En palabras Llanes
Sin
embargo, las noticias parecen volcarse en los hechos violentos que han tenido a
Colima en el foco de atención de todos los medios locales y nacionales. El
covid-19 parece que ha pasado a segundo o tercer lugar. Lo que aterra ahora a
la población es, que nos hallemos en el lugar y el día equivocados o que nos
confundan con alguien y quedar ahí. Lo que aterra a la sociedad colimense es
estar expuesta y, por desgracia, siempre lo estamos al salir a dejar a nuestros
hijos a la escuela, al ir al trabajo, ir a recogerlos y llevarlos a sus
actividades vespertinas, lamentablemente siempre estamos expuestos, siempre
estamos ahí, en el ojo del huracán y no sabemos de dónde o por dónde nos pueda
venir el ataque. La exposición es algo inevitable donde pagan justos por
pecadores. Y donde tenemos, inevitablemente, que salir de nuestras casas en
busca del sustento diario.
A
nivel nacional es ridículo que el presidente se enfrente o enganche en una
reyerta de dimes y diretes con Carlos Loret de Mola, ¿cuándo se va a poner a
gobernar?, ¿cuándo va a dejar de estar en campaña y ponerse a trabajar para
todos/as los mexicanos?
Creo que la
sociedad conoce a Loret de Mola (no lo voy a defender) y también conocemos a
Obrador (tampoco lo voy a defender), es increíble que todo el poder, todas las
fuerzas se vayan en saber cuánto gana y de dónde un periodista como Loret.
Quiero creer a veces que lo de Obrador es una broma, que esto que hace es una
vil broma, pero los índices van al alza: la delincuencia, la carestía e
inflación nos dicen otra cosa, amén del mal manejo de la pandemia que nos tiene
en números rojos y como el país con los índices más altos. Lo bueno es que
viene la famosa revocación… y ahí podremos ajustar cuentas.
A
nivel local, acontecimientos policiacos que aumentan cada día, uno escucha
sirenas y movimiento de vehículos a altísima velocidad y un frío nos recorre el
alma. Cada colimense con quien platico me comenta de alguna situación violenta
ocurrida por su barrio, cuadra, calle, cerca de su casa etcétera. Todos los
días nos desayunamos, comemos, cenamos o merendamos una noticia que involucra
un hecho violento. Esto es lo que están consumiendo nuestros hijos/as.
Pancartas en las escuelas con un mensaje claro y otro que va implícito, hechos
violentos que han sorprendido a toda la sociedad. ¿Y las supuestas
autoridades?, uno publicando, de manera muy clasista, por cierto, que saldremos
adelante, que el pueblo colimote es fuerte y pone a la par hechos violentos con
los son provocados por la naturaleza como ciclones, terremotos etcétera; la
otra, sin decir nada, felicitando a jefas de gobierno de otra entidad, mientras
#NuestraColima se cae a pedazos.
Decían
en cierto eslogan que Vienen buenos tiempos para #NuestaColima y, por lo menos,
en estos poco más de cien días en el cargo yo no he visto nada bueno; espero
que la situación mejore tanto a nivel nacional como a nivel estado porque la
gente tiene miedo, está espantada, indefensa y no sabemos qué hacer…
Para
colmo, las cosas, los productos cada día están más caros, ello nos obliga a
trabajar más, a estar más expuesto a las balas, a los ires y venires de los
vehículos que pasan a toda velocidad, a la incertidumbre de la bala perdida,
por ir a salir a buscar víveres, agua, medicina por medio de nuestro trabajo.
A
nivel estatal crece zozobra, el miedo y la terrible incertidumbre… ¿Dónde están
esos buenos tiempos para #NuestraColima?
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