día, uno escucha sirenas y movimiento de vehículos a altísima velocidad y un frío nos recorre el alma. Cada colimense con quien platico me comenta de alguna situación violenta ocurrida por su barrio, cuadra, calle, cerca de su casa etcétera. Todos los días nos desayunamos, comemos, cenamos o merendamos una noticia que involucra un hecho violento. Esto es lo que están consumiendo nuestros hijos/as. Pancartas en las escuelas con un mensaje claro y otro que va implícito, hechos violentos que han sorprendido a toda la sociedad. ¿Y las supuestas autoridades?, uno publicando, de manera muy clasista, por cierto, que saldremos adelante, que el pueblo colimote es fuerte y pone a la par hechos violentos con los son provocados por la naturaleza como ciclones, terremotos etcétera; la otra, sin decir nada, felicitando a jefas de gobierno de otra entidad, mientras #NuestraColima se cae a pedazos.

              Decían en cierto eslogan que Vienen buenos tiempos para #NuestaColima y, por lo menos, en estos poco más de cien días en el cargo yo no he visto nada bueno; espero que la situación mejore tanto a nivel nacional como a nivel estado porque la gente tiene miedo, está espantada, indefensa y no sabemos qué hacer…

              Para colmo, las cosas, los productos cada día están más caros, ello nos obliga a trabajar más, a estar más expuesto a las balas, a los ires y venires de los vehículos que pasan a toda velocidad, a la incertidumbre de la bala perdida, por ir a salir a buscar víveres, agua, medicina por medio de nuestro trabajo.

              A nivel estatal crece zozobra, el miedo y la terrible incertidumbre… ¿Dónde están esos buenos tiempos para #NuestraColima?

Por pandemia o por violencia

 En palabras Llanes

 

 

Es jueves 10 de febrero de 2022. La noche de anoche fue particularmente tétrica; en la calle sirenas, coches a alta velocidad, perros aullando, pasos de gente que corre, mucho ruido, cualquier sonido del exterior de la casa hacía que mi mujer y yo nos volteáramos a ver aterrados, abriendo grandemente los ojos y con una expresión intranquila, de asombro, de espanto. Los días se han superpuesto así, violentos, donde los hechos que involucran sangre parecen ser del diario.

              Hay fechas impostergables y hoy jueves fue una de ellas. Salí a la calle con todo el temor del mundo, observando (que no viendo) para todos lados. Con el valor bien adentro caminé del bachillerato número cuatro a la Maclovio Herrera; el recorrido lo hice en diez minutos, quince cuando mucho. En los ojos de los colimenses se notaba incertidumbre, desazón; en tres días sumamente violentos, la autoridad del estado no se ha pronunciado para nada. El silencio nos carcome las entrañas y también interpreta algo, mucho. El que calla otorga. La comunidad no sabe qué hacer, qué no hacer. Volteaba a ver a todos y todos me volteaban a ver a mí, con desconcierto.

              Las clases en diversas escuelas se han cancelado a consecuencia de los actos delictivos. Regresamos otra vez a virtuales cuando estábamos, apenas, agarrándole el gusto a retomar a las actividades presenciales escolares, luego de casi dos años de estar en confinamiento. Cuando no es por la contingencia sanitaria es por violencia que tenemos que resguardarnos en la casa; en días de pandemia nos dijeron que eran sólo cuarenta días, y ya vamos a ajustar dos años y la pandemia aún no se ha terminado, sin embargo ya estamos de regreso en las aulas; en el caso de la violencia no se sabe cuántos días estaremos en resguardo, las autoridades hablan de cancelar actividades escolares, por lo pronto, jueves y viernes para retomar el lunes venidero, lunes 14 de febrero que es día del amor y la amistad y lo que menos tenemos o lo que menos se ve en la sociedad colimense es justo esto, amor y amistad.

