Friday, June 13, 2008

Vengando a Pessoa




Voy a ser humano por primera vez. Tan si quiera a comportarme como uno, pero... ¿cómo jijos se comporta un humano? Diario nos levantamos, preparamos el desayuno y salimos rápido para el trabajo porque se nos hace tarde. ¿Eso es comportarse... ser un humano? Esto lo hacen los animales, todos los animales hacen lo mismo. Cuidan a sus crías, las alimentan, pero viven bajo el yugo del jefe de la camada. Así el hombre.
Pues sí, Bunny y yo nos dirigimos al teatro al Hidalgo. Ahí, el amigo, el maestro, el actor, el polémico (pero bien admirado Jaime Velasco) presentó su más reciente trabajo.
Y como Chespirito, escogió los días once y doce para hacerlo.
Una obra fuerte sí, agresiva también que hacía falta en Colima, porque los artistas siempre somos los únicos que nos atrevemos a hacer cosas, y a decirlas, a escribirlas, a actuarlas, a pintarlas, a tocarlas, a disfrutarlas y la gente no sabe si escribiendo, actuando, bailando, cantando, tocando algún instrumento, pintando, restaurando (como nuestra buen amiga en todos los sentidos Wendy)podemos vivir, ya no vivir, comer un día.
Vengando a Pessoa (escrita por otro buen amigo César Anguiano), habla de todas estas desavenencias que sufre el artista.
Pessoa fue un genio, pero como genio vivió; es decir, en el olvido, en la miseria, acorralado en un Portugal que lo ahogó, que lo asfixió, que lo orilló a la soledad más terrible, más cabrona, más sufrible que se puede imaginar.
Y es que, con un sueldo miserable cómo se puede vivir, repito, ya no vivir, comer un puto día, ya no digamos una semana, una quincena, un mes carajo...
Pessoa fue un gran escritor (no para su época), porque no vivió de eso, sino después, como todos los genios, como Vincent Van Gogh que se hizo famoso, rico, millonario (antes de ver su sueño hecho realidad, vender un cuadro) cuando ya no le quedaba más vida que regalarnos, más cuadros que pintar, más colores que combinar, más locura que entregar, más vidas por pintar.
Así Pessoa, se hizo famoso una vez que murió, el año pasado fue el autor más leído, pero... ya para qué se preguntará él mismo. En vida sufrió lo que sufre cualquier genio, vivir solo, en la pobreza y para escribir sin publicar, para escribir sin ganar un centavo, para escribir sin que nadie en su tiempo lo leyera.
Cuando a Jaime Velasco le encargan hacer un trabajo sobre Pessoa su primera reacción fue: "Ja, el fracasado 3569 va a montar una obra sobre el fracasado 1223, qué irónica es la vida pero así es esto", dice Jaime, y tiene razón.
La vida es irónica. En Portugal y todo pero Pessoa fue un fracasado (para la sociedad), como quizá lo es Jaime Velasco en Colima (también para la sociedad), aunque para mí no lo sea pero... qué importa la opinión de un bloguero también fracasado que no tiene ningún comentario a las diatribas que escribe, a la pornografía que sube, a las encuestas que hace.
Jaime Velasco fue el maestro, el que me enseñó a hacer teatro, el que me enseñó el gusto por las obras (el verdadero arte junto con Miguel Ángel Cuervo, a quien admiro y estimo), para mí no es un fracasado, pero con un sueldo de mil 300 pesos a la quincena nadie, por muy chingón en su área que sea, pero nadie puede vivir chingadamadre.
Jaime también come. Jaime también viste. Jaime también paga renta. Jaime también necesita calzado. A Jaime también se le antoja una pinche mujer carajo, y las mujeres cuestan. A Jaime le gusta el cine (¿Cuántas veces Jaime Velasco no hemos ido al cine juntos, cabrón, aún incluso a riesgo de que la gente piense que somos putos, sí PUTOS).
Pero que se vaya a la mierda la puta gente. A Jaime lo quiero un chingo, sí, leyó usted bien, lo quiero un chingo porque ahora es mi amigo. Y de cuando en cuando compartimos la mesa juntos para comer y platicamos de lo jodidos que estamos, de que todo vale verga, de que la Secretaría de Cultura es una mamada, de que la cultura vale pito en México y en el mundo, de que todo está bien jodido y nosotros por platicarlo de esto estamos aún más.
Muy interesantes son nuestras pláticas. Muy interesantes...
La puesta en escena dice que por una vez (ni siquiera es tan exigente), pero que por una puta vez en esta chingada vida seamos gente cabrón, no simples y putos autómatas que actuamos con hambre porque ya es la hora de comer en el trabajo y después no vamos a poder, o si se nos antoja coger en lunes lo hagamos y no nada más los putos viernes o los fines de semana. Que sintamos ganas de escribir lo que queremos y si ofendemos a quien se sienta ofendido, ni pedo, así es la vida, pero nosotros también voz. Hay que actuar como personas. No desayunar a las nueve porque es la hora, sino desayunar porque tenemos hambre. Coger porque tenemos ganas. Beber porque además de estar pendejos y dedicarnos al puto arte somos unos pinches borrachos y ni pedo. Hacer las cosas por gusto, porque queremos y no porque nos ajustemos al horario de nuestras oficinas. Esas son patrañas.
Y si los artistas, o los que nos dedicamos a esto del arte (en cualesquiera de su expresión) somos los únicos capaces de decir y hacer las cosas y vivir del arte para el arte y a veces (muchas por cierto) por amor al arte (sino pregúntele a Guille Cuevas que se avienta chambas sin cobrar), no es porque estemos pendejos, o a la mejor sí y estamos bien pendejos, pendejísimos y además estamos locos porque creemos que en México, en Colima se puede vivir de ello, es porque nos gusta lo que hacemos y es, a decir verdad, un trabajo como cualquier otro.
Yo antes fui todo que escribidor. Barrendero, mecánico, lavaplatos, ayudante de laminero, cajero (es decir, movedor de cajas en Ley), intendente, reportero, fotógrafo, corrector, etc.
Sin embargo aquí estoy, no he dejado la labor y aunque hay comentarios varios sobre mi obra: que vale verga, que chinga a tu madre, que estás bien pendejo, que no mames, que no vas a salir de pobre escribiendo mamadas, que no sé qué, y un largo etc., a mí no me interesa, quiere decir que voy bien, que todo está a pedir de boca, que todo marcha sobre ruedas.
Me preocuperé el día que me digan: oye, qué chingón escribes. Porque ese día será el que me ponga a reflexionar y diré abiertamente: Alberto Llanes, vales verga, has perdido la esencia del verdadero artista.
Tomaré entonces las botellas de alcohol que tenga en mi casa, que, dicho sea de paso es también su casa. Y me hartaré de vicio hasta morir.
Felicidades a mis dos amigos: VelascoAnguiano por atreverse, por tratar, por demostrar, por exponer, por montar, por escribir, por vivir, por ser mis cuates y por todo lo demás... Ya me sentí humano aunque sea por primera vez en la vida... y los artistas no estamos locos, ni borrachos, ni pendejos (quizá esto sí), ni nos drogamos como piensa la pinche gente, simplemente somos humanos y queremos actuar como humanos alguna vez, en nuestro oscuro subsistir...

