Thursday, February 22, 2007

Ebrio de nocturnidad (partecilla dos)

Porque dicho sea de paso, el David no más no reaccionaba, tardó como tres siglos dos charolas más canapés, un trago insipido de coca cola y palabras más palabras menos, dos toquidos al teléfono de él, desde el mío que ni cuenta se dio por cierto, un mensaje fallido y otras mocedades más, en salir del pinche museo a seguir (bueno, empezar) la conbebencia que siempre nos ha caracterizado, cuasi con un pie en el estribo del coche en cuestión, con la firme intención de ir al taurino, pero con el anhelo casi seguro de que a esa hora (lo digo por el clientazo frecuente que soy) lo encontraríamos cerrado, por fin el pinche David salió, enamorado de la gorda, del wey pelón que iba a la maestría, y hasta casi de chava chifla, pero con sus parkos y lentos movimientos, rumbo al carro de wendy (ohhhhh, que no le gusta que le digan wendy), chale, total, el plan, como siempre falló, (la teoría sigue en boga, todo lo planeado sale mal), y hay vamos al taurus y cerrado, efectivamente y en efecto, vas pa´ trás. Vamos pues al Crustáceo Cascarudo, dijo, Naaaaaa, despotrique contra el wey greñudo ése que toca hay, y wen me hizo segunda, Ohhhh, pues, dijo el David, Amos tonces al Mesón de Villa, Naaaa, volví a despotricar ahora contra ese bule, que la última vez, ahí, me vendieron agua de cerveza, Ton´s, pinche Bristy?, preguntó el Dave, Amos a la Finca, le dije, tengo ganas de una negra modelo y no más ahí, que yo sepa, venden, El que despotricó ahora fue el Davide, me dijo entonces que él quería ir a un bar de hombrecitos y de volada le ofrecí ir a Danza, ahí van puros hombrecitos vestidos de mujeres, ya pedo, ni color te das, me han dicho...
Llegamos a la finca, siempre gano yo y mis poderosos Diablos del Toluca. Pedí ipso factum una negra, luego otroa y luego otra y luego otra. Mi triquiñuela de la noche fue escoger una mesa cerca del baño de los caballeros, pa´ no hacer tanto esfuerzo pues. Mi artilugio fue ir con la misma ropa del otro día en que me amanecí igual, andodo de pedo y con la cual me fui a trabajar al día siguiente, es decir, la noche no era para tanto, pero quien sabe, después de una tertulia literaria de esas no se sabe. Naa.
Pistear en un bar siempre tiene sus ventajas, pero es como todo, tiene también sus desventajas, te llevan todo a la mesa, no tienes que recoger naaa, y te vas y ya, pero el pedo está en la cuenta, hay que pagar un precio por todo eso. Las rondas se fueron dando así, platica y platica, si quieren de puras pendejadas, pero ah cómo chingados me reí, nos reímos, pero no tanto, como cuando pasamos por el enfermo (en todos los ambitos), del Volpi, antes, pagamos la cuenta, nos fuimos, Wendy dijo que amaba su trabajo, porque se la pasaba todas las mañanas en él y por las noches iba al bar de enfrente de su chamba y hay vamos los tres, rumbo a la división. Ahí, y leyendo la crónica de Wendy, me di color de que yo era copilebrio (copiloto), bah!!!, eso no existe, hay vamos a la división, la hora, no la sé, nunca sé la hora, vamos con el doguero de la villa que vende clandestinamente chelas, zas!!!, un seis, no más pa dormir aguuuuuuuuuuusto, ei, nunca he respetado eso, siempre sé que un seis nunca es suficiente, bueno, entonces compramos dos... y hay vamos por el Volpi, que dicho sea de paso, estaba en piyama y enfermazo pero no nos rechazó la cheve cheve cheve, no teníamos ni cinco micromilisegundos ahí, cuando unas uñas tocaron la ventanilla del flemático compa, y una voz ultraterrena dijo algo así de como que le bajaramos, puta, qué pinche chismosa es la gente en departamentos de esa calaña (ah, por cierto, el compa vive en depas), joder, empezamos a platicar en susurros, alguien se acordó del chiste de polo polo, juaaaaaan, qué quieres, pásame los tenis, juuuuuuuuuan, qué quieres, uno por uno, uno, no mames wey, que me pases los tenis uno a uno... y así estuvimos hasta que me tomé dos chelas, oriné y mejor, a alguien, creo que al mismo Volpi, se le ocurrió la genial idea de pirarnos de ahí.
