Tuesday, July 13, 2021

El famoso regreso presencial

En palabras Llanes


Al parecer toda la sociedad colimense ya estamos listos para regresar a las actividades «cotidianas», a nuestra vida de antes, como he escuchado que le dicen al regreso luego de esta pandemia que nos ha metido a casa no sólo a la población de Colima; sino la del todo el mundo. Ya los veo como peces en el agua, felices y felicianos. No es necesario tener un doctorado y cursar ene diplomados para darnos cuenta de la situación actual de la pandemia. Basta con dar un pequeño recorrido a pie o en vehículo particular, para observar que, pareciera que para la población la pandemia ya fue, ya la dejamos de lado, ya domamos la famosa curva de contagios y estamos del otro lado; se empieza a sentir, dijera Juan Gabriel, un ambiente diferente en la calle lleno de fiestas, jolgorios, bares y restaurantes repletos «¿cerraron verdaderamente alguna vez?», reuniones por aquí y por allá, casi como si no hubiéramos atravesado por un hecho sin precedentes que quedará en el registro y para la historia.

Veo ya a las personas sin el uso del cubrebocas y quienes lo usan «que son los menos», lo hacen de manera incorrecta; ya lo traen como de hamaca para la papada, o ya lo usan como diadema en el cabello, o, simplemente, cubren la boca y la nariz no y lo peor es que, si llevan hijos menores o ya mayores de edad, pero sobre todo menores, a ellos no les ponen cubrebocas como si fueran inmunes y no les pasara nada.

Sin embargo, si recurrimos al gobierno es en vano «como siempre que recurrimos a él»; porque el gobierno estatal tiene el semáforo dizque en verde «de ahí que la población se haya volcado a las calles a veces sin necesidad de estar fuera de casa», pero si vemos el semáforo del gobierno federal indica que está en amarillo «el amarillo que debe darnos la señal de precaución, de ir frenando nuestra loca carrera para no flavilabar y tratar de ganarle la batalla a la incómoda luz intermitente ámbar». Entiendo que ya estamos cansados de estar metidos en nuestra casa, pero es que la pandemia todavía no ha pasado, no, todavía no podemos cantar victoria…

Por otro lado, en las instituciones, nos hablan del regreso presencial y de que falta poco para ello, repito, entiendo que ya todos estamos hartos de la tecnología, de las clases y sesiones vía plataforma meet o zoom, video chat Telmex o salas de reunión vía Facebook, las que sea, y queremos vernos en vivo y a todo color lo que yo, en mi poco entendimiento, veo que no será como se percibe en el grueso de la población que creen que el regreso será como antes, estar todos tomando una clase, en las aulas, con el profesor ahí, así, como antes de esta terrible pandemia y no, les tengo flash news, noticias frescas y recién cocinadas y me explico un poco.

De entrada, el regreso será gradual «poco a poco y no todos en bola como antaño»; segundo, se le dará prioridad «en lo que las autoridades se deciden por el color de nuestro semáforo epidemiológico», pero se le dará PRIORIDAD, así, con mayúsculas, a las clases que sean prácticas y de esas clases que sean prácticas y que verdaderamente requieran estar de manera presencial en los centros de educación, sólo irán, dependiendo del número de alumnos, burbujas de nueve personas por sesión; o sea que si el salón tiene cuarenta, cincuenta, sesenta alumnos, la partición de clases «teniendo en cuenta que sólo se aceptarán grupos de nueve, máximo quince personas por grupo, también dependiendo el tamaño del salón para que nos dé chance de la Susana Distancia», la fragmentación del grupo será casi casi impensable; tercero, de preferencia «y yo particularmente me inclinaría por esta opción» las sesiones que no sean prácticas deberán seguir en línea.

Si vamos a tomar las clases prácticas presenciales en nuestro centro educativo, la instrucción es: uso obligatorio del cubrebocas durante toda tu presencia en la clase «lo que hará incómodo el hecho y les sugiero que se lleven unos dos o tres cubrebocas porque ya los quiero ver con el calor y el sudor, en un salón con ventilador, con las ventanas abiertas tomando clases nueve o quince personas a eso de las once, doce la tarde en el calor colimeño que nos acompaña siempre, aquello se moja, se pega a la nariz y hace prácticamente imposible que uno pueda respirar, por eso mi sugerencia de llevar más de un cubrebocas en la mochila», el uso del gel antibacterial deberá ser también obligatorio su uso dentro de las instalaciones y aquí hay de dos sopas «que la institución o escuela proporcione gel en cada salón para uso colectivo o que cada quien lleve su gel para uso personal, y como vivimos en México yo sugiero que cada quién lleve su gel para uso personal, porque eso de que cada institución ponga gel en todos los salones para uso colectivo podrá ser que lo hagan al inicio, como siempre sucede en casos similares y después… esos frascos puede que se vacíen y queden así para siempre jamás»

Por otro lado, pero en esta misma tónica: profesorado y alumnado en o con alguna condición médica, amén de que su clase sea de las llamadas prácticas «no van a regresar a presencial, con condición médica me refiero a enfermedades crónicas como: asma, diabetes, hipertensión y otras».

En tanto, estamos de vacaciones, dando un rol por la ciudad ayer sábado me di cuenta que, como sociedad, nos vale lo que las autoridades sanitarias en el estado, en el país y en el mundo recomiendan, veo por otro lado que las instituciones hacen lo suyo, ponen de su parte, he asistido a dos eventos presenciales y a la entrada nos piden el uso del cubrebocas, nos toman la temperatura, nos hacen pisar el tapete desinfectante «ya he dicho en otras ocasiones que es incorrecto el uso de la palabra sanitizante, preferible mejor tapete satanizante», ese mismo tapete seco que se ve a la entrada de casi todos los lugares en Colima, y nos aplican gel antibacterial en la mano para distribuirlo en ambas, sin embargo, me he dado cuenta que al entrar al recinto, teatro, centro, poliforum, foro, auditorio lo que sea, la gente lo primero que hace es saludarse de mano, quitarse el cubrebocas y darse un fuerte abrazo… y todavía los escucho diciendo que seguimos en semáforo amarillo.

El regreso a la presencialidad no se ve tan afable como mucha gente cree, hay que seguir al cuidado de muchas cosas, evitar otras tantas y cuidarnos nosotros para no llevar la enfermedad a casa, repito, mucha gente  estamos de vacaciones y con esto que he podido observar, seguramente, muy seguramente los casos de contagios subirán, como está sucediendo en Tecomán y Manzanillo que se encuentran casi al cincuenta por ciento de ocupación hospitalaria por casos de Covid, o gente que, con el cuadro de vacunación completa, han fallecido porque, al parecer, hemos bajado la guardia y es justo lo que está buscando este virus, encontrarnos con la guardia baja para atacar de nuevo.

La pandemia, el Covid-19 realmente vino para quedarse y nuestra vida no será igual, no lo será.




1 comment:

Anonymous said...

Querido amigo, has expresado todo lo que deseo gritar a los cuatro vientos y que no me he dado tiempo de redactarlo.

Saludos.

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