Wednesday, March 28, 2007

Siguen más vilipendios, cervezas, y lo mejor, la Sherezaii, artista... artista...!!!

Todavía estamos en miércoles 21, primaveralón, acá, como burros en ídem. Me quedé en que Gerardo y yo hicimos acto presencial. Bueno, pues en cuento Memo vio la tella de tinto, los ojos de los simpson quedaron pendejos, Memo los agrandó más, y obvio, me pidió un vaso (ah, porque hasta vasos plásticos llevaba, por ejemplo, soy borracho como dice la gente, pero hasta eso consciente). Total. Me dio mucho ver ahí a Melquiades, una cara amigable, chingá, digo, estaba Gerardo, pero ya Gerardo y yo llebábamos varias tellas de tinto. Bueno, el curso o charla o taller o lo que sea que dio Memo, estuve genial, me pasé cagando de la risa, aunque ofenda sus castos y puritanos oclallos, pero es que ah, inche memo, estuvo genial, sobre todo con eso de las musas, que dicen: "ponte a escribir, pendejo". Frase que puede quedar plasmada en una playera. Después del curso del maestro Memo Vega, nos fuimos a pistear, creo que él, a trabajar todavía más, pero bueno, son cosas que pasan. El primer día noche (el segundo para mí), hubo un conciertillo muy chafa (no mames pinche Avelino, la neta eh), quesque de trova, bueno, me tomé una chela. Iba con la wera Irene, ella no está tomando. Sergio, trabajando. Tenía unas ganas imperiosas casi, de jugar billar. Y como la música estaba realmente muy pinche, que le digo a Irene, juimonos y nos juimos. Memo Vega estaba platicando con ls mujercilla esa, en el bar social, lugar donde se llevaba a cabo el concierto de música trovadora... Fuimos al manzagrillos, ahí hay mesas de billar y toda la cosa, muy puteadas, hay que aclararlo, pero bueno, mesas al fin y al cabo. Esperamos entonces a que mi compadre terminara su desmadre (trabajo), pero creo que iba para largo. Siempre tengo sed de Negra Modelo, así que no lo pude evitar, la pedí... el vino tinto y la cerveza no hacen buena mezcla, lo ponen pedo a uno. Menos con la crema de la cerveza, uta, qué peda, pero bien, hacía calor, o siempre tengo calor (pinche caliente). Luego de otra chela, como que la desvelada de la noche anterior me vino en seco. Por fin llegó Sergio, como a las doce de la noche. Total. Me estaba quedando jetón. El hotel estaba a una cuadra. Y como que no vi claro qué pedo con la demás banda. Melquiades, y tenía razón, se estaba quedando jetón en el concierto de música mamoma trovera. Bien, aquí se rompió una taza y cada quien a su casa. Fuime a mi habitación. Hotel colonial 204. Entré. saqué mi librín de Efraín Bartolomé, que no es precisamente mío, y fui a hacer una necesidad mientras leía: Del mar, del ancho mar, del negro y tormentoso mar... en la cama contigua a la mía, unas cosas esperaban por alguien. Traducción, dijera el padre de mi chika bonita: El gran Alfredo Hermosillo había tomado poseción. Bien. Declame y declame terminé. Voy viendo que no tenía pasta, ni jabones ni champú, la pasta la compré antes de... los jabones bien podía usar los rosa venus como de motel (me han dicho) y el champú lo podía compar al día siguiente. Final en laguna (dijera José Agustín), del día ajeteadrón.
Jueves 22 de marzo... (a dos días de mi cumple... por eso me fui rápido el sábado mi Memo).
Cómo olvidar ese jueves, gran día. La cuarta o tercer locura que ha hecho mi mujer desde que estamos juntos... pero vamos por partes... La noche anterior, la compartí en la habitación doble con el Hermosillo. Uno no está acostumbrado a dormir acompañado, menos si esa compañía es de un cabrón. Salí pues del baño, y llegó él, tocó a la puerta y se presentó, aunque ya nos habíamos visto en el taller literario con Memo Vega. Luego de intermcabiar bagatelas que se acostumbran en ese tipo de situaciones. Ambos nos quedamos jetones. La fiesta en el centro histórico de manzanas termina pronto... esa la frase suya de él, que no voy a poder olvidar porque tiene toda la razón.
