En palabas Llanes
Yo no sé si fue actuado o no. El caso está en boca, ojos, manos, textos de propios y extraños, quizá más extraños a propios. Mucha gente ha comentado el hecho. Unos a favor, otros en contra. Hay quienes sólo han visto el hecho, impropio, de Will Smith al levantarse de su asiento, en el Dolby Theatre de Los Ángeles, California, donde se estaba llevando a cabo la entrega de los premios Oscar, en su edición número noventa y cuatro y propinarle tremendo golpazo a Chris Rock.
Todo
marchaba tranquilo, sin contratiempos y ningún tipo de exabrupto, cuando de
detrás del escenario (tras bambalinas como suele decirse), salió la figura de
Chris Rock, el actor y comediante quien iba a presentar, justamente, una de las
ternas al mejor largometraje documental; al arrancar su rutina y casi en medio
de esta, Chris Rock hizo un chiste de mal gusto sobre la alopecia, a
consecuencia del estrés, de la esposa de Will Smith, Jada Pinckett. El chiste
versa en torno a una película de Demi More donde la actriz, para entrar al
ejército, se rapa el cabello al estilo G.I. Joe. Rock mencionó que ansiaba
verla en esa secuela. El auditorio rompió en carcajadas, la cámara hizo un
acercamiento al rostro de Jada Pinckett Smith haciendo una mueca molesta e
incómoda tras la broma de Rock…
Repito,
yo no sé si actuado o no (hay quienes opinan esto), el actor de películas como:
Yo, robot, Los hombres de negro, En busca de la felicidad, entre otras,
se subió al escenario a acercarse a Chris Rock y cuando lo tuvo lo
suficientemente cerca, le propinó una cachetada que dejó a la concurrencia
atónita y, seguro estoy, a Rock viendo estrellas. Regresó tranquilamente a su
asiento en el teatro y vociferó, ya sentado en su lugar y dirigiéndose a Chris
Rock en quitar de su maldita boca el nombre de su esposa, lo dijo en un par de
ocasiones y la última gritando muy encolerizado. Rock, sólo hizo hincapié en la
bofetada de Smith diciendo que le dio una buena… y siguió en lo suyo, el
auditorio no daba crédito.
Las
opiniones están divididas, hay quienes dicen y sólo ven la actitud exagerada de
Will Smith al propinar un golpazo y generar violencia; en un evento visto por
millones de personas en el mundo entero, dejando en tela de juicio la imagen
del actor y de paso la imagen de la academia de los premios Oscar; otra parte
del público opina sobre la reacción de Smith fue la idónea porque no se pueden
normalizar estas cuestiones disfrazándolas de “bromas, a final de cuentas es
también violencia y violencia verbal” y mucho menos en estos días donde tendemos
a conducirnos política y socialmente con coherencia y siempre poniéndonos en
los zapatos del otro.
Más
adelante, Smith recibió la estatuilla a mejor actor y, en su discurso, además
de pedir disculpas: a la academia y a los demás nominados (nunca mencionó a
Chris Rock), agregó: “en esta industria tiendes a soportar faltas al respeto y
actuar como si aquí no hubiera pasado nada y seguir con una sonrisa y ver
siempre hacia adelante”; sin embargo, hay días donde el cuerpo, la mente y el
ánimo, no están para aguantar nada y, en un mundo normal (quizá utópico), no
deberíamos aguantar absolutamente nada de nadie (todo esto lo agrego yo).
El
hecho fue televisado, grabado y quedará ahí, para la posteridad. La violencia
siempre generará más violencia. No se pueden seguir haciendo este de violencias
verbales, disfrazadas de chistes. La academia debe replantearse bien todo esto
y analizarlo a fondo. Tan mal hizo Smith al levantarse y externar su molestia,
como mal lo hizo Rock al hacer este tipo de “bromas” y, mucho más mal lo hizo
la academia si previo a todo esto, hay días, semanas, meses de ensayo… Sin duda
hay foco rojo ahí y en otros episodios (como el de Kirsten Dunst y otros más)
donde se deben replantear muchas cosas…
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