Espero con esto, haber vengado, aunque sea un poquito a Pessoa y a todos los artistas amigos míos...

4 comments:

Anonymous said...

Ta chido tu texto. Y luego ponerlo aca en la red a las seis y cincuenta de la mañana.Creí que nomás yo madrugaba a escribir. Me da gusto que haya tanto "ardor", pasión, en Colima. Me dijo Vianey que había vengado no sólo a Pessoa, sino a un chingo de gente, jejjejej. Eso es bueno, hacer justicia de vez en cuanto, al menos justicia poética, claro, porque de la otra es muy dificil.
César Anguiano.

zUmO dE pOeSíA (emilia, aitor y cía.) said...

Te olvidaste de mencionar a Kafka, otro olvidado en vida y reivindicado en muerte. Hasta llegó a pedir a su amigo Brod que quemase sus manuscritos tras morir (pero Brod no le hizo caso y los publicó). Y hoy Kafka es uno de los narradores más valorados. Me parece que Kafka es una espesie de Pessoa a la austriaca, o Pessoa un Kafka a la portuguesa. ¿No creéis?

ictius said...
This comment has been removed by the author.
ictius said...

No hija pos no acabaria el bristy, de esos. muchos, saludos compa.

Ahi disculpe los acentos, soy anarko.

¿Qué es lo primero que levantas del suelo después de un terremoto?

 En palabras Llanes     I Una vez más México hace historia; otro 19 de septiembre que « retiembla en su centro la tierra al sonoro...