              Me topé, en mi recorrido, con muchos negocios cerrados. Pensé de nuevo que la economía se verá afectada sobremanera, no terminamos de reponernos de esto y no es cierto que veníamos bien y llegó la pandemia como dijo AMLO. La actividad en la calle no es la de un jueves por la mañana, donde algunos van a la escuela, otros al trabajo, los demás a sus negocios y otros a vivir la vida. El más ateo se persigna ante cualquier imagen religiosa a su paso; me di cuenta de ello al andar por el centro de la villa y ver gente fuera de la catedral (San Francisco) rezando, persignándose, persignando a sus hijos pequeños, lo noté también en la iglesia de San Francisco de Asís, gente viendo para la iglesia, orando, elevando una plegaria, totalmente desconcertados. Dicen que pensar en el color rosa mientras oramos, calma un poco el alma, no lo sé de cierto…

              El corazón me da vuelcos y camino a paso mega veloz, más de lo acostumbrado, tengo que llegar a mi casa; hay mucha confusión en maestros, alumnado, en la gente y tengo que orientarlos aunque yo mismo esté desorientado o sin comprender todo esto, no salimos de una y estamos inmersos en otra.

Puedo ver que algunos son ateos por la mirada, esa mirada que es la ventana al alma y que dice muchas cosas aún con el cubrebocas puesto. Sin embargo, la mirada de nuestra gente es diferente, los que llevan el rostro descubierto se ven desconcertados, quienes usan cubrebocas se les nota el terror en los ojos; al pasar junto a ellos se hacen a un lado, como si yo fuera el delincuente, no voy en mi mejor gala, debo decirlo también, llevo ropa deportiva para poder caminar velozmente, yo tampoco confío en nadie, nadie confía, en realidad, en nadie y estamos en esta misma tierra, tierra de nadie.

De cualquier manera, la gente tiene que salir a buscar el sustento de sus familiares, vendedores ambulantes que caminan con zozobra, analizando a cada persona que pasa junto a ellos. Es una mañana extraña, diferente, que yo recuerde es la primera vez, por lo menos la primera vez en muchos años, que se cancelan actividades escolares debido a la delincuencia. El gobierno sigue haciendo mutis y yo me pregunto ¿Para eso querían llevar las riendas del estado?

A veces dan ganas de no tener ninguna red social, mucho menos teléfono celular, para no vivir al tanto de estos bombardeos noticiosos que nos ponen mal, siento que el estómago no da para tanto y que la vida, antes de estos aparatos era feliz. Seguimos sin saber qué hacer, ni para dónde hacernos, el silencio también comunica y, en este caso, desconcierta y, dijera el poeta…y costras de silencio, asfixian, matan, resucitan… aunque esto último vemos que siempre no. ¿Será cierto que tenemos el gobierno que nos merecemos? Quiero creer que no…

 

 

El mal manejo de la pandemia

 

En palabras Llanes


 

El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo, en alguno de sus momentos, esos momentos AMLO, que íbamos muy bien y nos llegó la pandemia. Quizá en AMLOLandia, tierra de los abrazos y no balazos, aquella en donde combatimos la pandemia con imágenes, quizá allá sí vayan a todo dar y no alcanzan a ver lo que sucede con los de abajo, como sucedía un poco en tiempos de Peña Nieto, un efecto similar donde sólo unos cuántos eran los beneficiados y el resto vivíamos en el país de las esperanza o desesperanza.

Esa misma AMLOLandia es la tierra de las ilusiones donde mezclamos el cuidado sanitario que requiere la pandemia por la que estamos atravesando, con hechos como no robar, no mentir y no traicionar que, a decir del mismo cabeza de algodón, son el poder para evitar los contagios por coronavirus; pero vemos que al mismo presidente, que, según esto, predica con esto, ya se ha infectado dos veces y vive para contarla, claro, con la debida atención, sin hacer filas interminables en los centros de salud y viviendo como un rey en un gran palacio así… pues qué chiste. Sin embargo, el señor que se decía el mesías, el mero gallo, sigue en la necedad (como siempre lo ha sido) y continúa sin usar el cubrebocas, en fin. Si la cabeza está mal, el resto del cuerpo no va a estar mejor y el país está más hundido que nunca.

