Friday, June 15, 2007

Noche lluviosa o para estar empiernado (Crónicas defenestrantes)

Noche lluviosa o para estar empiernado
(Crónicas defenestrantes)


Alberto Llanes


Ya empezaron los días nublados. Lluviosos. Esto me trae enormes y grandes recuerdos. Lo primero que se me viene a la mente, es cuando anda uno en búsqueda de una escuela. Yo por ejemplo, me acuerdo de mis tiempos de estudiante del Cedart (Juan Rulfo). Resulta que cuando fui a pedir información y a inscribirme a ese centro de estudios artísticos, el clima estaba así. Lluvioso. Era la época también en que andaba (gikipioso), chaleco de coloritos, gorra igual y fumaba como descocido. Moda ad hoc para la institución a la que iba a entrar.
En otro momento de la vida. Ya cuando fui aceptado en el Cedart y era alumno regular. Por estas fechas también (junio o julio), en cierre de semestre. En el Cedart pusimos un ciclo de cinito. Primero La sociedad de los poetas muertos, segundo, Criaturas celestiales, y el clima estaba así, nublado, fresco como para andar empiernado. En ese momento traía una noviecilla (Julia), y con ella, abrazados los dos, vimos las películas. Eso es muy chido… pero… ya fue…
A la salida del Cedart, otro momento lluvioso me recuerda cuando entré a la facultad de letras y comunicación, mejor conocida como de fiestas y depravación (y vaya historias que se pueden contar de ahí, pero eso… como dijera “Tito” Monterroso, es silencio), total. Ahí encontré a mis amigos, los netos, con los que aún tenemos buena relación: Oscar “El volpi”, Carlos “El mosh”, David “nuestro siempre narrador”, Ihovan “El doblemente pendejo”, Sergio “El checo”, pura firma. La lista se agranda pero los otros compas nunca compartieron tanto tiempo unos con otros.
El caso es que los días nublados me recuerdan el tiempo de la eurocopa 2003 o 2002 (he olvidado ese dato), pero íbamos a casa del buen “flechitas” Oscar (ese compa tiene pinche mil apodos como todos), y nos poníamos, claro, con nuestras cervezas frías en la mano y nuestra botana bien lista, a ver los partidos de la euro. Luego, Ihovan, David, Carlos, Oscar y yo, salíamos a jugar a la canchita que estaba cerca de la casa de flechitas y nos alucinábamos tanto, que ni la lluvia sentíamos. De ahí la frase de que el clima está europeo, como en la euro, frase que aún, aunque ya no jugamos fucho, la seguimos usando cuando el clima en esta Colima de nuestros amores se pone así, nublado rico.
De pronto “Pili”, hermana de nuestro siempre flechitas, se ponía fúrica y con justa razón, siempre dejábamos un tiradero de latas de cerveza y bolsas de plástico por ahí, con tal de ir a patear un balón de cuero de vaca. A tal llegó nuestra afición que de pronto nos hicimos medio “piquetes” en el fucho, pero los años no pasan en balde, las chelas tampoco, ahora estamos medio fuera de condición, todos con pancillas cheleronas y volpi medio pelón, (jajaja ya lo balconee).
Por eso me gustan estos días. El sol se esconde por un ratito, huele a tierra mojada, se respira otro ambiente, Colima lluviosa o nublada es una Colima bien chida. Lástima y lastima que no sea así frecuentemente. Pero bueno, no hay felicidad completa.
Hay muchas personas, instantes, sucesos que me recuerda este clima, amores que han quedado lejos, otros que están presentes, eso que hace que el clima nublado te dé ganas de no moverte de la cama, ni siquiera para ir a trabajar, sino quedarte ahí, acostado, con la mujer a la que estás amando, no queriendo, amando en ese momento.
Estar ahí ambos, sin decir nada, sólo estar ahí, abrazados, pensando en todo y en nada pero con la seguridad que te da, y sobre todo con las ganas de estar con la mujer que quieres y quiere ella también estar. Eso es lo más chido de todo este pinche desmadre, dijera Alejandro Lora.
Los días lluviosos son chidos, sí, pero si no se comparten con nadie como que no tienen chiste, como que pasan y se convierten en otro día más, uno como cualquier otro. Ahora Alejandrita es esa persona especial con la que me gusta y quiero pasar estos días lluviosos, y no quiero nada más que sea una vez, o dos veces, o tres, o cuatro, sino toda la vida así, abrazados, acostados queriéndonos tanto.
Por eso los días lluviosos me traen gratos recuerdos, y más ahora que los paso con la mujer con la que los quiero pasar por el resto de la vida… no sé… siempre…

3 comments:

deivid said...

violines: shalalalalá, shala lalala lala lala lalalá (tema de romeo y julieta) jajaja

un abrazo bristol del diablo, pero abrazos de esos empiernados, aussssssh!

Jaime said...

ah pinches bristes que bien pinche enculado estás cabrón, amos al chess culito, pinche mandilonazo pinches pinches me salen todo el pinche tiempo, argg

Tewé Nesérame said...

intimidades...

¿Qué es lo primero que levantas del suelo después de un terremoto?

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