Amanecí. Siempre voy al baño antes de... esta no fue la excepción. Me acordé que no tenía champú. Prendí la tele para ver las noticias y me acosté, al rato iría a comprar la indumentaria. Al cabo se despertó el Hermosillo. Intercambiamos palabras también de costumbre más que de amistá, como en el caso. Y opté por lanzarme a comprar el champú para darme un buen baño. Me tardé una rato en la compra. Antes fui a caminar un ratito por el parque del centro. Despertar con el mar a tu lado es genial. Me cae de madre. Entonces le hice caso a mi amada, me compré un yogurth, porque la pinche gastritis, estaba cabrona. Se me acentó un poco es estómago. Las tiendas empezaban a abrir. El clima era frescazo. Se respiraba mar. Rico la verdad. Esos amaneceres son chingones. Voy a una farmacia. En el camino, pasé por una tienda de ropa, vi una blusa tan chingona, que pensé en cómprarsela ipso factum, a alejandra, pensé que se le vería de maravilla, y en efecto así es, se le ve de maravilla. Palpo las bolsas de mi short, y tonto de capirote (dice Juan Diego), no llevaba la puta cartera. Solo un móndrigo billetito de cincuenta pinchurrientos pesos, que obvio, no me alcazaba para nada más, que no fuera el puto champucito. Bien, vade retro al hotel. A la suite presidencial. El Hermosillo yastaba vestido y listo para ir a desayunar. Estaba también, en plena corrección de sus textos, porque al rato, además de tocarle leer en público, tenía taller con el gran Memo. Bueno, hay te dejo, voy a desayunar y me lanzo -me dijo-, sobres, contesté, y qué bueno que quedé solo, porque bañarme, me gusta hacerlo con musikita, como con muskita me guatan hacer otras muchas cosas. Total. Tomé una ducha. El puto cabello resintió el cambio de agua. Se me puso espezaso (si ya de po), pero chido. Un mensaje de mi reina me alegró el día. Contestele como siempre había hecho desde que puse pie en manzanillo. Mensaje va, mensaje viene de regreso. La romantiquez mejor me la reservo para ella solita. Alisteme, púseme más o menos presentable, y fuime a desayunar. Esto de ponerme presentable tiene su historia. Resulta que siempre que voy a manzanas, lo hago para dos cosas, pistear y andar en fachas, pero ahora no podía andar en fachas, no, cómo, iba a leer, total. A la salida me encontré de frente con el gran Melquiades. Intercambiamos algunas palabras, y nos disponiamos a ir a la oficina del sargento, cuando al bajar aún más, Guille Cuevas compartía mesa con Hermosillo. Nos sentamos. Desyuné. Por cierto, me chingué los huevitos que le habían mandado a Guille, porque ella los había pedido tal y se los llevaron cual. Estas meseras porteñas igualadas -dice Guille-. Memo Vega hizo acto de presencia con una cara que francamente, no se veía muy bien. Se presentó diciendo, antes que los buenos días, que había pasado mala noche por todo lo que comió. Caray.
Desayunamos muy agusto, Melquiades dice que no está acostumbrado a hacer esa actividad tan temprano, pero nos acompañó de igual manera. El tiempo ya lo teníamos encima, y en efecto, no tarde en levantar cuando el móvil sonó... pensando que era mi reina lo cogí de prisa pero oh, no, no era mi reina, era el sargento Gómez. Onde andas cabrón, con quién y a qué horas piensan llegar. Tres preguntas lanzadas como una mendiga bala fría. Estoy en el hotel, desayunando, con cuasi todos excepto los innombrables y ya vamos saliendo para allá. Lo bueno que el hotel está a una broma de la presidencia, sino, hubiera hecho, el sargent, el primer coraje del día. En un santiamén estuvimos trepados como changos de circo, en una van, que nos llevaría a nuestros lugares de lectura. A mí, y como es crónica mía van a tener que aguantar porque fue lo que viví yo, me tocó leer en el CET del MAR... (indudable no pensar en mi reina con ese MAR de MARgarita). Y como dicen los Tacuba, va mi pensamiento otra vez a ti...
La lectura nos salió rebién. Compartí mesa con la Alegría (sic) y Memo Vega. Empecé yo. Me caga que lean curriculos largos que no dicen nada. Yo sólo soy Alberto Llanes /les dije a los chavos/, y me dedico a escribir, pero antes, a leer, excelente presentación, para qué salgo con la mamada, como la intruseta, de pedirle al sargento Gómez nuestros curriculos, pura pinche vanagloria, me cae de madre. Bueno, después del exabrupto, creo que mi texto les gustó, oí por ahí risas, cuando un texto mío logra eso, me vale madre el resto, estoy conforme. Igual me conformo con poco, pero poco es lo que necesito para vivir. Memo Vega leyó un cuentazo. A leguas se le nota lo chilango, debo decir que yo también soy de por allá. Total. El otro texto... me reservo el derecho de admisión, jajaja.
