En palabras Llanes
El presidente Andrés Manuel López
Obrador dijo, en alguno de sus momentos, esos momentos AMLO, que íbamos muy
bien y nos llegó la pandemia. Quizá en AMLOLandia, tierra de los abrazos y no
balazos, aquella en donde combatimos la pandemia con imágenes, quizá allá sí vayan
a todo dar y no alcanzan a ver lo que sucede con los de abajo, como sucedía un
poco en tiempos de Peña Nieto, un efecto similar donde sólo unos cuántos eran
los beneficiados y el resto vivíamos en el país de las esperanza o desesperanza.
Esa misma AMLOLandia
es la tierra de las ilusiones donde mezclamos el cuidado sanitario que requiere
la pandemia por la que estamos atravesando, con hechos como no robar, no mentir
y no traicionar que, a decir del mismo cabeza de algodón, son el poder para
evitar los contagios por coronavirus; pero vemos que al mismo presidente, que,
según esto, predica con esto, ya se ha infectado dos veces y vive para
contarla, claro, con la debida atención, sin hacer filas interminables en los
centros de salud y viviendo como un rey en un gran palacio así… pues qué
chiste. Sin embargo, el señor que se decía el mesías, el mero gallo, sigue en
la necedad (como siempre lo ha sido) y continúa sin usar el cubrebocas, en fin.
Si la cabeza está mal, el resto del cuerpo no va a estar mejor y el país está
más hundido que nunca.
Desde
el inicio de la pandemia las cosas se hicieron mal y no es cierto que veníamos
bien y nos llegó la pandemia como mal dijo el cabeza de algodón, no, para nada,
si acaso íbamos y nada más. Se nos mandó a casa cuando la pandemia estaba en su
arranque, obviamente los índices en nuestro estado eran cero, marzo, abril,
mayo y hasta junio, los números tanto de contagios como en defunciones eran
mínimos para #NuestraColima, pero a mediados de 2020, nos colocamos pronto en
números rojos. Se nos dijo, primero, que serían cuarenta días de guardarnos en
casa y poco a poco fueron pasando los minutos, las horas, los días, las
semanas, los meses, para mediados de año la sociedad colimense estaba harta de
seguir en casa, habría que salir a la calle a buscar comida, a trabajar para
generar un ingreso, ir por víveres, agua, medicamentos, visitar a la familia o,
por lo menos, estar cerca o al pendiente de ellos. Nadie se imaginaba que esto
se iba poner peor. Y llevamos así ya, dos años. Los expertos decían desde un
inicio que esto iba para largo, pero el gobierno federal, en la necia siempre,
decía lo contrario, que ya estábamos domando la curva de contagios.
El
año 2021 fue la resaca de lo que nos dejó y que sigue dejándonos 2020. López
Gatell decía una cosa y Andrés Manuel otra, las cifras empezaron a
“maquillarse”, el número de expedientes, de casos, de muertes fue poco a poco
en aumento, los hospitales llegaron a tu tope máximo, sin posibilidad de
atender a nadie más. Vino una segunda ola de esta pandemia que nos pegó menos
fuerte o igual, ya a estas alturas no lo sé de cierto, hay una tercera ola,
estamos en la cuarta y quién sabe si venga una quinta, sexta o infinita como
infinita es la numeraria. Y el presi dice que vamos bien, que aquí no pasa
nada, que México es ejemplo del manejo de la pandemia y lo dijo en la reunión
en y con la gente de la ONU, qué cinismo. Tan no pasa nada, que ahora, en estos
días que corren de mega contagio, el gobierno federal o local, ambos del mismo
partido MORENA, dicen que estamos en verde, así las cosas.
Esta
variante, dicen los expertos en epidemiología, es el comienzo del fin, es el
contagio masivo para debilitar el virus. Ya estamos vacunados, algunos con dos,
otros hasta con tres dosis, quizá algunos con una y los que decidieron no
hacerlo, tenemos una burbuja más de protección contra este fenómeno que parece
no dar tregua, un respiro, pero tenemos que seguir con los cuidados y
protocolos que ya conocemos, uso del cubrebocas, gel, toma de temperatura,
aunque el virus no conoce o no presenta, en algunos casos lo de la fiebre.
Sin embargo,
en palacio del gobierno hay un paladín que se cree súper héroe y desdeña el uso
del cubrebocas, vamos, desdeña al mismo virus y lo abarata y da el ejemplo a
sus fieles seguidores, que sí los tiene, de no usarlo y eso está muy mal y por
eso estamos como estamos, de ahí que los seguidores de AMLO, líderes en puestos
clave en el gobierno aunque de ese puesto no conozcan nada como en muchos casos
de #NuestraColima, se desentiendan del uso de la mascarilla y hacen menos el,
verdaderamente #QuedarseEnCasa, pero eso sí, le recuerdan a la población que
deben usar el cubrebocas y seguir los protocolos; o sea, que nadie los entiende.
Ahora es
cuando deberíamos de estar en casa, es el momento y no desde cuando nos
mandaron sin saber nada de esta pandemia. Estamos haciendo las cosas al revés y
el gobierno federal ha manejado muy mal esto de la pandemia. Sin embargo, se
ponen como ejemplo a nivel internacional y eso es muy cínico, muy muy cínico de
su parte.
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