              Desde el inicio de la pandemia las cosas se hicieron mal y no es cierto que veníamos bien y nos llegó la pandemia como mal dijo el cabeza de algodón, no, para nada, si acaso íbamos y nada más. Se nos mandó a casa cuando la pandemia estaba en su arranque, obviamente los índices en nuestro estado eran cero, marzo, abril, mayo y hasta junio, los números tanto de contagios como en defunciones eran mínimos para #NuestraColima, pero a mediados de 2020, nos colocamos pronto en números rojos. Se nos dijo, primero, que serían cuarenta días de guardarnos en casa y poco a poco fueron pasando los minutos, las horas, los días, las semanas, los meses, para mediados de año la sociedad colimense estaba harta de seguir en casa, habría que salir a la calle a buscar comida, a trabajar para generar un ingreso, ir por víveres, agua, medicamentos, visitar a la familia o, por lo menos, estar cerca o al pendiente de ellos. Nadie se imaginaba que esto se iba poner peor. Y llevamos así ya, dos años. Los expertos decían desde un inicio que esto iba para largo, pero el gobierno federal, en la necia siempre, decía lo contrario, que ya estábamos domando la curva de contagios.

              El año 2021 fue la resaca de lo que nos dejó y que sigue dejándonos 2020. López Gatell decía una cosa y Andrés Manuel otra, las cifras empezaron a “maquillarse”, el número de expedientes, de casos, de muertes fue poco a poco en aumento, los hospitales llegaron a tu tope máximo, sin posibilidad de atender a nadie más. Vino una segunda ola de esta pandemia que nos pegó menos fuerte o igual, ya a estas alturas no lo sé de cierto, hay una tercera ola, estamos en la cuarta y quién sabe si venga una quinta, sexta o infinita como infinita es la numeraria. Y el presi dice que vamos bien, que aquí no pasa nada, que México es ejemplo del manejo de la pandemia y lo dijo en la reunión en y con la gente de la ONU, qué cinismo. Tan no pasa nada, que ahora, en estos días que corren de mega contagio, el gobierno federal o local, ambos del mismo partido MORENA, dicen que estamos en verde, así las cosas.

              Esta variante, dicen los expertos en epidemiología, es el comienzo del fin, es el contagio masivo para debilitar el virus. Ya estamos vacunados, algunos con dos, otros hasta con tres dosis, quizá algunos con una y los que decidieron no hacerlo, tenemos una burbuja más de protección contra este fenómeno que parece no dar tregua, un respiro, pero tenemos que seguir con los cuidados y protocolos que ya conocemos, uso del cubrebocas, gel, toma de temperatura, aunque el virus no conoce o no presenta, en algunos casos lo de la fiebre.

Sin embargo, en palacio del gobierno hay un paladín que se cree súper héroe y desdeña el uso del cubrebocas, vamos, desdeña al mismo virus y lo abarata y da el ejemplo a sus fieles seguidores, que sí los tiene, de no usarlo y eso está muy mal y por eso estamos como estamos, de ahí que los seguidores de AMLO, líderes en puestos clave en el gobierno aunque de ese puesto no conozcan nada como en muchos casos de #NuestraColima, se desentiendan del uso de la mascarilla y hacen menos el, verdaderamente #QuedarseEnCasa, pero eso sí, le recuerdan a la población que deben usar el cubrebocas y seguir los protocolos; o sea, que nadie los entiende.

Ahora es cuando deberíamos de estar en casa, es el momento y no desde cuando nos mandaron sin saber nada de esta pandemia. Estamos haciendo las cosas al revés y el gobierno federal ha manejado muy mal esto de la pandemia. Sin embargo, se ponen como ejemplo a nivel internacional y eso es muy cínico, muy muy cínico de su parte.

AuraCarlosFuentes

Thursday, February 10, 2022

Un gobierno que parece no hacer nada, O cómo seguir en campaña

 En palabras Llanes


 

Parece que este nuevo gobierno no sabe nada de nada. Ridículas resultaron las declaraciones del secretario de seguridad Manuel Llerandi Ruiz, tras el incidente (como así calificó, minimizando el hecho, la gobernadora del estado, Indira Vizcaíno Silva, los acontecimientos ocurridos la semana pasada al interior del CERESO donde perdieron la vida nueve personas).