El lugar CET del MAR, está hasta encajo aquél. Lejos Lejos Lejos, a la chingada, dice Alex Lora, más allá del balneario del tapo, no, les digo, encajo el miembro. Pero la banda fue buena onda. Hizo sus preguntas y toda la cosa. El temor de Memo Vega, era que en realidá vinieran por nosotros, que no nos dejaran ahí. Que de cosas se le ocurren al Vega, bueno, vamos de regreso en la misma van. Aquí, viene un apartado que voy a poner en mayúsculas, gusten o no. EL MÓVIL DEL SEÑOR LLANES SONÓ, SONÓ CON TIMBRE DE LLAMADA, NO DE MENSAJE. AL VER LA CARÁTULA, ERA MI REINA. QUE ME SOLTÓ UN QUÉ CREES, QUÉ CREO MI AMOR, LE DIJE, QUE TRABAJÉ EN BALDE, NO ME DIGAS CHIKITA, SÍ MI AMOR, QUE ESTOS PENDEJOS DE LA TRADUCCIÓN ME DIJERON QUE NO MÁS NO, QUE ERA A PARTIR DE LA CINCUENTA Y... HAY MI AMOR, Y AHORA, NO PUES YA NO VOY A HACER NADA, YA ME PIDIERON LA TRADUCCIÓN QUESQUE PORQUE LA VAN A METER A UN TRADUCTOR (PROGRAMA), PARA QUE LA TENGAN MÁS RÁPIDO, HUMMM MIJA, POS QUÉ PINCHE DESMADRE... SÍ MI AMOR, PERO BUENO, LUEGO TE CUENTO TODA LA HISTORIA... SALE PRECIOSA... Y A TÍ CÓMO TE FUE, EXCELENTE, UN ÉXITO EL TEXTO QUE LEÍ, YA VAMOS DE REGRESO EN LA VAN... SÍ, OIGO MUCHO ALBOROTO. SÍ, VAMOS PARA EL CENTRO DE MANZANAS... OYE, TE KIERO, YO TAMBIÉN TE KIERO MI REINA... BUENO CHIQUITO, TENGO QUE DAR CLASES, NO MÁS TE HABLÉ PA ESO, YA TE EXTRAÑO, YO YAMBIÉN TE EXTRAÑO, NO TOMES MUCHO, MI AMOR, NO PRECIOSA, YA VEZ QUE A MÍ NI ME GUSTA ESO... BESITOS LANZADOS POR LA BOCINA... Y UN TE QUIERO...
la van nos dejó exactamente en el centro, de ahí, cada kien a su desmadre... Melaquiades se había ido en otro carro a otro lugar, a leer. Yo tenía que pasar al hotel primero, dejar mis chingaderas segundo, y salir haber a qué, porque calor, ya hacía y un chingo. Pasé otrora vez por el lugar donde venden ropa y vi la blusa chingona para mi mujer... me llegó el acá de había trabajado de balde, entré a la dependecia, compré el artículo en mención (pinche lenguaje policiaco, mi Brenán), y tómala barbón, que veo una chidilla como para Mi key mause. Y zas, que la compro. Igual esto a nadie le importa, pero qué, es mi crónica. Voy al hotel, dejo entonces mis chingaderas. Salgo del hotel. Camino un rato por ahí en busca de una librería que había visto ya rtiempo por ahí. Nada. Regreso al hotel, veo a Armando tomando solo, me le acerco, iba a pedir una chela, antes intercambiamos palabras, cuando el móvil del Llanes volvió a sonar... de inmediato pensé en ella, pero no, ahora era Avel, Onde andas cabrón, Melquiades ocupa un hombre (pa pistear juntos vaya la aclaración) y a qué hora vienes... jajaja pinche Avel es la onda... estoy en la explanadita del hotel, con Armando, y bueno, dónde están ustedes y vamos a pistear con todo gusto... qué pasó pinche Llanes, cómo que no sabes dónde, pues en el bar social. Y allá vamos... (La Sherezaii, mis chamacos impúberes, se las remeto en otro post).

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