Friday, July 06, 2007

La semana maldita o cuarta y largo y no voy a patear (Crónicas defenestrantes)


La semana maldita o cuarta y largo y no voy a patear
(Crónicas defenestrantes)


Alberto Llanes


Hay semanas perversas. Semanas que se ensañan con uno. Semanas que no las quieres vivir, que sería mejor saltarlas, no vivirlas, pasarlas de noche como la escuela. Semanas en las que no quieres ser tú. Semanas en que por más ganas que le eches, no, nada te sale bien. Semanas de colores, dijera Elena Garro, pero de colores oscuros, negros, hoscos, ocres, tormentosos, colores para nada combinables, para nada alegres. Esta fue una semana de esas en todos los ámbitos.
El trabajo: Pues ni fú ni fá. Ahí va, como siempre, revisando, leyendo, trabajando como dicen que trabajan los editores, para el anonimato, para nadie, para la oscuridad, es cierto, uno no quiere la fama pero de cuando en cuando es muy vivificante que alguien le diga a uno: “Órale, qué bien hiciste éste (tal o cual trabajo)”. Con eso a uno le dan ganas de seguir haciendo las cosas que uno más o menos aprendió a hacer, y hace en la vida, la puerca vida.
En la escuela: Aquí está el verdadero problema: La escuela. Aunque me vea demasiado grande, vetarro pues, sigo yendo a la escuela. Y aunque me va muy bien ya no es como antes, donde me ponía máscaras de luchador para tomar clases, pero en efecto, sigo yendo a la escuela. Y ese no es el problema, no, el problema radica en que, bueno, uno a veces entra en problemas con personas (cuestión que no voy a tocar en esta crónica), y la relación se vuelve al punto, pesada. Las lecturas también son muchas. Más aparte las lecturas de revisión de textos del trabajo. Más aparte las lecturas que el Llanes hace por su cuenta. Total, que el cerebro a veces no da para más. Y con pleitos con personas especiales, aún pior.
En el amor: Este espacio lo voy a dejar en blanco por que… (ad infinitud puntos suspensivos)…
Los amigos: Esos siempre van a estar en los problemas que uno cree irresolvibles (aunque no sé si el término exista o no pero me vale). Últimamente mis amigos de toda la vida me han acompañado en situaciones varias. Y cuando digo amigos de toda la vida, quiero decir de la licenciatura para acá. Porque amigos amigos amigos lo que se diga amigos pues son pocos… los de la secundaria ni los recuerdo… los de la prepa no andan por aquí… los de la licenciatura, mi tercia dinámica, son los únicos con los que el Llanes jala para todos lados. Y ellos saben perfectamente quiénes son… Los de la maestría, los veo tan poco… que…
Total. La semana ha sido catastrófica. Peleas. Chelas. Gastar a lo menso. Comprar libros y no leer o no tener ganas de hacerlo cuando antes todo era diferente. No tener la capacidad de concentración en nada. Los partidos aburridos de México. La buena selección sub-20. El teléfono sin sonar ya tanto. Las ventanas del chat aburridas, pláticas que se quedan ahí y se pierden en quién sabe dónde. La lluvia que no cae. El calor que no me deja vivir en paz. Los cuentos que ya no puedo escribir y las ideas que se han perdido en quién sabe dónde. La mala vibra de una enemiga cultural. El ajetreo de un ir y venir de dimes y diretes. Total. La lista sería un poquito más larga pero no, no quiero enfadar a mi sublime lector.
Para colmo, nada más quiero poner el colmo de todo esto. Es la nota de la trágica muerte de “Pepe” Espinosa. Para quien no sepa quién fue “Pepe” Espinosa, anexaré a este post, una foto del gran comentarista deportivo, que sin embargo, no es muy conocido porque el deporte que narra, a poca, muy poca gente le gusta. A mí me encanta ver tanto madrazo que se meten. Y si en algo estaban puestas mis esperanzas para que la semana fuera más llevadera, era precisamente la cercanía que ya se siente del futbol americano profesional, deporte que narra el buen Pepe, o narraba…
Por que de pronto ya se respira futbol americano, ya se siente la vibra, ya se ve, ya se presiente, pero ahora, sin “Pepe” Espinosa en Fox Sports, quién me va a alegrar los domingos de por sí, de la chingada, solo, acostado en la cama, sin ganas de beber una maldita cerveza y sin los comentarios tan finos, pero tan finos, de un señorón de los deportes (máxime del americano que tanto me gusta).
Fue el comentarista oficial de mi equipo favorito de futbol americano. Los vaqueros de Dallas. Mejor no haberme enterado, en esta abulia que tengo, de la muerte del gran Pepe Espinosa (qepd).

2 comments:

Tewé Nesérame said...

aaaaaaah ya ve que gran "diferiencia" ahora sí uno puede leer ssobre su semana oscura sin tener que medio cerrar los ojos pa' enfocar

metate said...

pos aquì nomás, saludando desde un balcón pocamadre del que se mira la banderota del zócalo; leo a saramago, otra vez. porque esta ciudad invita a leer a saramago o a borges, y tengo el libro junto a la taza de café y a la laptop, ah y un frasquito de medicinas para convaleciente. el df es la onda.

¿Qué es lo primero que levantas del suelo después de un terremoto?

 En palabras Llanes     I Una vez más México hace historia; otro 19 de septiembre que « retiembla en su centro la tierra al sonoro...