En la única declaración a nivel nacional que pude escuchar (con Azucena Uresti para Milenio TV), se nota a un secretario de seguridad que no tiene idea de nada, no tiene verificados los hechos, lanza supuestos como que el arma que se accionó al interior del centro penitenciario fue “lanzada” desde afuera del reclusorio, en un hecho que sólo Tom Brady y su portento de brazo podría llevar a cabo, en fin, una serie de datos sacados de lo más ridículo de lo más ridículo de la ficción más ridícula de la que se tenga nota. Además, se le oye nervioso, dubitativo, exasperado y hay una cantidad terrorífica de silencios que muestran la inseguridad del secretario que debería tener más seguridad.

El gabinete parece no estar dando resultados. #NuestraColima está peor que antes. Sé que mucho es herencia de otros gobiernos que, por supuesto, no defiendo ni defenderé, pero los Morenistas, encabezados por la ahora gobernadora, pensaron que tenían la varita mágica para en un tris-tras resolver los problemas que trae consigo un tejido social frágil desde hace muchos años, como el que tenemos en nuestra entidad.

Recuerdo que cuando Fox ganó la presidencia de le república, allá por el año 2000 y se dio, por fin, la alternancia partidista, muchas personas creyeron que de la noche a la mañana todo iba a cambiar, como si setenta años de gobiernos priistas (en su mayoría malos), no pesaran y se fueran a la borda (así de sencillo) y todo fuera un terrible sueño del que acabábamos de despertar, para hacerlo en Foxilandia donde todo sería diferente. Quizá y a la fecha sigamos sumidos en ese sueño que parece eterno.



La experiencia y el paso de los años nos han dicho que esto no es así, que las cosas no funcionan de esta manera. En esta ocasión, en #NuestraColima, está pasando exactamente lo mismo que hace veinte años a nivel nacional. Se respiraba, verdaderamente un aire de cambio, una primera alternancia en el poder, lo que nos llevaría a tener a la segunda gobernadora mujer; la gente pensaba que ahora sí era el tiempo de la gente, por la gente y primero la gente, pero no ha sido así y parece que no aprendemos la lección. Lejos está de funcionar bien este nuevo gobierno.

Con un secretario de seguridad que no tiene idea de nada, con un subsecretario de cultura que defiende lo indefendible y que se maneja muy mal por redes sociales (y que, para mí, debería alejarse de ellas y no engancharse con la gente que lo critica y que si lo hace es por algo), con esto, parece que #NuestraColima se desmorona; cada día se lee sobre un hecho delictivo, una desaparición más, un suceso que involucra sangre y una efeméride que no tiene razón de ser, banalidades que los secretarios/as subsecretarios/as hacen para decir que están trabajando en pro de la ciudanía.

Pareciera como si siguieran en campaña cuando ya son gobierno y deberían de gobernar, de ponerse a trabajar, pero bueno, creo que siguen los pasos de su mentor que, desde que está en los pinos, perdón, en palacio de gobierno (viviendo como rey) no ha hecho otra cosa más que seguir en campaña, impulsando a la jefa de gobierno o al secretario de relaciones exteriores para continuar en el poder. ¿Esto es hacer las cosas de manera diferente al PRI o del PAN? La pregunta está en el aire…  

Sunday, January 16, 2022

#EstamosPerdidos

 En palabras Llanes


 

 Cuando la administración actual, la que lleva las riendas del gobierno en el estado de Colima, anunció que desaparecería la Secretaría de Cultura (convirtiéndola en una simple subsecretaría), no pensé que lo dirían en serio. Sin embargo, no la han desaparecido, lejos están de ello, la han sepultado y relegado a casi nada, tal vez siquiera a escombros. La gobernadora de #NuestraColima cree que llevando la banda sinfónica a los municipios es hacer cultura y no digo que esto, llevar la banda sinfónica a los municipios esté mal, no, para nada; los municipios siempre han estado ávidos de tener eventos culturales, descentralizar el concepto y todo lo que con ello lleva el término cultura, pero eso no es suficiente. Administraciones pasadas tenían en el olvido a los municipios, entonces estas ruinas, escombros en los que se ha convertido Cultura Colima, sean esto. Si acaso será un arranque, un comienzo, pero no es hacer cultura y tampoco lo es todo. Repito, esta administración tiene en sus manos hacer las cosas bien, cosa de que se pongan a trabajar. Más trabajo y menos fotos.

