Monday, May 21, 2007

Situación del héroe degradado

Situación del héroe degradado en la novela:
Con la muerte en los puños de Pedro Ángel Palou


Alberto Llanes


Para llegar a obtener el título de tesis que a continuación voy a proponer, como base, tuvieron que pasar primero, algún tiempo, algunas lecturas, y por supuesto, delimitar el tema lo más posible porque era prácticamente complicado, no así imposible, el ambicioso proyecto para titulación que traía entre manos.
En primer lugar, mi situación era abordar todos los deportes (que a mí me gustaran y con los cuales me sentía identificada y hubiera material literario para trabajar), para la hechura de la tesis y/o investigación que me llevaría a la tesis final.
Como al final los deportes siempre eran cuatro (que me gustan, no así que practico), pensando en un posible corpus me vi en la necesidad de separar en capítulos los deportes, que por orden de aparición fueron: futbol, béisbol, boxeo y lucha libre, teniendo que dejar fuera el futbol americano, sin duda, el deporte que me gusta más por excelencia.
Al empezar el proceso de crítica de la crítica, y de lectura de material literario para la investigación final. Me topé con la nada, pero complicada situación de que de entrada, el futbol está tocadísimo, leidísimo y criticadísimo. Fueron fojas y fojas de material que nunca iba a terminar de leer por completo. Y aún, menos aportar algo diferente o nuevo, a la tesis de investigación de Alberto Ramos Zaragoza sobre el mismo tema, hecha unos cuantos años antes que ésta, que tocaría además, otros deportes.
La tesis de Alberto Ramos y que está en el centro de lectura de la Facultad de Letras, abarca en todos los géneros literarios y periodísticos, el tema en cuestión. Por lo que hacer algo mínima diferente iba a estar un poco difícil, así salió el futbol de mi gusto central.
Por otro lado, el béisbol salió porque es un deporte que tiene poco interés en el público en general, público literario quiero decir, e incluso para mí, me gusta, pero sólo cuando están en serie mundial y tengo algunas cervezas enfrente mío. De otra forma se me hace un juego demasiado largo en tiempo, y aburrido cuando no hay batazos.
Así el béisbol, el rey de los deportes, salió por completo de mi espectro a deporte a tratar para la investigación que apenas iba a empezar. Aunque encontré buenos escritores de temas béisboleros, Vicente Leñero y Gerardo de la Torre. Habrá más, muchos más, pero como ya no me interesa el tema, que otro haga la investigación correspondiente.
El boxeo lo voy a dejar al último y me brinco a la lucha libre. Por un momento pensé que sería bueno, además de muy mexicanísimo, abordar en una tesis de maestría el material habido y el por haber acerca de este deporte que para muchos es pantomima, pero para otros es la mera onda, tanto para el público televidente como para el que se da cita en un cuadrílatero.
Mis guías en este regusto por la literatura luchística fueron de pronto pocos. Víctor Ronquillo con su novela Ruda de corazón, (en el nombre lleva la penitencia), José Emilio Pacheco cuando en El principio del placer describe una situación verdaderamente de risa que tiene que ver con el pancracio. Y claro, estaba también la autora Lourdes Grobet con sus libros Espectacular de lucha libre, además que en México tenemos a la leyenda máxima de estos menjurjes El santo el enmascarado de plata.
Con este respecto, y sobre este tema, del Santo. El recién finado autor Rafael Ramírez Heredia tiene un cuento dedicado al Santo precisamente, en su libro títulado Otra vez el Santo. Todo esto sería material que sin lugar a dudas me podría ayudar para realizar mi trabajo de investigación. Pero si el futbol es un deporte que no es tomado en serio por la crítica y los que se dicen intelectuales (aún a pesar de los miles y miles de textos serios que hay escritos al respecto), la lucha libre sería lanzar una cachetada con guante blanco y seguir en la irreverencia de antaño.
Al box lo he dejado al último, porque sin duda es el deporte, junto con el futbol, más practicado en México, y con más tradición, y el que ha dado a grandes leyendas. “Mantequilla” Nápoles, “Púas” Olivares, Julio César Chávez, entre otros, claro que también ha dado a grandes payasos del cuadrilátero Héctor “Maromero” Paez, por ejemplo.
Sin embargo, en justas olímpicas, el boxeo está catalogado como el deporte que más medallistas tiene para México, junto con la marcha (caminata). Es también, el deporte que se tiene en el olvido, como la marcha, es decir, es el deporte en el que más se le tiene que sufrir por parte de quien lo práctica. Tiene además, en su tradición, una serie de textos literarios Las glorias del gran “Puas”, de Ricardo Garibay, por ejemplo, como grandes filmes del cine de oro mexicano. Y ahora, actualmente, en una contribución verdaderamente importante, el documental dirigido por el actor juvenil Diego Luna que ha titulado simplemente Jota Ce Chávez, en honor, a quien honor merece. Nuestro campeón.
