Friday, November 21, 2008

Calaverota




Calaverota
(para todos mis compañeros de publicaciones
con todo respeto y cariño de este niño).


La muerte rondó publicaciones
y entre libros, papeles y correcciones
a todos les fue dando sus arremangones.
Empezó con Guille, nuestra jefa
que siempre con el teléfono en la oreja
le dijo simplemente:
─Jefa, no pongas tanta queja
agarra tus chivas y a la reja
para que descanses tú y tu oreja
que cada día noto más rejega
ante tanto telefonema.
Y sin más que hacer
y ante tanto placer
nuestra jefa no pudo comparecer
a los designios de tan normal parecer.
Fue entonces con Inés
a quien se le notaba cierta palidez
porque con tanto informe
no se hallaba conforme
de que se publicaran tantos nombres
de personas que a veces ni conoce.
La muerte la vio tan ocupada
que pensó mejor llevársela de pasada.
Después de dar el rondín
por todo publicaciones
tocó el turno de Doña Mary
que desde temprano
con teléfono en mano
atiende todas las llamadas
que entran a la dirección
la muerte la llevó en volandas
cuando con cierta emoción
daba a un escritor
la nota de su dictaminación.
A carlitos la muerte lo agarró en el cuarto oscuro
mientras la parca le estaba pidiendo un ósculo
que ni tardo ni perezoso carlitos no dudó en dar
sintiendo el frío aliento que la muerte tiene al matar.
Para don Pedro la cosa fue singular
la muerte lo tomó de sorpresa
cuando salía Del taurino y sin pagar
donde se le vio por última vez tomar.
Horacio estaba dormido en la silla presidencial
cuando la muerte le vino de sopetón a reclamar
y aunque reclamara, la muerte no se pudo acordar
de lo que Horacio, con tan buen decir
le trataba de explicar
y sin más reclamos la muerte lo empezó a arrastrar.
Don Migue limpiaba los espejos
cuando la muerte llegó
y aunque la visualizó en el reflejo
en un solo movimiento se lo llevó.
Adolfo quedó boquiabierto
y bastante perplejo preguntó:
─¿Es mi turno?
Y sin tanto aspaviento la muerte lo recogió
olvidando que también era bombero
Como su buen compañero:
Benjamín
quien trabajando en el PRED
la muerte no pudo entender
qué cosa era eso de PRED
que estaba lejos de su entender
y entre sistemas computacionales
y dígitos abominables
la muerte detestable
no le dio el punto y aparte.
Contando estaba Martha cuando la calaca llegó
venía atiborrada de folios que Martha contabilizó
y entre cuentas y cheques y firmas
a Martha se le acabó la vida
de contar números sin medida.
A Guille Cuevas también le tocó
y eso que nada más venía de volón
a recoger un libro para su revisión.
Entre tanta intromisión, a Miriam la muerte sorprendió
cuando revisaba casi con emoción
un nuevo libro para su edición.
Beto Vega estaba muy quieto
cuando la muerte lo nombró
con tinta roja hacía la corrección
del libro de computación
del cual no tiene ni tantita emoción
de trabajar como siempre lo hace él, con mucha pasión.
Entre rizos, peinadas rápidas y diseños
la muerte llegó con el Chino
a la muerte le gustaron tanto sus diseños
que frunciendo un poco el ceño
el Chino no tuvo más que seguir su mismo sendero
llevando ya en la mente,
un nuevo diseño que haría para la muerte.
Gloria tomaba un extraño refresco
cuando la muerte llegó en seco
Jajaja, río Gloria con respeto
─Esto no es un refresco.
Y cuando iba a aclarar que era cerveza
la muerte actuó con certeza
y se la llevó con mucha presteza.
A Víctor la muerte le quería tomar del pelo
pero sabiendo que no usa cabello
mientras trabajaba en su compu
de modo muy perplejo la muerte le hizo una jugarreta
y éste creyendo que era un programa nuevo
bajó el archivo completo.
Pero era la muerte que de nuevo
usando la tecnología,
venía en archivo adjunto entero.
Deysi hacía un complejo diseño
cuando la muerte llegó sin empeño
al notar que eran líneas extrañas
la muerte sin patrañas
se la llevó sin marañas
y con guadaña en mano,
no hay quien ponga resistencia
ante fiera presencia.
A don Memo no le causa escalofrío
tan vil complacencia
y tecleando y transcribiendo
la muerte le dijo:
─Anda Memo, vamos para que conozcas el camino.
Y caminando y escribiendo para no hacer charco
muerte y memo se fueron muy tomados de la mano.
A Paco se le veía un poco cansado
cuando la muerte con saco en mano
le llegó. Estaba jugando al solitario
y sin hacer tanto preámbulo
la muerte indiferente
puede tener muy buen contendiente
en todo el continente.
“Alguien tiene que trabajar y ese soy yo”.
Dijo Jimy sonriente cuando la muerte
diempre presente le dijo:
─Jimy, si te llevo a ti, ¿Quién hará el trabajo en publicaciones
te parece bien que lo dejemos a la suerte?
Si tú ganas te dejo, si pierdes te llevo.
Y creyendo que la muerte no hacía trampa
Jimy aceptó la transa
y en un abrir y cerrar de latas
Jimy se encontraba con San Pedro
dándole ahora él lata.
Cuando Carmen llegó, esto era el acabose
unos tantos por allá otros por acá
la muerte había terminado su rondín, pero aún faltaba más.
Carmen tose y tose
a la muerte llamó
no bien había prendido su máquina
cuando ésta por la espalda le llegó.
Tú de esta no te salvas
fue la sentencia que dictó.
Y se llevó a Carmen sin que diseñara la portada
del nuevo libro de Microfinanciamiento,
que no es que vaya lento
sino que ha tenido mucho impedimento.
En eso estaba la muerte cuando de volada
se acordó de pasar por Inés que seguía muy ocupada.
Ahora hacía el POA
que no es que sea broma
la muerte ya no puso soportar
y entre papales la empezó a cargar.
Para el Llanes todo fue ficción (aunque no tanto)
escribía una narración
cuando la muerte, como personaje se le apareció.
Infame Llanes que le creyó,
porque la muerte vestida de Alejandra lo engañó
y con todo y sus marañas por fin se le llevó.
Y así pasó en publicaciones
donde ahora las ánimas de todos los editores
diseñadores y trabajadores
rondan muy de vez en cuando
sobre todo cuando es día de pago.

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