              Entiendo perfecto que quizá esta administración no tiene dinero para hacer cultura, pero quizá no se necesite dinero, sino ingenio, capacidad, creatividad, políticas culturales y pues más o menos, aunque más más que menos, saberle al asunto y no ser improvisados, porque quienes están en puestos clave, están muy verdes, como limón tecomense, verde que te quiero verde dixit Lorca.



Es necesario también tener un proyecto, un programa cultural (que yo al momento no he visto), donde los artistas locales se vean reflejados, se sientan incluidos y se note su presencia. Administraciones pasadas han hecho cosas buenas en pro del trabajo cultural; también han hecho lo contrario y no lo vamos a negar. Sin embargo, el que siempre sale perjudicado es, naturalmente, el o la artista, a la que siempre le retrasan el pago, la beca, el premio y que no tiene un salario fijo (digno) por su labor. Ya basta, hay que revisar bien las políticas culturales.

              Compartir efemérides en redes sociales no es hacer cultura y, mucho menos, es tener un proyecto como tal; esto lo podemos hacer todos y, digo, si ya la subsecretaría (que en estos días de morenismo no llega a ser siquiera una Secretaría, como antaño lo era), pero si ya la subsecretaría de cultura va a estar compartiendo efemérides sin ton ni son por redes sociales, de menos lo debería hacer bien y con esto me refiero a que lo haga con sus artistas locales, que se note que ellos son los importantes y no Juan Gabriel, Christian Nodal, Haruki Murakami que no necesitan un escenario, un escaparate en una página local para engrosar su fama; ahora bien, pueden ser dos efemérides, una nacional-internacional y otra local. Y tampoco digo que esto de hacer efemérides esté mal.

              Sin artistas, la subsecretaría no tendría razón de seguir existiendo, es tiempo de cerrar filas, filias y fobias y trabajar en pro de la y por la comunidad artística, esa que hace arte pero que no come arte, la que iría de gira a los diez municipios y sería el vínculo entre el gobierno y la sociedad, los que, a final de cuentas, siempre ponen y dan la cara.

El subsecretario nos dijo clasistas (y se vio más clasista al desdeñar que por criticar esa bien sabida efeméride, da por sentado que odiamos el género popular que tanta fama le ha dado a México). En un berrinche tuitero pronunció que siempre postean o, por lo menos, de un tiempo acá, efemérides y cuando se postea una de Nodal la comunidad la hace de tos y se pone rebelde.

En primer lugar, quiero decir que, que el que él no se dé cuenta de que estamos al pendiente de lo que se postea en la página oficial de Facebook es muy diferente a mantenernos impertérritos ante sus posts; porque, repito, eso no es hacer cultura; en segundo lugar, no se tiene que enojar y, mucho menos, desdeñar al gremio y la sociedad que lo criticó y muchísimo menos, decirnos clasistas cuando, a leguas se ve, el clasista es otro. Si va existir esa poca empatía y ese coraje y poco ímpetu con el gremio cultural, entonces, los artistas locales estaremos fregados durante los próximos seis años y dios, además de agarrarnos vacunados, tendrá que agarrarnos confesados, porque la cultura y su gremio, estarán en el fondo, sepultados en esta nueva administración.

La gente tenía muchas ganas de las cosas fueran diferentes, se notaba en el ánimo que poco a poco ha ido de más a menos.

Sunday, January 09, 2022

En pie y luchando. Alzar un poco la voz, ya es hora

 En palabras Llanes


 

Para Víctor Chi

 

No estoy interesado en una liberación económica del

hombre sin la liberación del hombre entero.