Otra particularidad del boxeo es la degradación de los ritos, la belleza, y hacer mundano algo que es sagrado. Con ello me refiero a la actitud que toman los boxeadores ante tanta gloria, ante tanta fama que les cae de pronto.
La mayoría de los boxeadores empiezan sus entrenamientos de sparings, es decir, viven de los guamazos que les dan otros. El lugar donde entrenan esos otros se llama chiquero, o redil, encierro o establo, ahí, de entrada, ya está la degradación del ser humano. Posterior de ser sparring de otros, el boxeador tiene que demostrar habilidades en ataque y defensa, agilidad en piernas, movimientos rápidos, relajación, respiración, y sobre todo, fortaleza, aquí se encierra todo lo que tenga que ver con la condición física, porque hay que tener en mente que son (en peleas oficiales) doce rounds de tres minutos cada uno, por uno de descanso. Así que el desgaste físico es impresionante.
Cuando un boxeador está debidamente entrenado empieza su ronda de golpes por la vida, los que tiene que dar, pero aún más, los que tiene que recibir. En los carteles el chamaco (sobrenombre muy utilizado en el gremio), se publicita siempre en la última posición, que al final termina siendo la primer pelea de la noche. Todos quieren ver al campeón mundial (peso que sea), hasta el final.
Si el chamaco en verdad es bueno puede ir subiendo de escalafón hasta ganas posiciones y poder enfretarse con un rival de talla, y porqué no, pelear por el cinturón tal el campeonato cual, de peso tal, en la rama cual etc., en un golpe de suerte el chamaco puede estar, en poco tiempo, ganando los miles de pesos, los millones por qué no.
Y como dice el refrán: el que nada tiene y llegar a tener, loco se quiere volver. Así la nefasta existencia del boxeador. De pronto se ve rodeado de lujos, de vinos, de drogas, de mujeres, de placeres, y se da la gran despilfarrada de su vida. Yo creo que tanto putazo en la cabeza también les afecta. Así que empiezan a perder el piso…, por ello, y retomando aquí el título de la investigación “La situación del héroe degradado en la novela “Con la muerte en los puños” de Pedro Ángel Palou, es como me doy a la tarea de iniciar un proceso de investigación, que, mediante mitos (como el del rey midas, o el mito de job), me permitan llegar a la conclusión, con base en el personaje central de la obra “El Baby” Cifuentes, a: por qué los boxeadores siempre (en la vida real y en la liteararia) terminan todos igual, en la pobreza, locos, solos y sólo con el anhelo de que pudieron ser y no fueron las grandes figuras del deporte mexicano.
Para lograr esto, además de la novela de uno de los narrados más prolíficos en la actualidad como es el case de Pedro Ángel, tendré que buscar los mitos por supuesto, checar algunos datos en el libro Mitologías de Roland Barthes, y acercarme a los textos teóricos de la construcción del personaje, entre algunos de ellos están Greimás, Vladimir Proop, Luz Aurora Pimentel, y quizá Fernando Sánchez Alonso.
Así como la literatura que haya sobre el tema boxístico, donde también resaltan como grandes aficionados y escritores de historias así, Vicente Leñero, Rafael Ramírez Heredia con el Rayo MaCoy, Antonia Mora con Los cuarenta chatos, y Juan Villoro entre otros.
Así, realidad o ficción. El boxeo es un deporte apasionante por el lado que se le mire, ya sea el literario o meramente deportivo. Independientemente que nos guste o no, como el futbol, los toros, la lucha libre y todos los deportes más.

4 comments:

deivid said...

saca la tesis, pinchi tenoch! jajajaja, el heroe degradado es como el borracho que sobrevive a todas las pedas?
un abrazo, chiquilla!

Tewé Nesérame said...

"En primer lugar, mi situación era abordar todos los deportes (que a mí me gustaran y con los cuales me sentía identificada y hubiera material literario para trabajar), para la hechura de la tesis y/o investigación que me llevaría a la tesis final"

"identificada" ¿¿qué pues Llanes?? jajaja saludos!!!

Sv Alteza said...

bueno, sì, pero, por què tanta coma? eso, te lo enseñan, en primer semestre, qué, no ponías, atención?

ah, esto, es por, los saludos, en el blog, de carlitos, ni quien te coja, y ya, tienes, los calzones, en la mano.

;)

Jaime said...

jajaja, puras carretas

¿Qué es lo primero que levantas del suelo después de un terremoto?

 En palabras Llanes     I Una vez más México hace historia; otro 19 de septiembre que « retiembla en su centro la tierra al sonoro...