En palabras Llanes
Cuando Luis Ignacio Villagarcía
estaba al frente del Instituto Colimense de cultura (posteriormente conocido
como Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Colima) y cuando se
encontraba en su segunda etapa, posiblemente a la mitad, yo empecé a acercarme
a la dependencia de gobierno. Por aquellos ayeres era un incipiente alumno del
Cedart Juan Rulfo, estaba escribiendo mis primeros cuentos, poemas, y tenía a
grandes amigos y amigas artistas, amigos y amigas que, primero, fueron mis
maestros, entre ellos Miguel Ángel Cuervo y el reconocido actor y director de
teatro Jaime Velasco y ya luego fueron mis amigos. Por aquellos años la
dependencia era un un departamento del gobierno en turno, precedido por Carlos
de la Madrid Virgen y, posteriormente por Fernando Moreno Peña, pero me fui
acercando a lo que yo siempre conocí como Secretaría de Cultura. Luis Ignacio
duró muchísimo tiempo en el puesto, muchísimo.
De
aquellos ayeres recuerdo perfectamente mi relación, siempre afable, con
Salvador Silva Padilla, Yolanda Orozco y Víctor Uribe Clarín, entre otros
Flavia Vergara, por ejemplo, quienes vieron en mí el entusiasmo de aquella
juventud, por dedicarme al mundo de la farándula; y cuando me refiero al mundo
de la farándula quiero decir al mundo del arte, a la escritura y la lectura que
es, sin lugar a duda a lo que me dedico: escribir y leer. Lo demás, como dijera
Tito Monterroso, lo demás es silencio…
Digamos
que el trato más directo que tuve con una titular en cultura fue con la
licenciada Ana Cecilia García Luna, quién sabedora de mi incipiente carrera
como escritor y con el dato de que en el 2002 había ganado una mención
honorífica en el certamen estatal de cuento Gregorio Torres Quintero (el primer
lugar fue, por supuesto y bien merecido para mi querida maestra Guillermina
Cuevas), me pidió que le entregara un compendio de cuentos para su futura
edición. No me gusta ser un artista que esté de encimoso con los o las
secretarios de cultura. Ante esa petición de la licenciada y sabiendo que mi
carrera iba comenzando decidí madurar literariamente hablando y en otros
sentidos. Le agradecí el gesto y, en aquella entrevista que tuve en su despacho,
le dije que algo mandaría. No mandé nada, repito, estaba comenzando mi carrera
y, sí, tenía cierto “miedo”.
Sin
embargo, estuve cercano a la participación cultural en el periodo de la
licenciada, fui a ver muchas obras de teatro, muchas presentaciones de libros y
autor o autora que pisara esta tierra invitado por el gobierno de Colima, a
través de la Secretaría de Cultura, ahí estaba presente, a la distancia
saludaba a la licenciada o me acercaba yo o ella a mí… un trato siempre
cordial.
Con
el licenciado Rubén Pérez Anguiano la cosa siguió en el mismo tenor o, digamos,
un tanto más cercana. Repito, no me gusta hostigar a nadie, me gusta dejar y
que me dejen, participar y presentar proyectos o propuestas, trabajar en pro de
la cultura de mi estado, el estado que adopté para vivir. Con Rubén había un
programa hermoso de pinta de bardas con alguna frase de algún autor o autora de
la región y el diseño o la pintura que acompañaba la frase la hacía otro
artista gráfico, visual o plástico en un maridaje excepcional. Yo tuve mi barda
con una frase de mi libro de Greguerías. En ese periodo recuerdo haber
participado en lecturas, charlas, talleres y fomento y difusión de la cultura
en nuestro estado y en diversos municipios. Publiqué un buen número de obras,
participé en FECA (posteriormente PECDA), jóvenes creadores, etcétera. En 2005
obtuve el premio estatal de la juventud que llevó, por primera vez, el nombre
del extinto gobernado profesor Gustavo Alberto Vázquez Montes.
Mi
amigo y doctor Carlos Ramírez Vuelvas fue el siguiente, no se diga, el trato
siempre fue cordial, amable, con propuestas de participación y trabajo en
conjunto con Secretaría de Cultura y la Universidad de Colima, cada uno en su
trinchera, siempre trabajando en pro de nuestro estado y de la cultura,
llevando lecturas a bachilleratos, escuelas, o en el mismísimo Centro Estatal
de las Artes en Comala y asistiendo a talleres, charlas, conferencias y
participando activamente con propuestas, planes y proyectos. De esta
administración puedo decir que concursé en el certamen estatal de cuento y en
el 2018 obtuve el primer lugar, lo cual me dio mucho orgullo y a mi mamá, creo,
más. Fuimos a un par de ferias de libro, una en Coahuila y otra en Fil Minería
y, al regresar, la pandemia nos metió en casa. Cierto, desde hace tiempo se
hablaba ya, de complicaciones económicas, sin embargo, no dejamos de trabajar
viendo siempre hacia adelante…
Con
el breve tiempo que estuvo la doctora Oriana Zaret al frente de la secretaría,
hicimos cosas interesantes y muy buena mancuerna, cada uno también desde su
trinchera y aportando siempre a la cultura y a la comunidad artística. Se creó
la Red Estatal de Artistas entre otras cosas y la participación fue cercana, el
trato cordial y respetuoso.
Llegó
un gobierno nuevo, creo que sí le hacía falta al estado cambiar, pero vaya
forma de hacerlo. En las diferentes reuniones que se hicieron con los y las
candidatos sólo con la del partido en el poder no fui requerido, amén de que
había un grupo de whatsapp con “amigos en común” donde se ponían de acuerdo
para “reunirse” con la candidata. Todos los demás candidatos y candidatas me
tomaron en cuenta, me invitaron a oír sus propuestas y a conversar y asistí,
charlé, participé y dije mis propuestas.
Una
vez que Morena ganó las elecciones y se dio a conocer el “gabinetazo”; he
tratado de acercarme en un par de ocasiones con el ahora subsecretario (porque
hasta eso, ya no es Secretaría de Cultura, es subsecretaría de cultura y lejos,
lejísimos está de ser la Secretaría de Cultura) y ha sido en vano, se nota
disperso, apático, un tanto engreído y hasta distante y molesto. Entonces, a
partir de ahí he decido marcar distancia con la dependencia de gobierno y hacer
planes y proyectos por otro lado, por afuera y por mi propia cuenta. El
programa de cultura de esta administración no existe, no hay, parece que le dan
más peso a las banalidades o al día de star wars que a la propia cultura de la
región. No creo que los y las artistas colimenses se sientan parte de… o que en
administraciones pasadas hayan estado en este abandono en el que se encuentran
actualmente y, para colmo, no hay dinero para nada, sí, producto de
administraciones pasadas, tampoco vamos a tapar el sol con un dedo.
Sin embargo, así
están las cosas y mejor es ver los toros desde la barrera…
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