Primero la idea era ir a dar un rol, comprar otras cheves pa´ dormir aguuuuuuuuusto (monterroso), pero naaaa, nadie duerme aguuuuuuuusto no más con una chela, yay van, por más cheves, cheves, cheves, pero en eso, que a alguien se le ocurre ir a ver las bardas, de los narradores jóvenes quel gobierno está pintando, primero que la del Llanes, yay van... pinche barda fea, pinches mamadas, pinche no sé qué, quién quiere ver una barda chida, alguien dijo, no pos todos, hasta el Llanes, no más pa ver siscierto, yay van quesque a la del Burgos, pero íbamos con los mismos dos seises de chela, el volpi en piyama, el David con us panza, el Llanes con unos cigarros que quién sabe de dónde salieron, y Wendy aguantando a la bola de borrachos. La barda del Burgos nada de llamar la atención, la frase medio leve, la pinta medio leve y de tanto me dieron ganas de miar, pues hay perdonaran, papás, voy a echar una miadita, y zas!!!, ya cayó, dijera el chalinillo (búsquese en onda grupera), lotra, fue ir a ver otra barda onde publicó un tepsto Nélida López, esa barda sí me gustó, pero el lugar de ubicación como que no, en fin, wendy seguía aguantando a bola de borrachos, volpi en piyama, el David con sus chelas, yo con los putos cigarros de quien sabe quién, me cai.
Que vamos a manzanas, sobres!!!, dije, dijimos tochos. Recuerdo quen alguna vez, el coche de wendy traiba estéreo, y que traía a la Guzmán (heeee que no lo niegue), total, puse mi teléfono, y hay vamos pa´ manzanas, justo íbamos en carretera cuando la chela se terminó, David y yo nos peleamos por una, que al final se la agandalló creo, el Volpswagen. La frase de la noche fue: su tú dices vamos a manzanas pos vamos, si tú dices vamos por chelas, pos vamos, si tú dices vamos por cigarros vamos por cigarros, en fin, esa frase rifó y rifará en pedas consecuentes. La hora, no me acuerdo, tres de la mañana. Volpi dijo que lo lleváramos a su casa por dinero, nadie le hizo caso, como siempre (ni la señora de los tacos ahogados le hace caso), total, cargamos gas, y fuimos al oxo, quien sabe cómo se veían nuestras caras a esa hora, pero el dependiente no nos quiso vender cheves y el Volpi aferradazo a que quería una puta salchicha, mendigo puerco.
Hice cálculo mental en tanto David iba al baño, Volpi y yo hacíamos las compras y Wendy estaba al volante, y deduje que nanais no alcanzaba (pinche calculo me ha de haber salido mu ymal porque por eso estudié letras, jaja), el Volpi insistió en ir a su casa por dinero y ha cambiarse y no precisamente por otro, sino no más de ropa. Por fin le hicimos caso y salió entonces, no ir tan lejos, sino ir no más a los Amiales, yay van los cuatro entes de ficción, aunque el que parece más de ficción es el Volpi, primero, obvio a cargar, pero noooo, sin lana pos cómo mi Bristy, yay vamos a la casa del Flechas, se cambió en putiza y cogió dinero y me lo da a mí, papá, soy malazo pa´l dinero, trucha para la otra, yay vamos con el doguero de hace rato, sacó también tres caguas, papá, pero vacías, hummm, pa irlas a llenar.

1 comment:

metate said...

ah perdón, sí pusiste lo de la barda

¿Qué es lo primero que levantas del suelo después de un terremoto?

 En palabras Llanes     I Una vez más México hace historia; otro 19 de septiembre que « retiembla en su centro la tierra al sonoro...