Wednesday, May 13, 2009

Adiós al Necaxa




(Cronicario)
Adiós al Necaxa


Alberto Llanes


Nunca, en la historia de este equipo, me había tocado ver su descenso a primera “A”, que no es otra cosa que segunda división, pero utilizando un buen eufemismo, primera “A”. Quizá porque las dos veces que no ha existido, no había sido por causa de malos resultados. Ya se podrá ir olvidando (el Necaxa), de hacer viajes en avión a varias partes de la república, y no sólo eso, sino de jugar en otro tipo de canchas donde ahí, no hay eufemismo, es la realidad.
Hace algunos años, me tocó sufrir el descenso de mi equipo favorito, el Toros Neza, quienes después de ser sub-capeones del futbol mexicano (Enfrentando a las Chivas y perdiendo como sólo el Toros Neza podría perder por goliza en marcador global 6-1), se fueron poco a poco en picada hasta tocar las brasas del infierno y descender.
Para quien piensa que no hay diferencia entre la primera “A” y la primera división, nada más hay que fijarnos en todos los equipos de tradición que han descendido, y ver las condiciones en que viajan de una ciudad a otra, los lugares (estadios) en los que tienen que jugar, y un largo etcétera más, para darnos cuenta que sí existe una gran diferencia entre ser amateur y profesional, caso concreto: Los panzas verdes del León, Tiburones rojos de Veracruz, Toros de Celaya y Dorados de Sinaloa, quienes han tenido la fortuna de estar en la primera división y caer lamentablemente a la primera “A”.
Ahora le toca al Necaxa, un equipo que si bien es cierto, nunca ha sido de mis favoritos, tampoco puede pasar totalmente, desapercibido, baste recordar ese Nexaca de la década de los noventa, cuando jugaban Alberto García Aspe, el ecuatoriano Alex Aguinaga, Ricardo Peláez, Ignacio Ambriz, Sergio Vázquez, Ivo Vasay y todavía, entraba de cambio (o a veces empezaba los partidos) “El ratón” Zarate. Ese Necaxa sí era grande, competitivo.
El club ha desaparecido tres veces, primero en 1943 cuando W. H. Frazer, propietario del equipo, quien unió a dos compañías (Luz y Fuerza y Tranvías) para crear un solo equipo de futbol (El Necaxa), fue asesinado y sus herederos se fueron más por el dinero que por el futbol y vendieron al equipo y el estadio “Campo Necaxa”.
Y la segunda, fue en 1971, cuando el equipo está hasta el tope salarial y la directiva decide vender el club a un grupo de españoles, que le cambian el nombre de Necaxa, por el Toros del Atlético Español.
Para 1988, Enrique Fernández, juntos con su directiva, deciden vender, nuevamente, el equipo a Televisa, para que éstos vuelvan a elevar la tradición Necaxista a México, lográndolo en la década de los noventa con un Necaxa fuerte, competitivo y muy ganador.
Jorge Ortiz de Pinedo, Anselmo Alonso y por supuesto, Juan Villoro, son sólo algunos de los famosos que se son seguidores de esta franquicia con tanta tradición en México, que empezaron su historia el 21 de agosto de 1923, cuando W. H. Frazer, que era dueño de una planta eléctrica, decide juntar las dos compañías y formar un equipo de futbol llamado Necaxa, hoy descendido, por primera vez en su historia, por malos resultados.
Este Necaxa que jugó por su vida, su permanencia en primera división, contra su hermano mayor, el América, fue un Necaxa sin hambre de nada, frustrados a tope, jugaron a nada, no parecían que estaban en el último lugar de la porcentual, tibios desde el principio, sin pasión ni gloria. Es feo decirlo, pero el Necaxa se lo buscó.
El regreso a la primera división no es nada fácil. La afición del Necaxa, aunque poca, ha permanecido fiel a los colores, al escudo, al cambio de cede a la ciudad de Aguascalientes y a muchas cosas, esperemos que así sigan, para que el Necaxa vuelva a estar en la cima de la primera división del futbol mexicano.

1 comment:

Paulina Valdez said...

Mi cuñado está excesivamente deprimido por esta situación... Es triste, muy triste ¡quel fut lo pueda deprimir de esa manera!!!

¿Qué es lo primero que levantas del suelo después de un terremoto?

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