Ernesto Cardenal

 

Todo lo que es hecho, todo lo humano de la tierra es hecho por manos

  Ernesto Cardenal

 

Se dice que esa mujer peleaba valientemente junto a él con un sable, y lo amaba con locura

Ernesto Cardenal

 


 

Yo no sé en Colima #NuestraColima, cuando vaya a ser el turno de y para los artistas. Gobiernos van,  vienen y a quienes nos dedicamos a esto simplemente no les interesamos. Somos el último eslabón de una cadena infinita. No se dan cuenta que generamos comunidad, comunidad de paz y que nuestros proyectos sirven o deberían servir «si realmente se nos diera la oportunidad de hacerlo» de generar un lazo entrañable entre la comunidad, el gobierno y el o la artista. Sin embargo, parece que al nuevo gobierno sólo le interesa la fotografía, ir a tal museo y tomarse la foto, ir a tal charla y tomarse la foto, ir al baño y tomarse la foto. Es la administración de egofototeca «si se me permite el término».

              El fallecimiento del maestro Víctor Chi, que, dicho sea de paso, hizo eco a nivel nacional, nos demuestra, una vez más, que parece que tampoco ahora es tiempo de los artistas en nuestra Colima, que seguimos igual o más abajo, si es que se puede llegar, todavía, más abajo.

Dicen que para elevar el vuelo se debe llegar al fondo y resurgir, pero lo que no sé es qué tan abajo podamos caer o estar todavía, si los artistas y hablo del gremio de quienes hacen/hacemos arte y no de los políticos que están y han estado en los puestos y ni siquiera son ejecutantes, artistas, humanistas y nada saben del santo oficio; los artistas siempre hemos estado abajo, mucho muy abajo y sólo para que el político de cuello duro, el de pantaloncillo largo, con vestimenta de político, llegue, se tome la foto y listo justifique su puesto, su sueldo y su no hacer nada…

La lista de artistas que hemos vivido «en todo me voy a incluir yo mismo, aunque yo, por fortuna, tengo como sustento el sueldo que gano desde hace dieciséis años trabajando para la Universidad de Colima; es decir, no me dedico a mi labor al cien por ciento o vivo de ella al cien por ciento»; decía que esa lista de artistas es interminable, basta con revisar los folios, la historia de nuestra entidad y ahí van a salir, siempre viviendo a la sombra o de las sobras que un gobierno les da, cuando les da.

              Quien lleva las redes sociales de esta nueva administración en nuestra Colima, se ve que ahora sí trabajó, pues en la página de Facebook, donde pusieron esa «esquela-condolencia» para nuestro estimado Pitor Chi, esa persona, o quizá sea todo un grupo, replicó la misma información, con fotografía y todo, ene cantidad de veces «yo cuento catorce post en Facebook, quién sabe cuántas más habrá, donde se replica la misma información, excusando a este gobierno de que ellos no tenían ningún adeudo con el maestro Víctor Chi». El mensaje dice así y lo pueden leer en el Facebook, lo voy a transcribir tal cual, con sus faltas de ortografía y/o concordancia y con esa sangre fría con que está escrito el mensaje:

 

Autor

Cultura Colima «aquí etiquetado aparece el nombre de a quien le están contestando, yo lo vi primero con mi querido amigo Iván Quiroz».

«Respecto a la información solicitada en relación al pago del difunto artista Víctor Andrés Cruz Chi.

Se contrató en Gobierno Federal por el concepto de “Narraciones” mediante el programa “Alas y Raíces” por un total de $18, 000. 00 pesos. El pago de la Federación se efectúo el 31 de diciembre del 2021.

La Subsecretaría Estatal no tenía actualmente ningún adeudo con el señor Chi». Aquí concluye esta diatriba y se agrega una foto, mal tomada y borrosa, que «justifica» lo anteriormente dicho.

 

Vamos por partes dijera Jack, en primer lugar, yo no vi que nadie solicitara esta información, quizá sí hay quien la solicita, pero no me puse a leer todos los comentarios, que, por cierto, algunos, están imperdibles, directos a convertirse Trending Topic o tendencia en redes sociales. Segundo y más importante, creo que nadie habla de la actual administración, pero la gente colocó ahí el saco y ellos/as se lo pusieron y esto nos lleva a darnos cuenta que el reclamo del público no es por o para esta administración, en parte, y digo en parte porque ahora son los que están al frente de las gestiones de cultura «que, bueno, esto es un decir porque es fecha que yo no he visto rumbo, no conozco si hay un programa, si hay una estructura, un plan o si sólo es mera improvisación como los discursos del actual subsecretario donde no hay nada de fondo y su choro es nada más para marear con sus tatuajes y sus camisas bien apretujadas, en fin». Se vieron muy verdes tratando de defender lo indefendible, porque qué importa si el reclamo social es de esta administración o de otra, lo verdaderamente importante es que al artista NO se le respeta, NO se le valora y NO se le da un sueldo, un trato digno y no veo que esta administración lo haga o lo tenga pensado.

              El reclamo de la gente es por tantos años que el maestro Chi vivió de la dádiva; en tanto él hacía su trabajo, un trabajo que ahí está y es innegable, el gobierno le estuvo pagando siempre, con retrasos, siempre con excusas, siempre hasta el último, siempre menospreciándolo y como el maestro Chi hay muchos o somos muchos los que nos hemos sentido así y hemos estado en la misma situación.

Uno, como artista, va y da una charla, un taller, una presentación y lo menos que se espera es que se nos dé un pago por ello o, por lo menos, tener un sueldo digno, lejos de las dádivas y las burocracias administrativas «lejos del papeleo que ahora, tenemos que entregar donde casi casi se nos pide acta de defunción», con pagos que se tardan semanas, meses, años y que no cubren los gastos mínimos indispensables de comida, vestido, sustento; ya no digamos otros como el de la luz, agua, gas internet «tan necesario en estos días de confinamiento tras la pandemia, para poder continuar con nuestro trabajo», impuesto predial «si es que tenemos vivienda propia, porque de esto tampoco gozamos los que nos dedicamos a esto y menos hablar de tener derecho a seguridad social en caso de alguna enfermedad y, sin seguro médico popular, pues menos».

Entiendo perfectamente que la administración actual va entrando, entiendo también que hay un cochinero financiero a nivel estatal en todas las dependencias del gobierno, entiendo que no hay dinero que alcance, pero entiendo también que a la cultura siempre le quitan, que el artista es el más jodido aunque sea el más trabajador, aunque sea el vínculo entre la sociedad y el gobierno, aunque sea quien genere comunidad de paz en estos días de balaceras, desaparecidos/as, de inseguridad y, a esto le agregamos también, de pandemia, aunque sea el único la única que siempre da cara.

Esta administración tiene la posibilidad de cambiar las cosas, de hacerlas mejor, sólo es cuestión de que se dejen de tomar la foto y se pongan, verdaderamente, a trabajar para y por #NuestraColima y sus artistas. Sin embargo, en lo que va de la administración, veo y siento que quienes están al frente no están del todo preparados para el gran reto, los noto verdes y nada más alabando al presidente, como si siguieran en campaña y como si AMLO tuviera la verdad absoluta en todo y fuera un dios «qué lejos está de serlo». Hace falta un plan, un programa de cultura y hacer improvisaciones que de ellas hemos tenido ya setenta y pico de años.

Por eso yo no sé en Colima, en #NuestraColima, cuándo vaya a ser el turno de y para los artistas, creo que ya es tiempo, creo que ya es hora. Si por esta columna me censuran, me callan o alguna otra cosa, me habré dado cuenta, realmente, que no fue cambio y sí pura morralla. La moneda está en el aire… el gremio ya se cansó de que le digan palabras, palabras bonitas, el gremio quiere hechos, el gremio hace arte pero no come arte, como leí en uno de los tantos comentarios que se han desatado a últimas fechas tras la muerte, el deceso de Víctor Chi.

Descansa en paz, maestro, que seguiremos en pie y luchando, como lo hiciste tú hasta el último día.

¿Qué es lo primero que levantas del suelo después de un terremoto?

 En palabras Llanes     I Una vez más México hace historia; otro 19 de septiembre que « retiembla en su centro la tierra al sonoro...